Manuel González: "La moda del Cabernet Franc llevó a algunos productores a cometer errores"

El enólogo Manuel González, jefe de enología y gerente de producción de la prestigiosa bodega Andeluna Cellars, es uno de los que más en alto lleva la bandera del Cabernet Franc con sello argentino por el mundo.

"La primera vez que degusté un Cabernet Franc fue en 1999, en una feria en Francia. Todavía recuerdo lo impactante que fue la intensidad aromática y lo salvaje. Eso fue lo que despertó mi curiosidad. No era el tipo de vino que normalmente se bebían en argentina, de hecho, mi primera reacción fue casi de rechazo, pero hizo falta un poco de tiempo para sentir la atracción que hoy siento y que ya nunca más cesará", explica el experto, quien dialogó con Vinos & Bodegas sobre el presente de la variedad y el potencial de cara al futuro. 

-¿Cuál es el estilo de elaboración que te gustan para disfrutar más de esta variedad? 

-Hoy los que más disfruto son los Cabernet Franc de estilo contemporáneo, estilo nuevo mundo, que son los que reflejan claramente la actualidad de nuestra región. Cosechados en puntos distintos de madurez, maceración fría prolongada, remontajes suaves y un roble que ocupa un segundo plano. Los resultados son muy agradables y se disfrutan mucho.

-Vos siempre marcás que en la Argentina recién se está en la etapa de aprendizaje con esta variedad. ¿Qué nivel de vinos, en general, se están obteniendo? 

-Hemos sorprendido al mundo con nuestros Cabernet Franc, a consumidores y críticos especializados. El nivel que se está obteniendo es distinguido. Estamos haciendo grandes vinos de muy buen nivel y tenemos mucho por demostrar aún.

-A un consumidor que recién se quiere acercar a la variedad, ¿cómo le resumirías el espíritu de esta cepa? 

-Tiene un espíritu salvaje, bravío e indómito. Todas ellas son connotaciones positivas y hacen que sea única. Es una variedad que atrapa por lo distinta que es respecto a otras cepas. Recomiendo empezar de a poco, conocer al Cabernet Franc lleva un tiempo y hay que ser pacientes para poder disfrutarlo al máximo.

-En los últimos años aparecieron algunas etiquetas de gama media de precios. ¿Es viable pensar en un mercado más masivo para el Cabernet Franc con tan pocas hectáreas cultivadas? 

-El límite está marcado por la plantación. Si bien es posible hacer vinos de gama media, creo que el esfuerzo debe estar puesto en obtener nivel ícono, esa es su naturaleza. 

-¿Hay algún riesgo de cara el futuro para el desarrollo de esta variedad, ya sea en lo agronómico, enológico o comercial? 

La moda del Cabernet Franc ha llevado a algunos elaboradores a cometer errores y pensar que es una variedad adaptable a cualquier cosa mientras tenga su porcentaje varietal ajustado a lo legal. He aquí el gran desacierto de varios: Cabernet Franc no es una variedad para estirar, es una variedad sensible, noble y que nos da prestigio a nivel nacional y mundial. Debemos proteger esto que hemos logrado.

-Hace unos meses, cuando charlábamos de este tema, me decías que el CF nunca podrá ser el “sucesor” del Malbec. ¿Podrás ampliar el concepto? 

-Me refiero a que es imposible pensar que el Cabernet Franc puede suceder a Malbec cuando éste último es más del 50% de la producción Argentina. Sostengo que el Cabernet Franc es socio de Malbec como vino emblemático. Argentina es Malbec y está bien que así lo sea, porque nos remitimos a nuestra esencia. Entre otras variedades, destaco al Cabernet Franc como una bandera que hoy también está gritando “Argentina”. 

© Por Juan Diego Wasilevsky - Editor Vinos & Bodegas iProfesional - [email protected]