Vivir frente a la Cordillera y con viñedo propio: cuánto vale una propiedad en un barrio cerrado de Mendoza
La tracción −y atracción− que produce Mendoza en el mundo del vino no tiene parangón en el resto del país. Y ya no se remite solo al recorrido por la obligada ruta que propone este producto, pues hace rato en esta industria también se inmiscuyó otra que vio terreno, ya no solo para la cosecha de la vid: la del mercado inmobiliario. Y cada vez son más los inversores, de pequeña a gran escala, que se interesan por construir o comprar una propiedad privada en alguno de los distintos proyectos de barrios cerrados inmersos en los viñedos que comienzan a emplazarse por la provincia.
Con sus vistas privilegiadas al pie de la Cordillera de los Andes y con el silencio como protagonista, tener una residencia privada en ese entorno, ya sea para vivienda permanente, vacacional o para destinarla a la renta temporaria, ya es una experiencia en sí misma.
Una casa entre viñedos cuesta desde 170.000 dólares
Emplazado en una finca de 400 hectáreas en Los Chacayes (Valle de Uco), ejemplo de ello es La Morada Life. Se trata de un emprendimiento con opciones disímiles de inversión que, en todos los casos, permiten el uso de sus instalaciones que integran cancha de tenis y pádel, pistas de bicicletas, red de práctica para golf y una minicancha de 5 hoyos, cancha de bochas, SUM, plaza de juegos, piscina y restaurante.
La primera posibilidad de inversión aparece en sus 40 lotes con una superficie de 2.500 m2, a valores que oscilan entre u$s75.000 y u$s300.000. Y, luego, con todas las unidades que comprenden desde mobiliario, electrodomésticos y ropa blanca (atención: esto solo es opcional en la compra de las casas de 2 y 3 dormitorios), las 32 tiny houses de la Morada Life Hotel que proponen un formato de pool de renta se pueden adquirir desde u$s155.000 en pozo y desde u$s170.000, ya terminadas. Tienen 40 m2 cubiertos, 28 m2 de galerías, cocina completa, hot tube natural y fogonero.
Lindero a este espacio, en 800 m2 de lote propio y con precios que arrancan desde los u$s210.000 en pozo, sin equipamiento, y desde u$s225.000 en pozo, con equipamiento, La Morada Life Pods dispone de 30 unidades con 2 dormitorios de 69 m2 cubiertos más 28 m2 de galería.
Otra opción son las 44 lujosas casas con 1.250 m2 de lote propio (139 m2 cubiertos, 57 m2 de galería) y 3 dormitorios, piscina privada y una gran terraza con vistas panorámicas a la cordillera que pertenecen a La Morada Life Homes y parten desde los u$s410.000, desde pozo. En este caso, hacen partícipes a los propietarios en el resultado de la producción de la vecina parcela La Ñusta, con el beneficio de 24 botellas del vino al año que produce la bodega.
Y más allá de la diversidad del público que compra este producto, todos comparten algunas características: "Quieren despreocuparse del tedio del mantenimiento o la limpieza; llegar una noche cualquiera de invierno y que la casa los espere calentita… y saber también que mientras no la usan pueden ganan dinero", define Andrés Rosberg, Managing Partner de La Morada Life. La consigna es simple: "Generar un producto de muy alta calidad, al que se pueda acceder a precios razonables y con un horizonte de mínimo estrés y máximo disfrute".
Respecto de la renta, cuando un inversor quiere sumarse al proyecto hotelero amueblan y decoran cada una de las unidades para que cumpla con los requisitos de La Morada Lodge en términos de comodidad, prestación de servicios, estética, amenities, etc. Cada casa cuenta con su máquina Nespresso de café y una pequeña cava climatizada para vinos, por citar ejemplos. Luego, el proceso es muy simple: "Se consolida la renta de la operación hotelera y se reparte de manera periódica y proporcional entre todos los propietarios que deciden participar", explica Rosberg. Así las cosas, la rentabilidad estimada es en torno al 10-12%, con planes de financiación a un año que están trabajando por extender a plazos todavía más largos en el corto a mediano plazo.
También en Los Chacayes, en una zona de excelentes condiciones de suelo, clima y altitud, la bodega y resort, Casa de Uco lanzó un sector de 25 hectáreas de lotes que utilizan vegetación natural como "frontera", lo que brinda una sensación de real intimidad. Y ofrece la posibilidad de construir residencias sustentables, con la idea de conservar la identidad del entorno, con paneles solares y fotovoltaicos, y con una estética homogénea basada en líneas modernas y minimalistas.
Con un valor de lotes con superficies desde 10.000 m2 que se comercializan desde u$s200.000, existe la opción de adquirir viviendas llave en mano con lote incluido desde u$s550.000 y hasta elegir el servicio de diseño de interiores a cargo de Casa de Uco. En ese caso, el propietario cuenta con la posibilidad de adherirse a un Rental Program, que administra el alquiler en los períodos en los cuales la casa se encuentra desocupada, y que estima una rentabilidad de entre un 8% y un 10% anual en dólares.
Fundamentalmente, el programa apunta a un público internacional que busca vivir la experiencia completa de alojarse en una casa de diseño de autor, con amenities propios como piscina, terraza privada con jacuzzi, parrilla, horno a leña y cava, pero sin resignar los servicios, descuentos y promociones de hotelería de Casa de Uco Vineyards & Wine Resort −reconocido en 2023 como el Mejor Resort de Argentina−, que se encarga del servicio de Concierge Service, a través del cual aseguran el cuidado constante de las casas.
En ese sentido, el público más interesado en este producto es "el argentino, brasileño y estadounidense", cuenta Juan Tonconogy, Managing Partner de Casa de Uco. En general, se trata de "gente apasionada por el mundo del vino, pero hay otros compradores que se enamoran del entorno, el paisaje, la paz y tranquilidad que propone el lugar".
Es gente de más de 50 años, con hijos grandes, que busca una segunda o tercera vivienda donde puedan relanzar su segunda etapa de la vida. A su vez, esta gente "valora mucho el servicio que proponemos que implica desentenderse del mantenimiento de la casa y poder disfrutar como si estuvieran en un hotel", reconoce Tonconogy.
Con el mismo concepto viene emergiendo otro nuevo desarrollo, también en Valle de Uco: The Vines Residences, dentro del complejo hotelero The Vines Resort & Spa. Un emprendimiento de 22 villas de diferentes tamaños −las de mayores dimensiones tendrán dos pisos y pileta privada, aunque prometen sumar más unidades− que comenzará a construirse a mitad de 2024 y demandará 18 meses de ejecución.
Permitirá disfrutar de canchas de tenis y pádel, picketball, un nuevo spa y centro de convenciones. También con lotes disponibles para poder construirse la casa a preferencia, el ticket de entrada es de u$s400.000, con una rentabilidad estimada en un 10% anual en dólares.
El sueño de la etiqueta propia
Con hogar propio en medio de los viñedos, además en Casa de Uco ayudan a cumplir otro sueño más para los amantes del mostagán: aquellos que anhelan convertirse en winemakers tienen la chance de adquirir viñedos productivos de entre 2.500 m2 y 25.000 m2. Con el asesoramiento del renombrado winemaker italiano Alberto Antonini, el exclusivo sector ocupa 75 hectáreas de 90 parcelas en plena madurez y productividad, con certificación 100% orgánica y variedades ya cultivadas.
Con escritura aparte, cada lote se comercializa desde los u$s60.000: el propietario puede fabricar su propio vino de autor y participar de la elección de la uva o etiqueta, o ceder su producción parcial o totalmente a la administración para su lo comercialice. En adición, a través de su programa Private Vineyards, The Vines Residences brinda la posibilidad de ser propietario de un viñedo, asesorado por el consultor Santiago Achával.