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Así se gestó un vino argentino con 150 años de historia

Bodega Goyenechea presentó una etiqueta de alta gama: un blend con ADN del terruño de San Rafael. Precio de venta y características
03/07/2020 - 20:04hs
Así se gestó un vino argentino con 150 años de historia

Pocas bodegas en la Argentina pueden ufanarse de ser centenarias y estar en manos de las familias fundadoras.

Hay muchas bodegas familiares y muchas bodegas centenarias, claro. Pero no sobran las que reúnan ambos atributos.

Una de las que cumple con ambos preceptos es Goyenechea, el emblemático establecimiento emplazado en San Rafael, Mendoza, y comandado por Sebastián Goyenchea, un bodeguero con alma de emprendedor.

El dato clave, es que la bodega, que va por la sexta generación, cumplió nada menos que 150 años y decidió celebrarlo con un vino. ¿Su nombre? Siglo y ½. Se trata de un corte de Cabernet Sauvignon, Malbec, cosecha 2013; y una dosis homeopática de Bonarda de la añada anterior.

VINOS | Bodega Goyenechea lanzó un vino para celebrar su 150 aniversario

"Este vino comenzó a gestarse hace mucho, cuando lanzamos el vino 135 Aniversario, ya proyectando el momento de cumplir 150 años de vida. En 2010 tomó impulso la idea y se usaron cosechas 2012 y 2013 para elaborarlo", cuenta Sebastián Goyenechea, en diálogo con Vinos & Bodegas.

A la hora de explicar las características del terroir de San Rafael del cual provinieron las uvas que dieron vida a este corte, Sebastián explica que "son tres viñedos muy diferentes: la Bonarda es de un parral muy antiguo, de 1960 aproximadamente; el Cabernet es de un viñedo en espaldero del Callejón Central de la Finca La Vasconia, que debe tener unos 18 años, mientras que el Malbec también es de un espaldero que está frente al edificio de la bodega y tiene entre 7 y 8 años".

¿Y qué representa poder estar lanzando este vino en un contexto tan complejo para la vitivinicultura argentina? "Es un orgullo", dice Sebastián. "Es muy emocionante pensar que tantas ramas de antepasados comenzaron este negocio hace 150 años y que hoy en día continúa, no sé si alguien en sus orígenes podía llegar a imaginarlo pero es así y ya está trabajando en esto la sexta generación familiar y la idea es continuar", agrega.

¿Qué propone este vino? 

Este vino, del cual se hicieron apenas 2.150 botellas y que se consigue a $2.500 (desde la bodega avisan que queda muy poco en el mercado) ofrece una zona de confort para que los que busquen un perfil de madurez y madera. En ese sentido, es bien clásico, con notas de confituras de frutas rojas y negras; con un colchón de especias, tipo pimienta y algo de mix de especias de repostería. Tiene un fondo lejanamente mentolado, pero es una ráfaga. En boca entra con buen impacto y luego muestra buen graso y buen músculo, con mucha más fruta negra. Sus taninos son firmes, ligeramente rugosos. Lo bueno es que no es un vino que exige por demás los sentidos. Se puede beber y no cansa. En ese sentido es un vino para disfrutar ahora pero también se podría dejar unos años más (cuatro, cinco) hasta que se acerque a su teórico esplendor.

VINOS | Sebastián Goyenechea, al frente de la centenaria bodega

Mientras la bodega sigue festejando su historia, también planifica su futuro. En ese sentido, Sebastián explica que "los planes para cuando termine la pandemia son muchos, principalmente crecer en el mercado externo, seguir apuntando también al mercado interno y continuar desarrollando productos".

En este sentido, anticipa que la idea próxima es lanzar un nuevo vino de alta gama que "va a ser un Malbec envasado en botella Borgoña pesada, precisamente haciendo alusión a nuestra historia y nuestras viñas antiguas".

"Y seguramente algunas sorpresas más en torno a los varietales", completa.