Vinos espumantes de lujo: el nuevo fetiche de un enólogo joven
Cuando a un enólogo argentino se le pregunta por el colega más destacado de este último tiempo es probable que, entre los nombres, surja el de Mauricio Vegetti.
Vegetti es, desde que se inició el proyecto, el enólogo de la bodega Gauchezco. Pero también, con perfil bajo y mucho de trabajo a pulmón, comanda su propio proyecto: Lui Wines.
"Creo que hacer mi vino propio después de 12 años ha sido el mejor videojuego de mi vida. Es un proceso interminable y no puedo dejar de jugarlo", detalla a Vinos & Bodegas iProfesional este enólogo que produce unas 80.000 botellas por vendimia.
Además de un abanico de etiquetas amplio de varietales tintos, blancos y blends, Vegetti se lanzó a apostar fuerte por los espumantes de alta gama.
En un mercado que consume aproximadamente 1 litro de espumantes per cápita por año, las "burbujas de lujo" son un negocio de nicho pero que está en expansión, en un escenario en el que los precios de las marcas importadas más prestigiosas se dispararon tras el abrupto salto del dólar.
En concreto, el enólogo lanzó tres etiquetas método tradicional que registran entre 36 y 42 meses sobre borras y que están elaborados a partir de viñedos emplazados en la zona de Los Árboles, en Valle de Uco. Se trata de una partida limitada que, en total, no supera las 6.500 botellas.
Cada una de estas tres etiquetas se comercializa a un precio sugerido de $1.150, aunque también se puede optar por un estuche de madera con los tres ejemplares por un valor de $4.000.
Sin embargo, el enólogo prefiere hablar más de pasión que de números: "La realidad es que nunca pensé en si había mercado o no. Fue sacarme el gusto de hacer algo con mayor evolución, mayor delicadeza y terminar de definir mi gusto por el espumante champenoise y, por sobre todo, aprender".
En cuanto al estilo que privilegia a la hora de alumbrar espumantes, Vegetti destaca que busca, por sobre todas las cosas, lograr un equilibrio.
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"Quiero que sean bebibles, sin aristas que molesten. Busco evitar los sabores amargos, el exceso de acidez y el exceso de dulzura", detalla, aclarando entre risas que tiene una meta cada vez que elabora una botella: "Quiero encantar al que dice que no le gustan los espumantes y llevar al idilio al que ya le gustaban".
Sin embargo, Vegetti señala que así como busca la fruta, la suavidad y la simplicidad en los espumantes más masivos, para esta línea de alta gama que recién está llegando al público buscó lograr mayor evolución y delicadeza.
La nueva línea método champenoise está conformada por un Brut Nature Pinot Noir Chardonnay, con un registro de 42 meses sobre borras y un Extra Brut 100% Chardonnay y un Brut 100% Pinot Noir, ambos con 36 meses sobre borras.
El estilo delicado y sutil al que hacía referencia Vegetti puede percibirse, justamente, en el Brut Nature, que ofrece una paleta súper elegante, bien definida, que recuerda a las frutas y flores blancas, con trazos a miel y un dejo a brioche súper delicado. En boca, en tanto, ofrece muy buen volumen y peso, con una mouse fina y envolvente. Conforme avanza, gana en expresividad, con una acidez constante que estira la experiencia, pero siempre manteniendo el equilibrio.
Es versátil, porque es un espumante que se puede beber sin acompañamiento, gracias a su frescura equilibrada. Pero también posee el volumen necesario como para convertirse en un buen ladero de la gastronomía.
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El vino base, la gran clave
Consultado sobre el principal desafío para obtener un buen producto, Vegetti no duda: todo está en el vino base del cual se parte.
"El mayor desafío es obtener el vino base de la mayor calidad posible, ya que luego es solo un proceso biológico en el que vas a poder mejorar muy poco. Para mí, el secreto mejor guardado de los espumantes está ahí", señala.
¿Y cómo se logra? El experto enumera: una correcta cosecha, según cada varietal; un prensado rápido que entregue un mosto limpio y una temperatura bien controlada a lo largo de toda la fermentación.
"Todos estos factores sin lugar a dudas van a darte la oportunidad de obtener una buena materia prima para hacer espumantes. Posteriormente, juega un papel importante el licor de expedición, que va a terminar de darle un sello particular al producto", completa.
Y, como en toda la charla, Vegetti vuelve a referirse a que es clave que la industria siga apostando, independientemente del rango de precios, por alumbrar productos de alta calidad.
"Yo particularmente busco con el champenoise obtener en espumantes lo mismo que en la industria hemos logrado con los vinos. Y creo que podemos hacerlo si terminamos de entender nuestros viñedos, nuestro terroir y, a partir de allí, definimos cúal es nuestro estilo como país productor, sin protocolos que no son aplicables a más de 1.000 metros de altura y 320 días de sol", desafía.
"La clave, en definitiva, es seguir atrayendo a más gente a este mundo", recalca, para luego agregar: "Me encanta cuando alguien te advierte 'yo no tomo espumantes, no me gustan', pero cuando le insistís, lo prueba y te dice: 'Este sí me gusta'. Listo, uno más en la lista. ¡Eso es verdaderamente genial!".