Lanzamiento: cómo son los nuevos vinos de bodega Herencia

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La historia de bodega Herencia es el reflejo del camino que tomaron otros emprendimientos que primero se lanzaron a tener una buena materia prima y luego sí apostaron a salir al mercado con marca propia.

La bodega, que es propiedad de la familia Polo, cuenta con 14 hectáreas de viñedos propios en Maipú y con otras 82 hectáreas en La Consulta, Valle de Uco, una zona que nos gusta especialmente porque suele entregar vinos tintos aromáticos, jugosos y redondos, con un plus de frescura.

El camino que construyeron, como se dijo, fue crecer primero a nivel know how para luego sí llegar a las góndolas con sus propios vinos.

En el año 2001 adquirieron una bodega antigua de Luján de Cuyo, que fue totalmente reacondicionada y equipada. Allí comenzaron a elaborar vinos a granel.

La segunda etapa llegó en 2011, cuando sumaron otra bodega, en la zona de Maipú, pero dedicada exclusivamente a la elaboración de espumantes, desde donde empezaron a producir para otras bodegas pero también bajo marca propia.

Sin embargo, tras este largo camino, faltaba el último gran paso: irrumpir en el mercado con un consistente portfolio de etiquetas y llegar al difícil mercado de Buenos Aires, una meta que están cumpliendo en estos momentos.

En efecto: hace pocos días, la bodega presentó en suelo porteño todo su abanico de vinos, que cuentan con el sello del ascendente enólogo Tomás Stahringer.

Y su estilo se entiende al instante: apunta a alumbrar vinos bebibles, fluidos y sin artificios. Busca, en el caso de los blancos, que tengan algo de presencia, pero no por excesos de barrica, sino a través de un meticuloso trabajo de lías. En el caso de los tintos, apunta a lograr ejemplares súper amables, sin demasiada extracción ni concentración, pero tampoco sin caer en la moda de los vinos verdes y ultra ácidos.

Recorriendo cada una de sus etiquetas se ve ese hilo conductor, que bien se podría resumir con una palabra: "equilibrio". Suena simple plantearlo con ese término, pero es lo que termina validándose en cada copa servida: no se ve a un enólogo buscando dar con el hit ácido y mordiente de la temporada. Pero tampoco está con un ojo puesto en los puntos Parker de los '90, cuando se premiaba el estilo denso y sobrecargado.

A continuación, cinco etiquetas para entender qué propone bodega Herencia:

Trabajo Chardonnay 2018 – Precio sugerido: $389

¿Hablábamos de equilibrio? Bueno, este es un ejemplo que resume muy bien esa palabra: este Chardonnay entrega notas verdes y toques cítricos pero también un suave dejo tropical. A partir de uvas de Tupungato, en boca se presenta como un vino fresco pero nunca chispeante. Incluso, tiene un lindo pulso untuoso, contrarrestado por una acidez constante y que va in crescendo. El trabajo sobre lías y la cosecha nocturna son las claves de este perfil logrado. 

Respeto Blend de Blancas 2018 – Precio sugerido: $469

Este blanco conjuga Chardonnay y una proporción menor de Viognier y Torrontés. Según explicó el enólogo, el Chardonnay aporta la cremosidad, mientras que el Viognier suma el esqueleto y el Torrontés levanta un poco el perfil austero. Frutas blancas, flores y toques tropicales le dan vida a una paleta aromática que suma capas y está bien ensamblada. En boca tiene un pulso untuoso, pero no goloso. Hay un debate continuo entre la ligereza y un volumen contenido. La acidez, en tanto, le aporta un toque de brío, sin perder la elegancia. Gran blend blanco, puramente gastronómico.

Respeto Malbec 2017 – Precio sugerido: $499

Para nosotros, La Consulta tiene ese no sé qué. Para ponerlo en términos muy prácticos, es como si una partecita de Agrelo se hubiese trasladado al Valle de Uco, porque entrega vinos redondos, ricos, súper ultra bebibles, pero –y ahí entra el ADN de Uco- con una cuota extra de frescura natural. Y esta etiqueta cumple con esos preceptos: está la esperada fruta roja, apenitas madura, junto a un dejo herbáceo muy lejano y un toque levemente floral. Todo esto, apoyado en un uso de la madera muy racional. En su medio de boca se potencian sus notas de frutas y se revela como un vino muy equilibrado: con el volumen justo, una acidez agradable y un recuerdo que se va apagando poco a poco. Un Malbec para tener en cuenta y a un buen precio en función de lo que te termina ofreciendo.

Respeto Blend de Tintas 2017 – Precio sugerido: $499

El 40% de este vino es Malbec. El 60% restante se reparte entre Cabernet Sauvignon y (¡oh sí!) Merlot, una cepa que algún día volverá a tener un lugar preponderante en la industria vitivinícola nacional. Este Merlot en particular viene de La Consulta y, según relató el propio Stahringer durante la presentación, ese viñedo en esa zona da vinos de la "p#@a madre". Frutas negras y rojas, especias, toques propios del roble... todo se superpone capa sobre capa. Al paladar ataca con un pulso seco, pero no nos malinterpreten: tiene su perfil oleoso, pero no sucroso. Es decir, no va por el lado de los taninos gordos y dulzones, sino que en ese sentido tiene un estilo más austero y delicado.

La Palabra Malbec 2016 – Precio sugerido: $749

Lo interesante de este proyecto es que su línea tope de gama llega a un precio competitivo. En un contexto en el que más y más etiquetas ya sobrepasan con facilidad el techo de los $1.000, este precio resulta más que razonable. Sobre todo por lo que este 100% Malbec de La Consulta, y que proviene de un viñedo ya equilibrado por el tiempo, termina ofreciendo: hay fruta roja apenas madura, algo de flores, un toque herbáceo y una barrica sutil. Esta zona del Valle de Uco, como decíamos, suele entregar vinos como este: fluidos, equilibrados, apenitas sucrosos, pero compensados por una acidez amable, con un filo muy sutil. El resultado es un vino largo y perdurable.