¿Te interesa ser un experto en vinos?: las claves de la profesión de sommelier
Cada 3 de junio, el mundo del vino celebra una fecha muy especial: el Día Internacional del Sommelier. Durante esta jornada, le toca brindar a aquellos expertos que, con su conocimiento y pasión, elevan la experiencia gastronómica a través del maridaje perfecto, enriqueciendo cada comida con la elección ideal de vinos.
En Argentina, aunque no existe un registro oficial que contabilice la cantidad exacta de sommeliers, el dato de los 600 socios que actualmente tiene la Asociación Argentina de Sommeliers (ASS) sirve para establecer un piso. Sin embargo, Marcela Rienzo, presidenta de la asociación, estima que en total habría alrededor de 10.000 sommeliers en el país. "La profesión está en ascenso porque la gastronomía está de moda y porque los empresarios gastronómicos entendieron que es imposible acceder a ciertos estándares de servicio sin un sommelier en la sala o, al menos, uno que arme la propuesta de vinos", señala a iProfesional.
¿Qué hace exactamente un sommelier?
Estos profesionales se encargan de una amplia gama de tareas que van más allá de la simple recomendación de vinos. Entre sus responsabilidades se encuentran la creación y gestión de cartas de vino en restaurantes, la organización de catas y eventos relacionados con el vino, y la formación de personal en establecimientos gastronómicos. Además, su trabajo incluye la evaluación de la calidad de los vinos y el asesoramiento a bodegas sobre las tendencias y preferencias del mercado.
Los sommeliers también se desempeñan en diversas áreas de trabajo. Muchos trabajan en restaurantes y hoteles, donde su servicio es crucial para ofrecer una experiencia gastronómica de alta calidad. Otros se dedican a la importación y distribución de vinos, asegurándose de que las mejores etiquetas lleguen a los consumidores. Asimismo, algunos sommeliers trabajan como consultores independientes, ayudando a particulares y empresas a crear colecciones de vinos o a organizar eventos temáticos. También hay quienes se especializan en la difusión a través del periodismo o formando a futuras generaciones de sommeliers mediante la docencia.
Formación y oportunidades
"Hoy Argentina no atraviesa el mejor de sus momentos, pero la realidad es que yo escucho continuamente a empresarios gastronómicos que me dicen que faltan sommeliers de servicio. Por lo tanto, es ahí donde hoy hay una oportunidad interesante. Porque a pesar de la crisis, se siguen abriendo restaurantes y cualquier empresario gastronómico serio sabe que no puede no considerar dar un servicio de excelencia sin un sommelier en la sala", avisa Rienzo.
La clave para la salida laboral, dice Rienzo, está en estudiar seriamente la profesión e ir actualizando continuamente sus conocimientos. "Esto es como la Carrera de Arquitectura, tenés que hacer la carrera y después, si querés, hacés un curso de decoración. Acá es lo mismo, si querés dedicar tu vida a esto, hay que hacer la carrera en escuelas serias con programas aprobados por el Ministerio de Educación. Después, seguir haciendo cursos", remarca.
Desde la ASS recomiendan estudiar sommellerie en el Centro Argentino de Vinos y Espirituosas (CAVE), en la Escuela Argentina de Sommeliers (EAS), en la Escuela Argentina de Vinos (EAV), en la Escuela de Cocineros Patagónicos de Neuquén, en el Colegio de Gastronomía Gato Dumas, en la Universidad Católica de Cuyo de San Juan, en la Universidad Juan Agustín Maza de Mendoza y en la Universidad Nacional de Chilecito de La Rioja. La ASS, como miembro de la Association de la Sommellerie Internationale (ASI), avala los títulos otorgados por estas instituciones que cumplen con los requerimientos y parámetros internacionales de formación profesional y con los estándares mínimos de enseñanza académica establecidos por esta asociación. "De todas maneras, si estudiaste en cualquier otro lado y querés validar tus conocimientos, la ASS lo permite a través de un examen gratuito", aclara Rienzo.
Parte del aprendizaje implica viajar, ya que un sommelier profesional debe conocer no solo los vinos argentinos sino de todo el mundo, por lo que trabajar en el exterior es una práctica habitual entre ellos; algunos, dice Rienzo, vuelven y otros no. En este sentido, el perfil de sommelier profesional más buscado es de una persona que hable varios idiomas y que, además de vino, tenga conocimientos sólidos de maridaje, otras bebidas y productos gourmet y especiales como aceites, quesos, chocolates e infusiones.
Si bien iProfesional le solicitó a Rienzo la información acerca de cuánto puede llegar a ganar hoy un sommelier, prefirió esta vez no compartir la información, ya que, dice, cambia constantemente y depende mucho de la trayectoria de cada profesional. Sin embargo, la ASS tiene un tarifario de referencia que indica los valores mínimos de contratación y que se actualiza cada dos meses. "Esta información se la mandamos actualizada bimestralmente a todos los socios y está disponible para ellos. Quien quiera acceder a estos datos y a todos los beneficios que brinda la ASS no tiene más que asociarse", invita Rienzo.
Para ser parte de la ASS hay que abonar una cuota anual de $24.000 y, por ese importe, no solo tendrán el tarifario con los honorarios mínimos sugeridos según la forma de ejercer la profesión, sino también acceso a asesoramiento legal de un abogado laboralista, talleres de idioma francés e inglés y vitivinícola, actividades con bodegas, bolsa de trabajo y concursos, entre otras tantas actividades y servicios especialmente diseñados para sommeliers profesionales.
El 3 de junio, durante el Día Internacional del Sommelier, se convierte así en una oportunidad para agradecer y celebrar el trabajo de estos profesionales que dedican años a perfeccionar sus sentidos y ampliar sus conocimientos para que los comensales vivan una experiencia gastronómica extraordinaria cuando levantan sus copas con vino. ¡Salud a los sommeliers!