Las 10 mejores parrillas de Buenos Aires para comer un excelente asado
No hace falta explicar nada cuando se dice la palabra asado. Todos los argentinos saben de qué se trata. Es una forma de cocción pero es comida nacional: carne, el producto más venerado del país que cuenta con distintos templos y altares donde lo preparan con total devoción.
A continuación, van algunas parrillas para agendar y visitar pronto.
Cuenta Ganado
En el Oeste, tierra del agite como dice Divididos, patria de Los Caballeros de la Quema y Moria Casán, abrió esta mega parrilla ubicada en el nuevo polo gastronómico de Parque Leloir. Con una linda deco de espacios amplios, Cuenta Ganado parece más un restaurante que una parrilla. Para destacar: unas mollejas golosas que salen crocantes por fuera y tiernas por dentro; el Tomahawk de 1 kilo y el T-Bone ahumado de 800 gramos. Ideal para ir en grupo de amigos carnívoros o familia de buen comer. Y para terminar, el infaltable volcán de chocolate. Martín Fierro 3367, Gobernador Udaondo, Buenos Aires.
Somos Asado
Esta parrilla gourmet es el epicentro barrial de los vecinos que copan el salón todas las semanas, pero también de aquellos que caen de casualidad o vienen por alguna recomendación amiga. Con una cocción a leña, Somos Asado es un lindo lugar, muy bien puesto, con sillas cómodas y buenas copas, que además de una buena selección de carnes maduradas que sirven en el punto adecuado cuentan con una excelente variedad de originales guarniciones para acompañar y muy ricos postres para cerrar la cena. Scalabrini Ortiz 651, CABA.
Fuego
Locos x el Asado nació como una página de Facebook donde un grupo de amigos fundamentalistas de la carne compartían sus secretos sobre la parrilla. El éxito los llevó a YouTube, a tener su propio programa y a reunir una comunidad con varios millones de miembros. El año pasado finalmente abrieron Fuego, una parrilla gourmet en zona norte, donde además de distintos cortes de carne, hay un matambrito a la pizza que se corta con cuchara y una fastuosa milanesa. Primera Junta 999, San Isidro, Buenos Aires.
Parrilla Secretito
Esta es la típica parrillita de barrio que resiste el paso del tiempo, un bodegón completamente decorado con camisetas, banderines, posters y noticias de la Academia, un homenaje parrillero a Racing Club. Allí se acercan tacheros, vecinos, cocineros y, en general, gente que quiere un buen asado a un precio amigable. Las mollejas de corazón son un manjar, lo mismo que el costillar. Un lugar nostálgico y divertido, para ir con amigos, y compartir un vino y un choripán. Dorrego 2720, CABA.
La Dorita
La Dorita tiene aires de típico bodegón porteño con murales de Marcos López, guirnaldas de colores, fotos de Fangio y Maradona, pingüinos de vino intervenidos y un pequeño altar al Gauchito Gil. La especialidad de La Dorita son las carnes servidas en fuentes de hierro candente sobre tablas de madera. Se puede arrancar con un choricampi (un chorizo envuelto en una fina masa de pan de campo) y las empanadas de masa casera (de carne cortada a cuchillo, osobuco o carne picante) para pasar luego a las carnes: bife de chorizo, ojo de bife grillado en astillas del quebracho, vacío, asado de centro, matambrito de cerdo, entraña, chinchulines y riñones, todo lo que no puede faltar en una buena parrilla. Además de papas y ensaladas preparan un delicioso boniato al rescoldo con emulsión de mandarinas y también una gran parrillada de vegetales. Humboldt 1892, CABA.
La Brigada
Injustamente dejada de lado por las listas de premios que abundan en la región, La Brigada es una de las parrillas favoritas de los cocineros y eso, dice mucho. Sus chinchulines de cordero son legendarios y tienen carnes que se cortan con cuchara, extrema terneza y sabor. Tiene aires de bodegón porteño, un toque pituco, súper decorado y con una cava donde conviven las mejores etiquetas del país. Parada obligada de quienes frecuentan San Telmo, La Brigada del gran Hugo Echevarrieta es un templo pagano de la carne al que de tanto en tanto, hay que ir a agradecer. Estados Unidos 465, CABA.
Rufino
Escondido en el Hotel Mío Buenos Aires de Recoleta, Rufino es casi como un speakeasy, ya que no se llega por casualidad. Para arrancar, hay que probar los hongos a la chapa con espinacas y almendras, y las empanadas fritas de asado cortado a cuchillo. Para seguir, un matrimonio: el chorizo y morcilla (que viene con chucrut de repollo con pasas de arándanos y nueces y dip de chutney de tomate y manzana). Pero los verdaderos protagonistas de la noche son el ojo de bife a la parrilla con manteca de chimichurri y ajo, y si son varios, el costillar del centro cocido a baja temperatura por seis horas. Rufino tiene además una gran carta de vinos para acompañar en un espacio libre de olores, ideal para una cita secreta. Av. Quintana 465, CABA.
Hierro
Hierro puso el foco en las carnes maduradas puertas adentro y cocidas a las brasas. A su vez, cuentan con una interesante oferta de guarniciones y platos de vegetales de estación, una buena selección de vinos y coctelería de autor. La especialidad son los cortes de raza Angus Black seleccionadas especialmente para Hierro y sometidas a un proceso de maduración al vacío en una cámara de refrigeración ubicada en el mismo restaurante para lograr la terneza y la concentración de sabor que busca el parrillero. Las carnes se cocinan a las brasas de carbón y quebracho colorado. Boulevard del Mirador 220, Nordelta, Buenos Aires.
Lo de Jesús
Primo hermano de La Malbequería, Lo de Jesús es de esos lugares que han subsistido a los largo de los años gracias a una propuesta sabrosa y honesta. Pero en los últimos tiempos, Darío Gualtieri, uno de los mejores cocineros del país, tomó las riendas de ambos lugares y los llevó a su máxima expresión. Bajo el concepto, del campo a la mesa, de la parrilla salen entrañas y ojos de bife de carnes seleccionadas; provoletas doradas, y vegetales grillados, todo para acompañar con alguna de las etiquetas de la extensa y variada carta de vinos. Cuentan con un centro de producción propio, donde se elaboran diariamente los panes y se maduran las carnes al vacío, y se preparan los deliciosos postres que cierran la noche. Gurruchaga 1406, CABA
La Cabaña
Sobreviviente de Puerto Madero, La Cabaña es una parrilla con más de 88 años de trayectoria que suele llenarse no solo de turistas sino también de locales. La especialidad de la casa son los cortes tradicionales de raza Angus como el bife de chorizo, el ojo de bife y el asado, aunque también trabajan con el bife de costilla, el T-bone y el Tomahawk. Además, puertas adentro producen su dry aged. También, trabajan cortes de raza Wagyu que no solo destacan por su inconfundible sabor, sino por su cocción, a las brasas, con leña y carbón. Tiene una degustación premium para probar los tres estilos de carnes ideal para compartir entre tres o cuatro personas. Alicia Moreau de Justo 580, CABA.