Aceite de oliva, protagonista del turismo en Mendoza: las mejores propuestas para disfrutar de este producto
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A su vasta propuesta enoturística que viene creciendo de forma sostenida con la apertura de nuevos restaurantes, Mendoza sumó en los últimos años otras actividades vinculadas al mundo del vino y la gastronomía. Una de ellas tiene al aceite de oliva como protagonista.
Argentina tiene una gran tradición olivícola. Los primeros olivos llegaron a América desde España y, a mediados del 1500, ya se cultivaban en Argentina.
El árbol más antiguo es un viejo Arauco de 500 años que se encuentra en Aimogasta, provincia de La Rioja pero solo 4 o 5 olivos de esa época han sobrevivido.
Uno de los grandes productores de aceite de oliva extra virgen es Miguel Zuccardi, el tercer hijo de una de las familias más importantes del vino que apostó al desarrollo de este producto que estaba relegado injustamente a un segundo plano. Hace pocos días tuvo lugar el festival Novello, un evento anual que celebra la cosecha del olivo y del que cualquiera puede formar parte.
Cosechá tu propio aceite
En la página de Zuelo, el proyecto familiar que cuenta con 200 hectáreas de olivos y da como resultado el blend que lleva el mismo nombre, se encuentran varias de las actividades que proponen en el año.
Hasta los primeros días de junio, estará disponible Tiempo de Cosecha, un programa que invita a los participantes a recolectar aceitunas en los olivares ubicados en la finca, llevarlas a la planta y seguir allí el proceso de elaboración del aceite de oliva para concluir con su embotellado y etiquetado.
La actividad continúa en el restaurante de Zuelo, Pan y Oliva para disfrutar de los platos de otoño de la carta desarrollada por la chef Julieta Oriolo ($16.000 por persona).
También se puede hacer un recorrido en bicicleta por el olivar y culminar con un rico almuerzo; catas de los distintos blends y, para los más chicos, una clase de cocina que arranca con la visita a la huerta y sus vegetales que luego cocinarán para disfrutar en familia.
Paralelamente a Zuelo, Miguel Zuccardi lleva adelante Familia Zuccardi, una línea de varietales. Ha plantado más de 90 variedades de olivos, muchas olvidadas o sin presencia en el país que están estudiando para ver su desarrollo y potencial.
Catas y visitas a la aceitera
Otras bodegas están produciendo su propio aceite de oliva como Laur de Familia Millán, que también propone distintas experiencias como cata de sus distintas variedades; degustaciones en Experiencia Laur, su recién estrenado restaurante, y una visita a la aceitera.
También Luigi Bosca, en su recorrido de Finca El Paraíso, incluye la degustación del aceite de oliva que elaboran como parte de una experiencia que incluye un picnic en sus jardines.
El aceite de oliva, en números
España es el primer productor mundial de aceite de oliva extra virgen y elabora el 45% de lo que se consume en el mundo. De lejos, le siguen Italia, Grecia, Turquía y Portugal.
Argentina es el productor más grande del hemisferio sur pero por ahora es un jugador chico en el escenario general. En cuanto al consumo, en nuestro país no alcanza los 500 ml per cápita por año, un número bajo en relación a los 12,7 litros que se consumen en España o los 9 de Italia, aunque viene creciendo a un ritmo sostenido. Estados Unidos es el mercado de mayor consumo fuera de la Unión Europea y Brasil, uno de los que más está creciendo.
Si bien la variedad Arbequina es la variedad más plantada en Argentina, la Arauco es una de las más distintivas de nuestro terroir. Con ella se logra un aceite de altísima calidad pero lo malo es que por su tamaño, costo y propiedades, suele utilizarse para hacer aceitunas de mesa (estamos hablando de 65 centavos de dólar el kilo de aceitunas vs $35 que se paga por el aceite) .
La tendencia mundial hacia una alimentación más saludable sumado al auge de la gastronomía fueron clave para reposicionar al aceite de oliva que durante años en Argentina, por el lobby de los productores de maíz, sufrió de muy mala prensa. Todavía cuesta pensar que entre 1930 y 1950 se plantaron cerca de 7 millones de olivares y que casi la mitad se arrancaron entre 1960 y 1980.
Hoy, el aceite de oliva argentino extra virgen se afianza en el mundo, gana premios, se exporta y abre mercados y, con la ayuda de políticas adecuadas, seguramente se posicione como uno de los grandes productos nacionales.