• 18/12/2024

Una guía para recorrer los imponentes monumentos del arquitecto Salamone en la Provincia de Buenos Aires

De Epecuén a Azul, todos los detalles de los pueblos bonaerenses que revelan la audacia arquitectónica de Francisco Salamone, un genio del monumentalismo
25/11/2024 - 16:25hs
Portal del cementerio de Saldungaray, obra de Francisco Salamone

En apenas cuatro años, entre 1936 y 1940, Francisco Salamone erigió más de 70 obras en 28 localidades bonaerenses. Su misión, promovida por el gobernador Manuel Fresco, no era modesta: transformar pequeños pueblos rurales en epicentros del modernismo, reactivar la economía y exaltar la gestión gubernamental. Con un estilo que combinaba lo imposible —Art Déco, futurismo y funcionalismo— y el uso innovador del hormigón armado, este arquitecto argentino logró construir edificios que lo definen y que siguen fascinando tanto a locales y como a turistas.

Su trabajo fue declarado Patrimonio Cultural de la provincia de Buenos Aires en 2001, y hoy sus cementerios, mataderos y palacios municipales son destinos ideales para quienes buscan belleza, historia y escapadas distintas a pocos kilómetros del Obelisco.

¿Te animás a recorrer el interior bonaerense de la mano del "arquitecto de las pampas"? A continuación, una guía completa para descubrir algunas de sus obras más icónicas y qué hacer en cada destino para convertir el viaje en una experiencia inolvidable.

Coronel Pringles

A 514 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, Coronel Pringles alberga el Matadero Municipal, una de las obras más sofisticadas de Salamone. Su torre en forma de cuchilla es un emblema que no suaviza la crudeza de su función original, pero eleva lo utilitario a la categoría de arte. Aunque hoy es sede de oficinas públicas, su diseño sigue siendo un ícono local.

Además de visitar el Matadero Municipal, en el centro de la ciudad, podés recorrer el Palacio de Gobierno, otra obra de Salamone que se alza con una torre reloj que supera en altura a la iglesia local, simbolizando el poder del Estado. Construida en 1937, la Cruz del Cementerio es otra de las obras del arquitecto.

¿Qué más hacer? En la periferia de la localidad, sobre un brazo del arroyo Pillahuincó se encuentra el Balneario Municipal con áreas acondicionadas para la práctica de diversos deportes, pileta de natación, camping, fogones y confitería; un espacio de esparcimiento al aire libre. Los alrededores de Coronel Pringles, como el Cerro Ventana, son ideales para senderismo y conexión con la naturaleza. Otra opción es el Parque General San Martín, ideal para un picnic

La torre reloj supera la altura a la iglesia  simbolizando el poder del Estado
La torre reloj supera la altura a la iglesia simbolizando el poder del Estado

Laprida

A 469 kilómetros del Obelisco, en el corazón de Laprida, se erige el Palacio Municipal con su imponente torre reloj de 30 metros de altura. Este edificio, de diseño simétrico, fue concebido no solo como centro administrativo, sino también como un símbolo de autoridad en la comunidad.

Justo enfrente, la Plaza Pedro Pereyra reúne bancos, luminarias y fuentes diseñadas por Salamone, integrando funcionalidad y arte en el espacio público.

El Cementerio Municipal, con su cruz de 33 metros de altura, es la segunda más alta de Sudamérica después del Cristo Redentor en Río de Janeiro. Desde 2013, Laprida cuenta con un Centro de Interpretación dedicado a la obra de Salamone, ideal para iniciar un recorrido por su legado en la región.

¿Qué más hacer? Visitá el Balneario local, el Museo del Agua o el Circuito de Torres Abiertas. A 50 kilómetros, en San Jorge, se encuentran otras joyas como la Capilla Nuestra Señora del Carmen y la delegación municipal, también diseñada por Salamone.

Saldungaray

Enclavado en las Sierras de la Ventana, a 570 kilómetros del Obelisco, se encuentra el Cementerio de Saldungaray con su portal que combina una cruz, una rueda de cemento y la cabeza de Cristo, es una de las obras más contemplativas de Salamone, integrándose perfectamente al entorno natural.

Frente a la plaza principal de la localidad, está el edificio Municipal, uno de los únicos que Salamone edificó en art decó con líneas rectas, aunque como en otras localidades, su firma con la torre con reloj, en este caso de diecisiete metros de alto.

El pueblo también cuenta con un Centro de Interpretación dedicado a Salamone, ideal para quienes buscan profundizar en su obra.

¿Qué más hacer? Saldungaray es una puerta de entrada al Parque Provincial Ernesto Tornquist, donde podés realizar trekking y explorar paisajes increíbles desde el Cerro Tres Picos. Además, la gastronomía local, famosa por sus quesos y embutidos artesanales, complementa perfectamente cualquier visita.

Guaminí

En el centro extremo oeste de la provincia de Buenos Aires, a 486 kilómetros del Obelisco, se encuentra Guaminí con su sorprendente Palacio Municipal. Con las líneas geométricas que lo representan, para este edificio Salamone se inspiró en un barco visto desde el aire. Cada detalle, desde las baldosas de la plaza que representan un oleaje hasta la acústica del recinto, reflejan la minuciosa atención de Salamone a la funcionalidad y al simbolismo de sus obras.

El edificio es un barco visto desde arriba. Foto de Fernando Toucedo Urban
El edificio es un barco visto desde arriba. Foto de Fernando Toucedo Urban

Ubicado en la entrada de la ciudad, desde 1937 se levanta en hormigón el Matadero Municipal

¿Qué más hacer? Las lagunas de Guaminí son ideales para la pesca deportiva y actividades acuáticas, rodeadas por paisajes tranquilos. A 60 kilómetros de la ciudad se encuentra una réplica exacta del mangrullo del Fortín Lavalle, lo que hace de Guaminí un pueblo muy valorado turísticamente.

Carhué y Villa Epecuén (Adolfo Alsina)

En un escenario casi surrealista, entre las ruinas de Villa Epecuén, se encuentra este matadero que parece salido de una distopía futurista. A 500 kilómetros del Obelisco, su torre expresionista y chimenea ladrillera se alzan como testigos de un pueblo que desafió a la naturaleza.

Este matadero es uno de los pocos edificios que resistieron la inundación de 1985, cuando el lago homónimo cubrió el pueblo, forzando su abandono. 

¿Qué más hacer? Carhué, a pocos kilómetros, ofrece aguas termales conocidas por sus propiedades curativas, ideales para relajarte tras un día de exploración. Las ruinas de Epecuén, en tanto, cuentan historias de resiliencia que no dejan a nadie indiferente.

La inundación de 1985 no pudo con este edificio de Salamone
La inundación de 1985 no pudo con este edificio de Salamone

Alberti

A solo 190 kilómetros de Buenos Aires, el Palacio Municipal domina el centro de la ciudad con su robusta torre y su reloj geométrico. Frente a él, la plaza General José Arias ofrece un espacio ideal para disfrutar de productos regionales mientras admirás las luminarias y mástiles diseñados por Salamone.

La escuela de Educación Secundaria N.º 2 "Pablo Pizzurno" y la morgue del cementerio. Tiene también la firma del arquitecto de las pampas.

¿Qué más hacer? Explorá la tranquilidad del campo bonaerense o visitá los pueblos cercanos. También podrás hacer pesca deportiva en el Río Salado.

Azul

A poco más de 300 kilómetros del Obelisco, el Cementerio de Azul es quizás la obra más célebre de Salamone. Su imponente portal está coronado por las gigantes siglas R.I.P., mientras que la escultura del Ángel de la Muerte, espada en mano, se convierte en un guardián imponente. Diseñado para inspirar respeto y trascendencia, este cementerio inaugurado en 1938 es una obra maestra del monumentalismo.

A solo 10 kilómetros del centro de Azul, el Matadero Municipal es también una parada obligada para quienes exploran la obra de Salamone. Construido también en 1938, este edificio impacta por su torre en forma de cuchilla. Su simetría funcional divide claramente las áreas de trabajo, mientras que su imponente estructura de hormigón destaca en el horizonte rural.

Aunque dejó de funcionar como matadero hace décadas, hoy alberga el Centro de Apicultores de Azul, conservando su relevancia como punto de encuentro y producción local.

¿Qué más hacer? Además de recorrer el cementerio, podés visitar la Plaza San Martín, donde las baldosas en zigzag diseñadas por Salamone generan un impacto visual. También podés disfrutar del Parque Municipal, diseñado por Carlos Thays, o seguir el circuito cervantino para conocer su rica tradición literaria.

Foto Gabriel Lucardi
Foto Gabriel Lucardi

Explorar la obra del arquitecto argentino Francisco Salamone es mucho más que un viaje arquitectónico; es sumergirse en la historia de la provincia de Buenos Aires y descubrir cómo la modernidad llegó a los rincones rurales. Descargá la app ReCreo para planificar tu viaje y descubrir otros atractivos locales que atraen turistas de todo el país.