Zuccardi y La Mar se unieron para crear "el" vino blanco argentino para el ceviche
La cocina peruana siempre plantea un gran desafío para los vinos argentinos.
Los característicos sabores ácidos de la gastronomía, junto a una buena dosis de picor, genera que conseguir un maridaje sólido y consistente no sea una tarea sencilla.
Bajo la consigna de encontrar un vino blanco que se adapte con soltura a platos muy particulares de la cocina peruana, La Mar, el reconocido restaurante ubicado en Palermo y comandado por el chef Anthony Vásquez, se unió al enólogo Sebastián Zuccardi para dar con el "blanco cevichero" perfecto.
La gesta comenzó en 2016, cuando el propio Vásquez viajó para participar en un ciclo de cocina peruana en Casa del Visitante, uno de los dos restaurantes que bodega Zuccardi posee en su finca de Maipú, en Mendoza.
"Con Anthony empezamos a charlar sobre la idea de que La Mar tuviera su propio vino. Fuimos haciendo diferentes pruebas y creo que logramos un vino que se adapta muy bien a esta gastronomía", afirmó Sebastián Zuccardi a iProfesional.
La Mar 2016 es un corte de producción limitada –se elaboraron apenas 2.400 botellas- que conjuga 70% de Sauvignon Blanc de San José, en una finca ubicada a 1.400 metros sobre el nivel del mar y un 30% de Chardonnay de Gualtallary.
"En Zuccardi no tenemos Sauvignon Blanc. Por eso busqué un viñedo muy interesante de San José que se utiliza para la línea Alambrado. Cuando se lo cosecha un poco temprano es bien verde y aporta mucha acidez", apuntó.
Sin embargo, explicó que "sentía que le faltaba algo más y ahí fue cuando decidí sumarle un poco de Chardonnay, que lo pasamos por piletas y barricas usadas, para que el vino tuviera más presencia en boca".
La Mar 2016 propone una paleta dominada por las notas cítricas, con un leve toque herbáceo y un Chardonnay que apacigua un poco las cosas, con una clásica fruta blanca. En boca es bien Sauvignon Blanc, con una acidez mordiente y persistente, filosa, que estira el final. El peso extra que le confiere el aporte del Chardonnay se siente y el resultado final lo convierte en un buen ladero para limpiar y refrescar el paladar a la hora de acompañar platos con mucho carácter.
El vino está listado en la carta a un precio muy competitivo de $290 y a $90 la copa. Y sí, fue un éxito: "Lo que tenían pensado vender en un año, lo vendieron en menos de tres meses", concluyó Zuccardi.