En el mes del Malbec, 5 enólogos recomiendan 5 vinos para entender el ADN de la cepa emblema
Cada 17 de abril se celebra, en todo el mundo, el "Día del Malbec". Y la razón hay que buscarla en su historia: el Malbec se originó en el sudoeste de Francia. Allí se cultivaba este cepaje con el que se elaboraban vinos denominados "de Cahors" por el nombre de la región, reconocidos desde los tiempos del Imperio Romano. Estos vinos se consolidaron en la Edad Media y terminaron de fortalecerse en la modernidad.
La conquista del mercado inglés fue un paso decisivo en la valoración de esta cepa en Inglaterra y en el mundo. Hacia fines del siglo XIX, la plaga de filoxera destruyó la viticultura francesa, por lo que el "Cot" (como se lo conoce al Malbec en Francia) cayó en el olvido dejando, sin embargo, una cultura de apreciación del Malbec ya construida.
Sobre esa base se desplegó, un tiempo después, el Malbec argentino. Esta cepa llegó en 1853 al país de la mano del francés Michel Aimé Pouget (1821-1875), un agrónomo contratado por Domingo Faustino Sarmiento para llevar adelante la dirección de la Quinta Agronómica de Mendoza.
Siguiendo el modelo de Francia, esta iniciativa proponía incorporar nuevas variedades de cepas como medio para mejorar la industria vitivinícola nacional. El 17 de abril de 1853, con el apoyo del gobernador de Mendoza, Pedro Pascual Segura, se presentó el proyecto ante la Legislatura Provincial, con vistas a fundar una Quinta Normal y una Escuela de Agricultura. Este proyecto fue aprobado con fuerza de Ley por la Cámara de Representantes, el 6 de septiembre del mismo año.
A fines del siglo XIX y de la mano de los inmigrantes italianos y franceses, la vitivinicultura creció exponencialmente y con esta, el Malbec, que se adaptó rápidamente a los diversos terruños que proponía nuestra geografía donde se desarrolló, incluso, mejor que en su región de origen. De esta forma, con el tiempo y con mucho trabajo, se perfiló como uva insignia de la Argentina.
La gestión de Pouget y Sarmiento en la Quinta Normal de Mendoza fue parte decisiva de este proceso. El 17 de abril es, para Wines of Argentina, no sólo el símbolo de la transformación de la vitivinicultura argentina, sino el punto de partida para el desarrollo de esta cepa, emblema nuestro país a nivel mundial.
Por eso, más allá del origen francés de la variedad, hoy en el mundo el Malbec es sinónimo de Argentina.
En ese contexto, cinco enólogos recomendaron cinco vinos clave de la vitivinicultura argentina para celebrar a la cepa emblema y de provincias como Mendoza, San Juan, Salta y Catamarca.
A través de una presentación vía streaming, se resaltó que Mendoza mantiene su liderazgo en la producción nacional de Malbec con 3.195.129 quintales, casi el 86% de todo lo que se produce en el país.
Sin dudas los números son importantes pero no absolutos por eso es que cuando en la Argentina se habla de Malbec también hay mencionar a todas las demás provincias que también trabajan con la producción de la uva tinta de Cahors, Francia.
Para abrir el debate, Eduardo Casademont, enólogo de Finca Las Moras, una bodega del Valle del Pedernal, San Juan, no dudó en recomendar el Alma Mora Malbec, "un gran vino argentino, un Malbec que solo en la Argentina en el 2020 vendió más de 7 millones de botellas".
A su turno, Alejandra Ríofrío, flamante enóloga de una de las bodegas más tradicionales de la Argentina, Navarro Correas, explicó que "con el Malbec estamos allanando el camino a todas las demás cepas que se producen en la Argentina. Hoy nos conocen por vinos como el Alegoría Gran Reserva Malbec pero cada vez hay mejores vinos y muchos más profesionales con la capacidad y experiencia para hacer mejores vinos". Para luego agregar que "las tierras de Agrelo no tienen la tradición de Maipú, Luján de Cuyo o el glamour de Gualtallary pero tienen todo para hacer los mejores vinos del mundo".
Opi Sadler, enólogo de La Mascota, una bodega más reconocida en el mundo por su Cabernet Sauvignon, pone el énfasis en las tierras frías del Río Mendoza, más precisamente de los viñedos de Cruz de Piedra. donde se hace el Mascota Malbec, "un tinto argentino que cotiza muy bien en el exterior, incluso mejor que el Cabernet Sauvignon promedio de otros países".
El que apela al sentimentalismo para elegir su Malbec preferido es Sergio Casé, enólogo de Bodega Trapiche: "Desde 2003 que se presentó la línea Trapiche Terroir Series que llevo una viña en mi corazón, la de Don Victorio Coletto, un gran viticultor mendocino de El Peral de Tupungato, en el Valle de Uco".
Cabe recordar que Terroir Series Finca Coletto es un vino que llegó a la cúspide de la consideración mundial cuando fue elegido como Mejor Vino del Mundo.
Finalmente, quien cerró el debate sobre el Malbec y los diferentes terroires fue el enólogo Alejandro Pepa, de El Esteco, la bodega salteña que año tras año mira al mundo desde las alturas de Cafayate y de Chañar Punco, viñas de donde se obtiene los quintales de Malbec asoleados en los Valles Calchaquíes. El Blend de Blends Malbec fue su elegido, un malbec que ya conquistó el paladar de los argentinos y del mundo por su elegancia.