Cada vez más bodegas argentinas apuestan por los vinos de bajo alcohol
Hoy en día, los consumidores de vinos están más preocupados por su bienestar. Por eso, las bodegas argentinas han venido trabajando para hacer del vino un producto cada vez menos comoditizado y más diverso; no solo hablando de terruños, variedades y estilos, sino también de alternativas enfocadas en satisfacer una demanda que busca alimentos y bebidas más saludables.
Entre las bodegas pioneras en atender las nuevas tendencias está Susana Balbo, desde donde afirman que la decisión estratégica fue "convertirse en pilares de una tendencia que apunta al consumo consciente y responsable, y esto se refleja en el lanzamiento de vinos orgánicos, con valores alcohólicos y calóricos reducidos y hasta bebidas sin alcohol elaboradas a base de uva".
Como parte de este plan, la bodega lanzó, dentro de la línea Crios, la familia de vinos Sustentia, conformada por dos tintos orgánicos (un Malbec y un Cabernet Sauvignon) y dos blancos de bajo alcohol y con menos calorías: un Pinot Gris y el nuevo Chardonnay, que acaba de presentarse en el marco del Día Mundial del Consumo Responsable de Bebidas Alcohólicas, que se celebra el 16 de septiembre.
Estos vinos blancos rondan los 8 a 9 grados de alcohol, una cifra baja considerando que los blancos tradicionales pueden llegar o superar los 13 grados.
En el caso de Crios Sustentia Chardonnay 2023, que se lanza a un precio sugerido de $11.590, "lo más importante es el punto de cosecha, cuando el grado de azúcar y acidez de la uva son los óptimos. Se realiza de forma temprana, durante la primera semana de febrero, lo que nos permite obtener un mosto de baja concentración en azúcar y, por consiguiente, un vino naturalmente ligero en alcohol y que incorpora menos calorías en las dietas de las personas amantes del vino", detalla Sebastián Gava, enólogo de Bodega Susana Balbo.
En efecto: se trata de un blanco delicado, proveniente de viñedos ubicados en el Valle de Uco. En nariz se luce con una fruta blanca y apenas tropical que se anticipa crujiente. Y eso es lo que ocurre en el paladar: paso fluido, con una acidez viva, bordeando lo mordiente, y que lo vibrante. Esto, sumado a su bajo nivel de alcohol y a la rica fruta, permite obtener un blanco rico, ultra fresco e hiper bebible.
"Como bodega que persigue constantemente la innovación, creemos que es importante ofrecer productos que den respuestas a consumidores que se interesan más por el cuidado de la salud y son más conscientes de su alimentación", explica Ana Lovaglio Balbo, directora de Marketing de la bodega.
"Nuestra sub-línea Crios Sustentia está orientada al consumo responsable y la conciencia ecológica. Bajo esta premisa ofrecemos un Pinot Gris y un Chardonnay, que tienen entre 8 y 9 grados alcohólicos, por lo que se consideran ‘vinos livianos’", agrega.
Un dato clave es que Susana Balbo es reconocida por la importancia que tienen los vinos blancos y rosados dentro de su portfolio. Es una característica diferencial de la bodega: mientras la producción de vinos de este estilo se ubica cerca del 15% en la industria argentina, este número se eleva hasta un 40% (dependiendo de la añada).