La industria de los cruceros, una inesperada víctima del coronavirus
La epidemia de coronavirus amenaza con manchar la imagen de los cruceros, a los que los expertos retrataron como unos temibles focos de contagio, y causó una enorme inquietud entre los profesionales del sector, después de que varios cruceros se tornaran en pesadilla.
El calvario de los pasajeros del "Diamond Princess", inmovilizados en cuarentena en Japón, mientras los casos a bordo se multiplican, captó la atención de todo el mundo.
Un caso de escuela de los riesgos de infección en un entorno confinado: de los cerca de 3.700 pasajeros y tripulantes, más de 630 contrajeron el nuevo coronavirus, haciendo del barco el principal foco de contagio fuera de China.
"Esos barcos de crucero son excelentes vectores para las epidemias, ya se trate de simples resfriados o de gastroenteritis", comentó John Oxford, profesor de virología de la universidad Queen Mary de Londres.
"Esos barcos van siempre sobrecargados, sin falta. Con tantos pasajeros, puede haber descuidos en la higiene", explicó.
Los Centros estadounidenses para el control y la prevención de enfermedades (CDC) dieron cuenta de ocho epidemias de gastroenteritis el año pasado a bordo de grandes barcos.
Asimismo, también se detectaron en los últimos años brotes de sarampión, de varicela, o intoxicaciones por bacteria E.coli o por salmonella... que echaron a perder unos viajes que cuestan miles de euros.
"Y, desgraciadamente, los pasajeros de los cruceros tradicionales tienden a tener bastante edad, lo que los hace más vulnerables", advirtió el doctor Simon Clarke, de la Universidad de Reading, en el Reino Unido.
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¿Un impulso?
La gestión de la crisis del "Diamond Princess" por parte de las autoridades japonesas fue muy criticada, pues la cuarentena parece haber atizado la propagación del virus.
Otro barco fue confinado en Hong Kong y una pasajera de un tercer navío de crucero, que se acercaba a Camboya, también registró contagios a bordo.
Ante esto, las principales compañías -Royal Caribbean, Costa Cruceros o MSC Cruceros- anularon sus salidas previstas desde puertos chinos.
Esto supuso un duro golpe para el sector, pues Asia es el tercer mercado en volumen, por detrás de Estados Unidos y Europa, con 4,24 millones de pasajeros en 2018, según la asociación profesional Clia. Por su parte, los chinos representan más de la mitad de la clientela de los cruceros en Asia.
¿Podría la epidemia de coronavirus comportar un desinterés duradero por los cruceros?
"Como en anteriores crisis sanitarias (con barcos implicados), quizá haya una desaceleración en las reservas, pues la gente está pendiente de la actualidad", subrayó Stewart Chiron, experto en el sector en Estados Unidos.
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Pero en cuanto la epidemia del coronavirus se atenúe y desaparezca de los medios, "podemos esperar un fuerte aumento de las reservas" y una "vuelta a la normalidad", insistió.
Y más aún teniendo en cuenta la brecha entre la percepción y la realidad. "Cuando se descubren virus a bordo, se realizan varios procedimientos y protocolos para limpiar el barco y atajar los contagios", observó hiron.
Al final, de los 31 millones de pasajeros que participaron en cruceros el año pasado, solo 1.038 se vieron afectados por una gastroenteritis, es decir, el 0,003%, recalcó el experto, citando cifras de los CDC.
"Atrapados"
El número de cruceristas casi se duplicó en una década, pero la mitad de los del año 2019 eran norteamericanos, según la Federación internacional de compañías de cruceros.
Esto podría limitar los efectos negativos de la epidemia en términos de frecuentación, pues de momento está concentrada sobre todo en Asia.
Aun así, Tara C. Smith, profesora de epidemología en la Kent State University, de Estados Unidos, recordó que "los grandes buques amplían los contextos de contagio por la promiscuidad constante entre pasajeros".
"Nunca se sabe qué infecciones pueden darse a bordo y, luego, nos vemos atrapados con nuestros compañeros de viaje", alertó Smith. "Personalmente, yo no me arriesgaría. No lo veo como unas vacaciones de relax".