Vacaciones 2025: qué vacunas deben darse los argentinos antes de viajar a Brasil
Con un tipo de cambio favorable y devaluación del real de por medio, son cada vez más los argentinos que están planeando viajar a Brasil para pasar sus vacaciones este verano 2025. Este fenómeno se ve reforzado por el notable incremento de costos en la costa atlántica argentina, resultado del ajuste de precios en comparación con la temporada anterior. Más allá de los guarismos, es importante considerar ciertas precauciones de salud. Según informó el Ministerio de Salud de la Nación, el 80% del territorio brasileño está bajo "recomendación de vacunación contra la fiebre amarilla".
Fiebre amarilla: si viajás a estas ciudades de Brasil tenés que vacunarte
Excepto en la región del nordeste de Brasil, que incluye estados como Río Grande do Norte, Paraíba, Piauí, Ceará, Pernambuco, Sergipe y Alagoas, el resto del país requiere la vacuna contra la fiebre amarilla.
Esto es especialmente relevante considerando que los destinos más elegidos por los argentinos suelen ser, no en orden de preferencias, pero sí alfabéticamente, Arraial d’Ajuda, Búzios, Florianópolis, Ilha Grande, Maceió, Morro de São Paulo, Pipa, Porto Seguro y Río de Janeiro.
Si bien años atrás la vacunación contra la fiebre amarilla se sugería principalmente para quienes visitaban regiones selváticas de Brasil; desde hace algunos años, las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud se extendieron a prácticamente todo el país. Esta actualización busca ofrecer mayor protección a los viajeros, dado el riesgo de transmisión en amplias zonas del territorio brasileño.
Quiénes deben vacunarse
Para disfrutar de unas vacaciones sin inconvenientes, se recomienda que todas las personas mayores de 2 años se vacunen, especialmente si planean visitar zonas endémicas como Mato Grosso, Minas Gerais o Amazonas. Además, aunque Brasil no exige certificado de vacunación para ingresar, en muchos lugares puede ser un requisito indispensable.
Para las personas mayores de 60 años, la vacunación requiere una prescripción médica debido a los posibles riesgos relacionados con el uso del virus atenuado en la fórmula. Esto busca minimizar los efectos secundarios, que aunque poco frecuentes, pueden presentarse en este grupo etario.
Dónde vacunarse contra la fiebre amarilla
Se recomienda consultar los sitios web del Ministerio de Salud y de las provincias para conocer los hospitales que ofrecen la vacuna contra la fiebre amarilla de manera gratuita. Como también aplicarse la triple viral, la triple bacteriana y la vacuna contra la hepatitis A.
La vacuna contra la fiebre amarilla puede administrarse al mismo tiempo que otras vacunas, siempre y cuando se apliquen en diferentes lugares del cuerpo. Sin embargo, en el caso de vacunas que contienen virus vivos atenuados, como la de la varicela o la triple viral, si no se aplican simultáneamente, debe haber un intervalo mínimo de 28 días entre una y otra.
Sugerencias previas para viajar a Brasil
Se sugiere vacunarse contra la fiebre amarilla al menos diez días antes de viajar a zonas endémicas, ya que ese tiempo es necesario para que el cuerpo genere anticuerpos efectivos.
Una única dosis garantiza inmunidad de por vida, por lo que quienes se hayan vacunado desde los 2 años no necesitan repetir la dosis. Es fundamental conservar el certificado de vacunación, ya que, en caso contrario, será necesario recibir la vacuna nuevamente.
La fiebre amarilla, en retrospectiva
Lo cierto es que el panorama epidemiológico en Brasil ha cambiado considerablemente en los últimos años, en particular a raíz de los brotes epidémicos ocurridos entre 2016-2017 y 2017-2018. En esas temporadas, la enfermedad provocó entre 800 y 1.000 fallecimientos, lo que llevó a un ajuste en las recomendaciones de salud pública para mitigar los riesgos.
Hasta 2015, se creía que gran parte del litoral brasileño, incluso destinos turísticos como Florianópolis y Río de Janeiro, se hallaba fuera de peligro. No obstante, la propagación del virus y el incremento de casos graves cambiaron esta percepción, llevando a que la recomendación de vacunación se ampliara a casi todo el país, salvo algunas zonas específicas del noreste.
Aunque desde 2018 no se han registrado grandes brotes en humanos, la presencia de un "silencio epidemiológico" en áreas forestales y la detección de casos en monos mantienen la vigilancia activa. Este comportamiento cíclico del virus exige que las autoridades refuercen las medidas de prevención.