¿Qué son los vinos transparentes?: Luigi Bosca lo explica con una nueva colección
"Transparencia". Ese fue el concepto que quedó flotando durante la presentación que hizo Bodega Luigi Bosca de su nueva colección de vinos: De Sangre.
No hay que confundir transparencia con vinos desnudos, el término que hace referencia a vinos de mínima intervención, incluso sin agregado de sulfitos.
Transparencia, en este caso, se refiere a la sensibilidad con la que se trabaja en el viñedo y en la bodega para lograr que el vino hable de su ADN, de su varietalidad. Pero también, de la capacidad que tenga, una vez puesto en la botella, de revelar las cualidades del lugar, del suelo y del clima, del que proviene.
No es una tarea sencilla, en absoluto: mantener un estilo de vinos elegantes, de sana madurez, conservar también una frescura natural, que el vino demuestre con qué uvas está hecho pero, a la vez, revele las características de su terruño. Muchas variables en juego, donde cualquier elemento disonante puede cambiar la ecuación. Demasiada madurez, una cosecha demasiado anticipada, un uso excesivo de madera, sobreextracción al momento de vinificar y varios etcéteras.
De modo que balancear toda esta información y poder exaltar una cualidad a veces tan difícil de reflejar, como es el terroir que, como decimos, habla en voz muy baja, es un arte en sí mismo.
Y esto es lo que se propuso Luigi Bosca con De Sangre: mostrar ese complejo equilibrio en cada uno de los siete vinos que componen esta nueva colección.
"Es un enorme desarrollo. Hay vinos en los que venimos trabajando desde hace muchísimo tiempo y este lanzamiento está enmarcado en los 120 años de historia de la bodega. De Sangre son vinos hechos con toda nuestra pasión, que nacen de nuestros terruños y simbolizan el espíritu pionero que tuvimos desde el inicio, a través de la búsqueda incansable de producir vinos diferentes, de clase mundial y en nuevos terruños", destacó Alberto Arizu durante una presentación realizada de manera virtual.
"Son vinos que provienen de viñedos muy especiales y de parcelas cuidadosamente seleccionadas. Muchos de eso viñedos tienen un siglo o más de vida. Y no nos sentimos dueños de esos recursos naturales, somos custodios y nuestro compromiso es conservarlos para las próxima generaciones", agregó.
Un dato clave es que se trata de una cocreación: cada botella lleva la firma del enólogo Pablo Cúneo y de Alberto Arizu padre. Sobre esto, Arizu comentó en la presentación vía streaming que "él dice algo muy cierto: que el futuro está en el pasado".
Acto seguido, reveló el origen del nombre, que está lejos de ser una cuestión de marketing: "Tenemos una historia en la familia; alguien me contó alguna vez que mi abuelo, cada vez que seleccionaba algún vino en la bodega, lo llamaba ‘vino de sangre’. Ese nombre ha estado dentro de mi familia muchísimos años. Y cuando lanzamos el red blend hace años con esa marca, sin ribetes anglofónicos, tuvo muchísimo éxito, porque no hacía falta hablar castellano para entender la conexión emocional. Y ese fue el disparador de estos siete vinos".
Transparencia, pilar en su diseño
Cúneo explicó que hace años que vienen trabajando con mapeo de suelos y microvinificaciones y que, como resultado de este profundo análisis, "encontramos que cada microparcela de ellos tenía algo distintivo, un matiz que hizo que la elaboremos por separado".
Por eso, según el enólogo, "De Sangre sintetiza la preservación de la varietalidad, la transparencia del terruño y también el trabajo de precisión. Y todo este sentido de lugar, en sintonía con el equilibrio y la elegancia que son propios de Luigi Bosca de toda la vida".
"Tenemos la de que menos es más, intervenir lo mínimo necesario. Y el uso de las herramientas enológicas tiene que acompañar esa fruta que queremos exponer", completó.
Y, prosiguiendo con el concepto de ser "custodios" del terruño, Cúneo reveló que como "estos recursos y el cuidado de ellos es muy importante, estamos entrando en el segundo año de cultivo orgánico en tres de nuestras fincas y, en un plazo de cinco años, vamos a tener el 100% certificado orgánicamente. En toda esta visión sumamos el cuidado del suelo y del agua y un valor fundamental, que es la gente que trabaja con nosotros".
Los vinos
Durante la presentación se degustaron tres nuevas etiquetas, de las siete que conforman la colección:
Luigi Bosca De Sangre Malbec Edición Limitada 2017 ($3.350)
¿Qué ofrece este vino? Emociona realmente Altamira con este Malbec cargado de frutas en alta definición y una nítida atmósfera floral. En boca es largo, sustancioso, preciso, con unos taninos híper texturados que le dan sostén y estructura, pero con elegancia. Hay un agradable graso que le da presencia en un recorrido bien balanceado, de la mano de una sensación ligeramente fresca que queda flotando en el paladar.
Según Cúneo, "es un vino que resume de manera clara el trabajo de los últimos cuatro años la búsqueda de precisión, la preservación de la varietalidad y la transparencia del terruño".
Y si bien se tiende a pensar de Altamira como una zona nueva, el enólogo explicó que esa zona tiene una historia parecida a Luján: "Allí hay viñedos con 70, 80 años o más, porque se hace viticultura desde hace mucho tiempo y hay materiales únicos".
Arizu agregó que este vino "proviene de un viñedo que ya estaba cultivado con vides bastante añosas y que hemos ido reconstruyendo en la última década, cuando adquirimos la finca. El material y la riqueza estaban presentes allí y eso nos permitió obtener un vino transparente, que no esconde nada".
Luigi Bosca De Sangre Cabernet Franc 2018 ($2.600)
¿Qué ofrece este vino? En momentos en que muchos de los nuevos Cabernet Franc provienen de Uco, es una grata sorpresa este ejemplar de la zona de Maipú. Impacta por ese mix de frutas rojas y negras, con un trasfondo herbal y especiado, complementado con una madera que no pide protagonismo. Entra desde el arranque con una linda frescura, nada fingida, con esa acidez que le da soporte y lo va llevando, junto a una ligera jugosidad. Un vino para beber y beber.
Arizu destacó que este Cabernet Franc "es un hallazgo, es una perla de un viñedo de casi 100 años que nos lleva al origen de la bodega" y que resume bien la filosofía enológica de Luigi Bosca: "Es un vino para el placer".
A su turno, Cúneo reveló que un porcentaje de este vino se elaboró con la técnica de maceración carbónica, "lo que nos permitió aportar ese giro de frescura y dulzura".
Luigi Bosca De Sangre Cabernet Sauvignon 2018 ($2.800)
¿Qué ofrece este vino? Se trata de un blend que conjuga parcelas de Las Compuertas y Agrelo, en Luján de Cuyo, y de Gualtallary y Altamira, en Valle de Uco. El resultado, es un vino equilibradísimo, sofisticado, con una aromática bien definida pero no demasiado exuberante, con notas de frutas negras sanamente maduras y un claro perfil especiado, acompasado por una ráfaga fresca, que remite a lo herbal. En boca es largo, bien balanceado; un vino sin urgencias, donde estructura, acidez y un suave graso se mueven en un delicado equilibrio. Un vino pardójico: tiene carácter pero a la vez es sutil, complejo pero no sobrecargado. Es de esos vinos ideales para disfrutarse solos, para descubrir sus pequeños detalles.
Según Cúneo, "sintetiza el trabajo de esta selección de parcelas. Proviene de cuatro orígenes distintos, que da una identidad completa del Cabernet Sauvignon. Con el conocimiento de años que tenemos de la variedad, la idea fue combinar cada uno de los lugares, para que nos aporte algo diferente al corte final: Las Compuertas nos da el carácter elegante y especiado; Agrelo nos suma fruta negra y taninos; Gualtallary, frescura, tensión, acidez y una nota más herbal; Altamira, en tanto, nos da dulzura, es lo que termina de envolver a los componentes".
Arizu dedicó buena parte del streaming para detenerse en las particularidades de este vino: "Primero, como industria, tuvimos que instalar el Malbec, una variedad que estaba olvidada, perdida, y en Argentina apareció como una estrella en el horizonte. Ahora estamos mostrando la diversidad del Malbec. Y en el caso del Cabernet Sauvignon, estamos construyendo un camino. Como bodega nos propusimos el desafío de tener vinos world class a partir de esta variedad, porque es lo que nos va a marcar el futuro. Vamos a seguir apostando por los Malbec de diferentes zonas, que son fantásticos, pero el gran objetivo que tenemos es el de dar a conocer al mundo los Cabernet Sauvignon de clase mundial que estamos logrando. Y este De Sangre es un fiel exponente de lo que queremos".
"El mundo está lleno de Cabernet Sauvignon, con su típico carácter pirazínico. Pero nosotros tenemos un estilo diferente, marcado por las frutas maduras y las especias, y eso nos posiciona en un lugar distinto", completó.
La colección De Sangre se completa con:
Luigi Bosca De Sangre Malbec Valle de Uco 2018 ($2.600)
Se trata de un vino proveniente de parcelas ubicadas en Villa Seca y Altamira.
Luigi Bosca De Sangre Malbec D.O.C. 2019 ($2.160)
Esta emblemática etiqueta de la bodega ahora pasó a formar parte de la línea De Sangre. Se trata de un blend de parcelas ubicadas en Las Compuertas, Vistalba y Agrelo.
Luigi Bosca De Sangre White Blend 2020 ($1.800)
Un blend blanco conformado por las variedades Chardonnay, Semillón y Sauvignon Blanc, de Gualtallary y Tupungato.
Luigi Bosca De Sangre Red Blend 2019 ($2.160)
Es la etiqueta que dio origen a lo que ahora es una colección. Se trata de un corte de Cabernet Sauvignon, Syrah y algo de Merlot, elaborado a partir de parcelas de viñedos ubicados en Las Compuertas y Agrelo.
Por Juan Diego Wasilvesky