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Vinos espumantes dejarán de tributar impuestos y bodegas anticipan "más inversiones"

La exención fue incluida en el proyecto de Presupuesto 2019. Desde la industria aseguran que aumenta la certidumbre y ayuda a planificar a largo plazo
24/10/2018 - 21:00hs
Vinos espumantes dejarán de tributar impuestos y bodegas anticipan "más inversiones"

La industria vitivinícola se anotó un logro realmente importante: tras 14 años de reclamos constantes, los vinos espumantes quedarán directamente eximidos del impuesto interno del 12% que los gravaba.

Este beneficio impositivo se dará por ley, dado que la medida fue incluida en el proyecto de Presupuesto 2019.

Así, la industria vitivinícola dejará de estar pendiente, cada fin de año, de la firma de un decreto que prorrogue la exención, tal como venía ocurriendo desde 2005.

Cabe destacar que fue a través de la ley 25.239 de Reforma Tributaria –que fuera sancionada en diciembre de 1999- que se modificó el artículo 1º de la ley 24.674 de impuestos internos y se incorporó a los espumantes y a otros productos al listado de bienes afectados por dicho gravamen.

Sin embargo, en 2005, en momentos en que Néstor Kirchner era jefe de Estado, las bodegas que producen espumantes comenzaron a ser eximidas mediante el decreto 58, que excluyó a esta bebida.

Y fue, a partir de ese momento que todos los gobiernos lo fueron renovando, año tras año. Como contrapartida, las bodegas debieron asumir el compromiso de desembolsar a lo largo de una década el equivalente al 125% de ese gravamen, un acuerdo que se denominó "Programa de Expansión del Sector Vitivinícola".

Así avanzó el acuerdo hasta que Macri firmó el decreto 1.103 en 2017, el cual extendió el beneficio hasta el 1 de enero de 2019. Sin embargo, con la sanción de esta nueva ley, este mecanismo de eximición anual –que siempre dependió en buena medida de la voluntad de cada gobierno-, llegará a su fin.

En diálogo con iProfesional, Hervé Birnie-Scott, director de Bodegas, Viñedos y Enología de Chandon Argentina, celebró la medida asegurando que "es una decisión muy acertada".

El directivo agregó que "el impuesto interno a los espumantes nunca tuvo sentido. El espumante es un vino que, para ser elaborado, requiere de una gran estructura y de mucha mano de obra. Es un producto con altísimo valor agregado. Y lo más importante es que, cuando uno se para frente a la góndola, puede observar que se consiguen espumantes de entrada de gama a precios realmente accesibles".

"Por eso es un error pensar que esta bebida es un producto de lujo o que está únicamente reservada para una clase privilegiada. Hoy el consumo de espumantes está muy desestacionalizado. De hecho, es cada vez más común verlos en un asado entre amigos, por mencionar un ejemplo", planteó.

Un punto clave es que los diez años durante los cuales se extendió el Programa de Expansión del Sector Vitivinícola, "las empresas de vinos espumantes, al quedar exceptuadas del impuesto, pudieron invertir 1.724 millones de pesos y no solo cumplieron sino que superaron el acuerdo, ya que el monto de las inversiones alcanzó un 150% del gravamen en el período 2005/2015", según la COVIAR. Es decir, un nivel superior al 125% que planteaba la medida.

¿Qué sucederá entonces con los desembolsos del sector privado, una vez anulada la anterior ley? Frente a esta consulta, Birnie-Scott fue categórico: "Nosotros somos el mejor ejemplo: hace 59 años que invertimos a largo plazo para alcanzar la mejor calidad y para conquistar nuevos mercados internacionales. Por eso, independientemente de las medidas, vamos a mantener la misma dinámica".

"Esto es igual para la industria en general. Las inversiones en este sector son imprescindibles para crecer. Por eso creo que es una muy buena notica. Las empresas van a aumentar sus decisiones de inversión porque esta medida brinda una mayor previsibilidad y ayuda a seguir planificando a largo plazo", concluyó.

Cabe destacar que, según la COVIAR, entre 2005 y 2015 el sector creció notablemente: en volúmenes se pasó de 22 millones a 49 millones de litros producidos. En tanto que de 61 establecimientos fraccionadores se concluyó el ciclo con 167. 

Sin embargo, por problemas de competitividad cambiaria acumulados en los últimos años -que afectaron las exportaciones- y la baja del consumo que impactó en el mercado general de vinos, 2017 cerró con 133 empresas y un volumen total de 42 millones de litros. 

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