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Vinos recomendados: seis Torrontés para tener en la heladera esta primavera

Vinos & Bodegas presenta una producción dedicada a la cepa blanca estrella de la Argentina. Son vinos frescos para disfrutar esta temporada
13/10/2017 - 16:39hs

Con la primavera se abre la temporada para los vinos más frescos. Y el Torrontés, clásico argentino por excelencia, siempre ofrece buenas alternativas. 

Por eso, desde Vinos & Bodegas te recomendamos seis etiquetas que no fallan, con precios que van de los $150 a los casi $500. 

¡A tomar nota! 

Don Javier Torrontés 2017 – Bodega Alto La Ciénaga – Precio sugerido: $150 

Lo primero que llama la atención es su color diáfano. En nariz este Torrontés está dominado por los cí­tricos dulces y las notas florales, manteniendo toda la tipicidad de la variedad pero en dosis equilibradas. En boca es un vino que no flaquea, tiene volumen, y mantiene su equilibrio. La acidez es excelente y lo vuelve refrescante. Hacia el final se percibe un dejo apenas amargo, pero nada que inquiete a quien lo disfrute junto a unas clásicas empanadas de queso. Lo elabora Luis "Rolo" Dí­az, un enólogo que trabaja a pulmón y produce algunos de los vinos más destacados de Tucumán. Vale la pena seguirle los pasos bien de cerca. 

Colomé Estate Torrontés 2017 – Bodega Colomé – Precio sugerido: $210

Delicado y elegante, este Torrontés transita el camino de flores blancas y los cí­tricos dulces, conformando una paleta suave y sofisticada, lejos de estridencias. En boca es un blanco que entra voluptuoso y que realmente llena el paladar. Conforme avanza, se sienten los aromas a cáscaras de naranja y pomelo. Luego, premia con ese paso ágil y fresco tan clásico de los Torrontés del norte. La aromática permanece un largo rato, sin rastros de amargos. Un blanco cosmopolita para paladares universales.

Anko Torrontés 2017 – Bodega Estancia Los Cardones – Precio sugerido: $215 

Un Torrontés definitivamente equilibrado, que no se inclina por la clásica "bomba terpénica"; por el contrario, hay plena armoní­a entre las notas florales y frutas blancas y una punta cí­trica apenas perceptible. Habla, entonces, el lenguaje de la sutileza. En boca refuerza ese perfil más filoso, más cí­trico, con una frescura más palpable que lo habitual en la variedad y un buen peso. El enólogo Alejandro Sejanovich destaca de este blanco su llamativo final salino. ¡Y realmente lo tiene! 

Petit Fleur Torrontés 2015 – Bodega Monteviejo – Precio sugerido: $250 

Un Torrontés que ayuda a comprobar que los vinos blancos también tienen cosas por ganar con la guarda. Esta añada, que actualmente se consigue en el mercado interna, premia con una buena tipicidad y con un perfil bien aromático, con sus clásicos toques a cí­tricos dulces y dejos florales, junto a un sutil trazo herbáceo de fondo, todo bien integrado. En boca es un vino amplio, que llena el paladar con un paso no tan fugaz y etéreo como muchos ejemplares de la variedad. Su final es largo y no hay rastros amargos. Es fresco pero no chispeante. Tiene un perfil más gastronómico. 

Vallisto Torrontes 2017 – Bodega Vallisto – Precio sugerido: $280

Este Torrontés, cuyo 40% registra un paso por barrica, tiene aportes "homeopáticos" de Viognier y Chardonnay, que llevan a la variedad a otro nivel. Hay notas terpénicas suaves pero también mucha elegancia. Entrega notas de frutas de carozo, toques florales y una madera que complejiza, sin tapar la materia prima. Durante su elaboración, el vino tuvo crianza sobre borras finas y esto –sumado a las otras variedades- realmente impacta en el vino: tiene un interesante graso –no tan común en la variedad-, con una rica textura y una buena redondez. Largo final y buena acidez, que le da un toque de brí­o. 

Susana Balbo Signature Torrontés Barrel Fermented 2016 – Bodega Susana Balbo Wines – Precio sugerido: $489

Se trata de un Torrontés cultivado en Altamira y esto lo vuelve singular. Mientras que otros varietales van por el camino explosivo y estridente que ofrecen las flores de azahar, este ejemplar habla de frescura y de elegancia, con notas de frutas de pepita, recuerdos a cáscara de lima y una suave madera, que aporta un leve toque de vainilla. En boca también muestra diferencias. Su acidez es vibrante, incluso mordiente, con una nota de damascos intensa y ní­tida que se adueña del paladar. 

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