Cuatro escapadas de lujo para conectarte con la naturaleza
Viajar en vacaciones de invierno no siempre es posible. Hoy una familia tipo de dos adultos y dos menores necesita alrededor de $3.600.000 por una semana viajando en avión y parando en un hotel tres estrellas en Bariloche, por dar un ejemplo de unos de los destinos más buscando en invierno. Sin embargo, y por suerte, la inmensidad del país ofrece siempre un plan B para los argentinos deseosos de su merecido descanso y que, acostumbrados a sacar conejos de las galeras, aprovechan las bien llamadas "escapadas" cuando el bolsillo está flaco, pero sin resignar lujo y comodidad por menos dinero.
A menos de 100 kilómetros de Buenos Aires hay una variada oferta de lugares atractivos para ir y volver en el día, lo que significa un buen artilugio para ahorrar en hotelería y tickets de avión, sin resignar diversión.
Mariela Blanco, especialista en turismo cultural, señala que "a pocos minutos de la ciudad de Buenos Aires se pueden encontrar algunas reliquias arquitectónicas que guardan un montón de historias y que vale la pena conocer como castillos, estancias y hasta conventos".
Estos lugares, agrega, proponen actividades tanto para grandes como para chicos, de modo que la familia completa pueda desenchufarse, dar un paseo a caballo y probar los sabores de la gastronomía local.
Una experiencia campestre
En Solís, localidad de San Andrés de Giles, provincia de Buenos Aires, la estancia Don Pedro abre sus puertas para que las familias puedan cambiar la ciudad y puedan disfrutar de un día de campo, comer un buen asado y sacar las mejores fotos a la hora del atardecer.
La propuesta incluye realizar paseos por el campo, visitar su isla, la granja, andar en bicicleta y jugar a la pelota, entre otras opciones al aire libre.
La estancia está en el kilómetro 94 de la Ruta Nacional 8 a solo 20 minutos de San Antonio de Areco, cuna de la tradición gauchesca y a tan solo una hora de la Ciudad de Buenos Aires. Se puede visitar por el día o alojarse y disfrutar del silencio del campo.
Pasar una noche en Estancia Don Pedro, cuesta $481.000 + IVA la habitación cuádruple con baño privado. Durante este mes, quienes se hospeden un jueves tendrán un 20% de descuento y los viernes un 15% de descuento. Alojándose 2 noches de jueves a domingo, la casa aplica un 20% de descuento.
En vacaciones de invierno, hasta el 28 de julio, hospedarse dos noches o más tiene un 15% de descuento.
Dirección: Ruta Nacional 8, km 94, Solís, Provincia de Buenos Aires
Dormir en un convento o una posada
A 40 minutos del Obelisco, en Tigre, hay una perla en medio de las islas del Delta. Se trata del Convento de San Francisco, inaugurado en 1910 y diseñado por Virgilio Cestari, el arquitecto italiano reconocido por otras obras de envergadura como el Tattersall de Palermo o el Pabellón de los Elefantes del Zoo porteño.
El Convento fue utilizado como lugar de residencia y práctica de la espiritualidad franciscana. Allí también funcionó una escuela mixta y se impartió la enseñanza de oficios requeridos para el progreso de la población local. Próximamente, el convento abrirá sus puertas y quien lo desee podrá hospedarse en sus lujosas habitaciones por unos u$s200 por noche.
Pero mientras tanto, bajo la administración de los dueños del complejo Senador Dupont, que además tiene un hotel con restaurante ubicado a unos 300 metros, está dedicado a mantener viva la historia del Convento a partir de visitas guiadas.
Se puede pasar el día en el complejo Senador Dupont desde $70.000 por persona con almuerzo y merienda para disfrutar de shows en vivo, piscinas, paseos en kayaks, trekking por las 40 hectáreas exclusivas de isla y realizar, por supuesto, la visita guiada al barrio histórico.
Para hospedarse la posada, Senador Dupont ofrece sus cómodas instalaciones con habitaciones dobles desde $30.000; un día de lujo, pero con precios accesibles.
Dirección: Arroyo Gallo, Fiambre sin número, Islas del Delta, Tigre.
Desde cabalgatas hasta paseos en carruaje
A 45 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires y a corta distancia de la localidad Máximo Paz del partido de Cañuelas, emerge la Estancia Villa María, una casona estilo francés cuyo nombre rememora a su antigua dueña, María Girado, mujer de Celedonio Tomás Pereda, el estanciero y dirigente patronal rural argentino que presidió la Sociedad Rural Argentina entre 1972 y 1978.
En sus 655 hectáreas, los huéspedes podrán disfrutar de un patrimonio paisajístico y arquitectónico único.
El célebre arquitecto Alejandro Bustillo estuvo a cargo de la construcción de la actual casa con todos los materiales traídos de Europa, para ser utilizada como residencia de verano. Y nada más ni nada menos que el paisajista Benito Carrasco, discípulo de Carlos Thays, trabajó en su parquización.
Los amantes de la naturaleza van a encontrar innumerables especies arbóreas. En algunas memorias, se destaca que María, luego de la hora del té, caminaba por el parque con sus largos vestidos y sombrilla en mano.
Hasta el 31 de agosto, pasar el día, tiene un costo de $91.500 +IVA (adultos), los menores de tres años entran sin cargo y, los menores de entre 4 y 12 años tienen un descuento del 50%. La tarifa incluye el almuerzo y merienda en la que ofrecen su pastelería casera. En esta estancia se puede vivir un día de campo o alojarse en el hotel. Y algo imperdible: dar un paseo en carruaje.
Para las familias que quieran hospedarse, la estancia tiene una suite familiar que cuesta (hasta el 31 de agosto) 184.500 + IVA por persona, por noche. Incluye las actividades, desayuno, almuerzo, merienda y cena con una bebida sin alcohol en cada comida. Los menores de entre 4 y 12 años tienen un descuento del 50% en la tarifa.
Dirección: Av. Pereda s/n, Ruta 205 km. 47,5, Máximo Paz. Cañuelas.
Un castillo para una noche de cuento
La Candelaria es un imponente hotel de campo ubicado en Lobos (Provincia de Buenos Aires) en el que se puede pasar el día u hospedarse y descansar en una suite con mobiliario digno de la nobleza, al estilo rococó.
La historia de este lugar de ensueño comenzó en 1840 cuando el boticario Don Orestes Piñeiro compró los primeros lotes de campo y hacia el final del siglo pasar a ser la estancia La Candelaria, llamada así en honor a su esposa, Doña Candelaria del Mármol.
Se dice que a la hora de dar grandes banquetes, era costumbre mostrar la belleza del castillo en pequeñas dosis y que, recién al amanecer, se descubrían algunos ventanales para sorprender a los invitados con las vistas.
El parque merece un párrafo aparte. Fue diseñado por el paisajista Carlos Thays y cuenta con más de 100 hectáreas y 240 especies de árboles: casuarinas, ceibos, ombúes, paraísos, cipreses y álamos, entre otros ejemplares centenarios.
Para estas vacaciones de invierno lanzaron Kids Club para los más chicos, cabalgatas, bicicletas y caminatas nocturnas con linternas, entre algunas de las muchas actividades que ofrecen para disfrutar de una experiencia inolvidable. Los fines de semana, agregan desde La Candelaria, hay show Folclórico durante el almuerzo, show de caballos y doma consciente. Además de la gastronomía de cocina de autor, todo se puede disfrutar pasando un Día de Campo y hospedándose en las habitaciones del lujoso castillo o en su Molino holandés de estilo campestre. Aunque, para familias, lo ideal son sus habitaciones coloniales o bungalows.
El día de campo tradicional tiene un valor de $94.400 + IVA incluye recepción de empanadas y bebidas, almuerzo con postre y bebida, merienda y las actividades que van desde paseos en bicicleta hasta cabalgatas y juegos para niños al aire libre. El precio de la Experiencia Estancia La Candelaria, su segunda opción para el día, asciende a $115.200 + IVA e incluye degustación de vinos y empanadas; almuerzo con postre y bebida, merienda de campo y las actividades. Para hospedarse, hasta el 31 de agosto, las tarifa tanto para las habitaciones como para los bungalows, por persona en base doble por noche, de domingo a viernes, cuestan $126.000 + IVA y, sábados y feriados, $148.000 + IVA.
Dirección: Ruta 205, Km 114.5, Lobos.
En definitiva, pasar unas vacaciones de invierno en familia no necesariamente implica grandes desembolsos de dinero ni invertir horas en largo trayectos. No muy lejos de casa, existe la posibilidad de pasarla bien y sin resignar lujo y comodidad por menos dinero.