Vinos que hablan del lugar: así son las tres nuevas etiquetas de Trapiche
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Son siempre bienvenidos los vinos que, además de ser ricos para beber, tienen algo para contar. Y más aún, cuando eso que tienen para decir permite que el consumidor conozca un poco más sobre ese término que, para quienes no están tan inmersos en el mundo del vino, puede resultar un poco esquivo, como es el "terroir".
Los vinos que hablan del lugar no son una novedad, lógicamente. En el Viejo Mundo, es la principal fortaleza sobre la cual muchas regiones construyeron su fama de clase mundial, a través de los siglos. En el Nuevo Mundo, especialmente en la Argentina, hacer foco en esa variable es una práctica un poco más reciente.
Pero lo interesante es cuando una bodega lanza una línea o una familia de vinos que permiten conocer más a fondo las particularidades de un terroir. La clave radica en que en general un mismo enólogo o un mismo equipo enológico, en una misma vendimia, vinifica uvas procedentes de diferentes terruños, bajo un mismo concepto estilístico (no confundir esto con el hecho de utilizar las mismas recetas, claro), para ver cómo se expresan esas distintas regiones o microrregiones y cómo influyen factores como la altura o los perfiles del suelo.
Son vinos que, en definitiva, vienen a desafiar a los "incrédulos" del terroir, porque demuestran cómo una misma bodega y un mismo equipo de trabajo, incluso con una misma variedad de uva, puede obtener resultados organolépticos completamente diferentes.
Esto, que puede resultar una obviedad entre enólogos, sommeliers y apasionados por el mundo del vino, no tiene por qué ser una verdad revelada para todo aquel que simplemente quiera descorchar y disfrutar de una buena copa.
El otro punto positivo de las líneas de vinos de terruño es que facilitan mucho la comunicación y, en general, hacen que sea más fácil para un consumidor entender la diferencia de una zona u otra.
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Esto es lo que se propuso en buena medida Trapiche con su nueva línea "Perfiles", conformada por dos Malbec y un Cabernet Sauvingon y que provienen de viñedos emplazados, justamente, en diferentes perfiles de suelo: textura fina, calcáreo y grava.
"Con esta línea logramos crear vinos de máxima expresión, que saben contar lo que está bajo la superficie porque exploran los mejores suelos de Mendoza", explicó al respecto Sergio Casé, enólogo de bodega Trapiche.
¿Qué proponen?
Perfiles Textura Fina Malbec 2017
Proviene de una zona clásica como Agrelo, en Luján de Cuyo. Y su espíritu se refleja en este ejemplar: la fruta roja se encuentra súper nítida, con esa sensualidad típica de Agrelo. Hay algún dejo muy lejano a madera que nunca llega a eclipsar a la materia prima, reforzando su frescura. En boca tiene volumen y ese paso ligeramente sucroso que entrega esta región pero la acidez, bien ensamblada, le quita algo de golosidad. En ese sentido, no es un vino que caiga en ningún cliché.
Perfiles Calcáreo Malbec 2017
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Cuando se habla de suelos calcáreos en Mendoza, uno de los hotspots indiscutidos es Gualtallary, en el Valle de Uco. Más allá de que aún hoy algunos aspectos técnicos siguen en debate entre la comunidad enológica, no hay dudas de que los suelos de perfiles minerales redundan en vinos con una textura realmente diferente y un tipo de frescura distinta. En nariz, este vino entrega mucha fruta roja y algo de flores, con un toque herbal extra que suma frescura. En boca, en tanto, aparece esa textura característica, de la mano de un vino de gran carácter pero igualmente bebible.
Trapiche Perfiles Grava Cabernet Sauvignon 2017
La pimienta negra manda y aparece en alta definición en este Cabernet Sauvignon de alto vuelo. La aromática habla de buen balance entre la frescura y la madurez y no "pirazinea", al tiempo que la madera se muestra hiper sutil, como en toda la línea, y no tapa a la fruta. En boca tiene ese sello característico de La Consulta, en Valle de Uco: hay redondez, taninos amables, perfectamente pulidos, pero nunca va hacia el lado excesivamente sucroso. La agilidad que le imprime Uco lo separa de esa untuosidad característica que se puede encontrar en otras zonas, como por ejemplo, Agrelo. Vino preciso, bien definido, para beber y beber, que no va a cansar el paladar.
Cada etiqueta se comercializa a $650. Si hay una reunión entre amigos o familiares, entonces será ideal ir por los tres y jugar un poco buscando percibir cómo cada suelo habla a través de los vinos.
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