Diez vinos tintos impactantes para acompañar los platos del 25 de Mayo
La cuarentena, el feriado y el clima fresco son variables que invitan a cocinar (o usar una app de delivery, no hay problema) y disfrutar de platos intensos, con carácter y mucho sabor.
El 25 de Mayo, de hecho, está asociado con esa cocina que algunos llaman "argentina" pero que está conformada por preparaciones y recetas de lo más diversas: algunas bien tradicionales y otras que son el resultado de adaptaciones y recreaciones.
En todo caso, se trata de un complejo rompecabezas cultural y gastronómico en el que pueden convivir empanadas, locro, pastel de papas y guisos de todo tipo. Muchos de ellos son platos bien de invierno, que pueden entrar en la categoría "comfort food".
¿Y qué hay de los vinos que pueden acompañar esos platos intensos, en los que suelen prevalecer ingredientes como la carne, las legumbres y las especias? Para esos casos, te presentamos una selección de diez blends tintos impactantes, con mucho carácter y personalidad y que son ideales para poner en la mesa y servir junto a esos platos humeantes y cargados de sabores.
A tomar nota:
Altos La Ciénaga Reserva Tannat Shiraz 2016 | Altos La Ciénaga | $1.800
Altos La Ciénaga es de esas bodegas que, si probás cada tanto sus vinos, podés llegás a reconocerlos a ciegas, entre otras muestras. La profundidad de sus aromas siempre impacta. Sus aromas a fruta madura, su clásico toque terroso y su colchón de especias es una marca registrada y en este blend todo eso se percibe claramente. En boca, este vino exhibe buen músculo, con paso amplio, voluminoso y taninos rugosos que te dejan salivando, junto a una acidez marcada que le da ímpetu. Un párrafo aparte merece su buena carga aromática en boca, que deja una sensación a ciruelas e higos secos que te va a acompañar durante un buen rato. La personalidad y el carácter dados por el terroir extremo, en esta bodega son marca registrada y es algo a lo que ojalá nunca renuncien.
Tikal Patriota Malbec - Bonarda 2017 | Tikal Natural Winery | $1.500
Un vino al que, apenas servís en la copa, atrapa por la sensualidad de sur fruta roja, sanamente madura, junto con toques florales, un dejo herbal bien ligero y un recuerdo a cacao. De paso jugoso y fluido, así como preciso, este vino es puro equilibrio gracias a sus taninos pulidos. Final fresco, sin exageraciones.
Casa Boher Gran Reserva 2017 | Rosell Boher | $2.600
Se trata de un corte que conjuga Malbec, Cabernet Sauvignon y Merlot. Definitivamente, esta etiqueta será una gran zona de confort si buscás un vino bien profundo, de aromas intensos, que vayan más por el lado de la fruta madura, tipo mermelada y las especias, tipo pimienta. Todo esto, compitiendo de igual a igual junto con una madera que aporta especias pero de las dulces. En boca es amplio, bien musculoso y con paso graso. Tiene el mérito de tener una acidez que lo empuja y evita que caiga en todo momento, pero esa frescura está bien ensamblada y en sintonía con la potencia del vino. Su recuerdo es largo, muy largo, de la mano de notas de fruta negra bien marcadas.
De Sangre Red Blend 2019 | Luigi Bosca | $2.160
Profundo, impactante y muy aromático. Este corte de Cabernet Sauvignon, Syrah y Merlot, que forma parte de la nueva colección de vinos de Luigi Bosca, es pura elegancia y se luce con sus notas de fruta negra y roja, sus toques especiados y sus recuerdos a caja de habanos. En boca es sabroso, amplio y con buen músculo. Sus taninos, de interesante textura, dejan una sensación granulosa en su paso. Recompensa con una agradable acidez, que queda flotando y estira la experiencia.
Barrancas Toso Red Blend 2018 – Pascual Toso | $850
Mucha personalidad en este corte que entrega notas de fruta negra y roja maduras, con una fuerte paleta especiada y una ráfaga fresca, entre herbal y mentolada. La madera compaña muy bien, con sensibilidad pero siempre respetando el estilo de la bodega. En boca, es todo lo que está bien: la estructura se siente, pero es preciso, compacto y de taninos bien trabajados. Hay cuerpo y sana madurez pero esa fluidez y la acidez en su punto justo, permiten que todo funcione en armonía.
Séptima Gran Reserva 2018 | Bodega Séptima | $2.350
Cuando lo descorches, lo sirvas, lo airees, lo dejes reposar y lleves tu nariz a la copa, el concepto se va a revelar al instante: es un vino para quien busca la sana madurez y una barrica que, sin enmascarar nada, tenga un papel relevante. En este vino, la fruta es nítida; como decíamos, hay madurez pero sana y se lleva de maravillas con las notas de tabaco y cacao que suma su crianza. Las flores, los toques herbales y las especias suman complejidad en este corte. En el paladar no es un vino denso, está bien balanceado; con musculatura, claro, y con taninos dulces que le dan andamiaje, pero fluye muy bien. Tiene además, una frescura acorde al peso y al estilo del vino, que le queda muy bien. Nada está sobreactuado o llevado al límite. En su largo final, las notas de crianza y madera cierran el círculo. Uno de esos vinos tope de gama que, en un mundo ideal, serían perfectos para todos los días. Se consigue en la tienda online que acaba de lanzar la bodega.
Bianchi IV Generación 2018 | Bodegas Bianchi | $4.500
Uno de los últimos lanzamientos que refleja el espíritu de búsqueda de la bodega que, sin olvidar sus raíces en San Rafael, viene explorando a fondo el terroir de Los Chacayes. Y este blend, conformado por Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon y Petit Verdot, es una gran puerta de entrada a la actualidad y al futuro de Bianchi: con maestría, el gran enólogo Silvio Alberto entrega un tinto complejo, donde conviven capas de fruta roja y negra, apenas maduras, junto con trazos de hierbas y especias. La madera, más de fondo, aporta cierto clasicismo, sumando toques de cacaco y un dejo tostado. Al paladar presenta un largo desarrollo, bien texturado, con ese brío y vitalidad que logran los Malbec de Chacayes. Oleoso, pero no sucroso; voluminoso, pero no sobrecargado; impactante en términos aromáticos, pero siempre elegante. Largo final, con un recuerdo nítido de más frutas negras y especias. La alta gama, muy bien entendida.
Ekeko 2017 | Miraluna | $1.300
Desde Cachi, en los Valles Calchaquíes llega este ejemplar que conjuga Malbec y Merlot y que resume, en gran medida, la actualidad de los vinos de alta gama del Norte Argentino. Tiene en su ADN la profundidad irrenunciable que la fruta experimenta en esa zona del país y a esas alturas, a más de 2.600 metros sobre el nivel del mar. Aparecen además, notas de especias y un rastro de hierbas salvajes. Al paladar se presenta largo, con una soberbia frescura y unos taninos firmes pero sin una arista. Tiene la virtud de tener un buen graso, pero no es un vino sucroso. La energía ácida, en tanto, se percibe natural desde el comienzo y avanza en un in crescendo. Con carácter y, a la vez, ultra bebible. Un corte que muestra la nueva normalidad de Salta.
Los Muros Malbec Cabernet Sauvignon 2018 | Finca Bandini | $1.360
Se trata de la nueva añada del blend que forma parte de este proyecto que cuenta con la asesoría del enorme Marcelo Pelleriti. En esta añada, este exponente de Las Compuertas se luce con el aporte de las dos variedades, que juegan bien su papel y se complementan: está la fruta roja y el tono especiado que logra el Malbec en la zona, reforzado con más de esas especias propias del Cabernet Sauvignon. En boca es jugoso, con una acidez crocante y taninos presentes, que aportan agarre y textura. Vino con energía y personalidad, de marcado y refrescante final. Se consigue en el ecommerce de la bodega.
Amalaya Gran Corte 2019 | Bodega Amalaya | $920
Hace tiempo decimos, aunque tal vez no sea necesario recalcarlo ya, que los vinos del Norte Argentino pueden ser intensos y muy potentes, pero pueden ser también sumamente elegantes. La altura, la amplitud y ese sol les da sí un color denso y profundo, aromas intensos y mucho cuerpo, pero todo esto convive muy bien con ese concepto que en el exterior denominan "drinkability". En este corte de Malbec, Cabernet Franc y Tannat aparecen notas de frutas rojas y negras maduras, muchas especias, toques de pimentón ahumado y un recuerdo a café. En boca, en tanto, es una grata sorpresa: los taninos firmes, que le dan buen sostén a este vino jugoso y rico, conviven con una grata frescura. La mano de los enólogos se palpa en este blend, donde lo extremo del terroir se siente, pero esa energía también puede ser sinónimo de elegancia.