Mini casas frente al mar: cuánto sale pasar una noche en una tiny house en Chapadmalal
Chapadmalal está de moda. Es la joya balnearia de la Costa Argentina, no sólo por sus enormes playas con acantilados y bosques que atraen a cada vez más jóvenes sino también por ofrecer un estilo descontracturado con una oferta gastronómica y de alojamientos que le ha permitido dejar de ser satélite de otras ciudades aledañas más grandes.
Vivir la experiencia "chapa" se ha transformado en un estilo de vida vinculado con la naturaleza y la pausa. A 20 minutos de Punta Mogotes, la zona comenzó un sostenido proceso de crecimiento hace más de 15 años traccionada por el Plan PROCREAR para la venta de terrenos y la construcción. Por eso, sobre todo durante y después de la pandemia, muchas familias jóvenes lo eligieron como lugar de residencia permanente.
Pero también hay otras opciones pintorescas que hacen llamativo el lugar como un pequeño complejo de Tiny Houses, un refugio frente al mar, que se encuentra en el barrio Santa Isabel y a 5 minutos del balneario Luna Roja, el parador estrella.
Se trata de Refugio Santa Isabel, una propuesta diseñada para que todas las personas puedan saber cómo es vivir en una casa diminuta de 15 metros con todas las comodidad de una casa convencional y frente al mar, no solo en temporada de verano sino también en los meses más fríos del invierno porque el lugar, hay que decirlo, nunca pierde su encanto.
"Este proyecto lo venimos trabajando en nuestra cabeza hace 25 años. Así como hay refugios en la alta montaña pensamos en un refugio pero de mar. Al tratarse de mini casas, encuadran perfecto en el concepto de refugio. Refugio para esconderse, escaparse, encontrarte con vos mismo, sentarte alrededor del fogón, cantar canciones, todo eso está presente en nuestra propuesta", cuenta Javier Monzon, dueño del lugar y quien junto a su esposa Rocio Britez, llegó a "Chapa" hace nueve años con la idea de concretar un sueño que tenían desde hacía mucho tiempo sin imaginar que su emprendimiento iba a formar parte de la amplia oferta de alojamientos de la playa top de la costa atlántica.
En Chapadmalal se construye cada vez más y la ciudad se desarrolla a un ritmo impensado, sobre todo si se tiene en cuenta que siempre creció a la sombra de Mar del Plata. Uno de los motivos es su fácil acceso a través de la circunvalación que conecta la ruta 11 con la ruta 88 que lleva a Necochea y que desemboca directo en "Chapa" sin tener que ingresar a Mar del Plata.
Pero además, cerca de la zona, se reactivó el desarrollo de barrios privados accesibles y ecologistas. Es por eso que el balneario tiene propuestas para todos los gustos. "En nuestro caso, solo trabajamos con parejas o personas solas sin niños, que buscan estar en tranquilidad y relajados. Por eso nuestras casas no son para familias", señala Javier Monzón.
Como una casita de cuentos
"Las casas las fabricamos nosotros. Es todo muy artesanal. Yo soy, podría decirse, un entusiasta de las mini casas", asegura Javier Monzón. La unidad más pequeña es de 11 metros cuadrados, "y se trata de la más chica del mercado en la zona y hasta me atrevo a decir que de Argentina". La unidad que sigue es la de 15 metros y un modelo más cómodo, de 18 metros, que está pronto a inaugurarse.
En las casas diminutas sólo se admite la estadía de 2 personas como máximo y el alquiler por día tiene actualmente una tarifa de $75.000 la noche. Además, en temporada baja ofrecen descuentos que pueden llegar hasta el 50% de descuento. "Hospedajes hay miles, monstruosos, enormes, pero a veces lo más chico es lo más cálido. El año pasado tuvimos 260 días alquilados. La gente viene porque justamente es un lugar exclusivo", explica Javier Monzón.
Refugio Santa Isabel está abierto todo el año, una verdadera hazaña tratándose de una zona inhóspita y frente al mar dónde el clima golpea duro. Y es que la calidez del interior contrasta con la bravura de las olas y el viento porque las pequeñas casas están totalmente equipadas, tienen salamandra, cocina completa, ropa blanca, wifi, cable y calefacción.
Pero además, la decoración se inspira en las últimas tendencias de decoración minimalista y nórdica con detalles de diseño moderno. Las mini casas están ubicadas dentro de un predio de mil metros de parque con decks que miran a los jardines repletos de lavandas, margaritas y gerberas, bancos de madera, fogones y dónde se respira mar.
Los dueños de este emprendimiento quieren contagiar la experiencia tiny house. A la vez, se sienten protagonistas del boom de construcción del balneario porque capacitan a muchas personas sobre este tipo de edificación para que el espíritu de vida sustentable que promueven en su refugio se propague.