Con vinos a menos de $200, Bianchi busca democratizar la bebida nacional
Situación: mediodía en una parrilla hipster de Palermo. Un enólogo hablando y más de 30 comunicadores del mundo del vino escuchando y degustando.
Una escena clásica para el día a día de la industria vitivinícola, de la mano de los cientos de enólogos que están en gira constante –en la Argentina y también en el exterior- para promocionar sus últimos lanzamientos.
Lo interesante es que, esta vez, los protagonistas no fueron vinos de alta gama. Por el contrario, fueron etiquetas entry level las que coparon la escena. Y salieron victoriosas.
Es que Bodegas Bianchi está, en estos momentos, relanzando su familia de varietales de la mítica línea Don Valentín Lacrado.
Se trata de una marca emblemática que viene atravesando las décadas y que supo hacerse un lugar en la mesa de los argentinos, primero con los blends tinto y blanco –que vieron la luz en la década del '60- y ahora redoblando la apuesta con un Torrontés, un Malbec y un Cabernet Sauvignon.
Si bien estas tres últimas etiquetas habían sido estrenadas hace un par de años, ahora –con nueva etiqueta mediante- reclaman un lugar más importante en esta estrategia que los responsables de Bianchi denominaron "democratización" del vino.
"El vino no es solo para coleccionistas", apuntó Rafael Calderón, gerente general de la bodega, para luego agregar que "se debe recuperar lo simple, lo directo, rescatando el placer de beberlo y el disfrute, para diferentes ocasiones de consumo y para distintos consumidores".
En este mismo sentido se expresó Adrián Cura, gerente de Marketing de Bodegas Bianchi, quien afirmó que "uno de los objetivos de esta línea es recuperar el almuerzo con vino". Un objetivo clave para la industria, en un contexto en el que el consumo viene de perforar el piso de los 20 litros per cápita, el peor nivel desde que se tenga registro.
Y la punta de lanza de esta estrategia es ofrecer una buena relación entre la calidad -a partir de vinos equilibrados, frescos, de buena factura-, y el precio, considerando que Don Valentín Lacrado clásico se ofrece a $149 y que los varietales cuestan $169.
Cabe destacar que, en la actualidad, la bodega elabora 12 millones de botellas de la línea clásica y 700.000 de los varietales. ¿Cuál es la estrategia de la bodega? En el corto plazo, incrementar la producción de estos últimos hasta llegar a duplicarla en el corto plazo.
Pensados desde el viñedo
Sergio Pomar, gerente de Enología de la bodega, aseguró que "es un orgullo hacer estos vinos. Son los que más rotación tienen y están pensados desde el mismo viñedo".
"La alta gama tiene su glamour, es cierto. Pero Don Valentín Lacrado tiene la misma importante técnica, para poder lograr ejemplares limpios, frescos y muy bebibles para la mesa cotidiana", amplió.
Para elaborar esta línea, trabajan día a día con más de 50 productores, principalmente de la zona de San Rafael.
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Don Valentín Lacrado Torrontés 2019
Un Torrontés riojano que fue plantado en San Rafael y que ofrece una paleta fresca, sutil, con una expresión diferente a la clásica aromática que entrega la variedad. Hay fruta y flores blancas pero no es tan explosivo. En boca corre muy fluido, con buena frescura y linda acidez, que lo va empujando, para luego cerrar sin dejar rastros amargos. Perfecto como aperitivo, antes de abrir un asado, a medida que van saliendo las mollejas.
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Don Valentín Lacrado Malbec 2018
En este ejemplar manda la fruta roja madura. Hay algo tenue a flores y especias. En boca se luce con un paso franco jugoso, redondo y algo fresco. Es un vino hiper balanceado, que dará batalla en un asado pero que es lo suficientemente versátil como para acompañar cualquier plato clásico de la vida cotidiana.
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Don Valentín Lacrado Cabernet Sauvignon 2018
Especias y fruta negra y roja dominan su paleta. En el paladar avanza con cuerpo medio pero con taninos apenas rugosos, que le imprimen algo más de carácter, con una atmósfera muy fresca y un dejo a pimiento rojo apenas evidente pero que alcanza para reforzar su espíritu varietal.