Seis lugares en Mendoza para comer al pie de los viñedos y disfrutar de grandes vinos
Durante años fue solo el vino pero gracias a la búsqueda de los cocineros locales y de otros que encontraron en Mendoza su hogar, la gastronomía se emparejó con la riqueza vitivinícola y las bodegas, además de recorridos y degustaciones comenzaron a ofrecer una cocina que le hace honor al lugar.
A continuación, una lista con los seis lugares en donde se prueban los mejores sabores de la provincia.
Almuerzo frente a la Cordillera en Hornero
Valle de Uco sigue creciendo con propuestas que suman al vino, dos elementos que venían en falta: gastronomía y alojamiento. Ubicado en Finca Los Arbolitos, en el corazón de Los Chacayes y con los fuegos a cargo del chef irlandés Ed Holloway, Hornero reabrió sus puertas totalmente renovado para acompañar el nuevo desarrollo inmobiliario de La Morada Life, un paraíso para quienes sueñan con unas vacaciones en Mendoza rodeados de viñedos y montañas.
La carta está diseñada con opciones para compartir, elaboradas en su mayoría en los hornos a leña que trabajan de forma individual. Allí se cocinan las empanadas de chivo y queso de cabra; los langostinos enteros a la chapa con huancaína, y la ceja ahumada con ajos confitados y salvia.
Para acompañar, una gran selección de etiquetas de la región y del país diseñada por el sommelier Andrés Rosberg, ex presidente de la Asociación Argentina de Sommellerie. Tiene una cava en el subsuelo con capacidad para 12.000 botellas con algunos incunables, y una barra con tragos clásicos y de autor, y destilados de todo el mundo. Hornero abre de jueves a domingos al mediodía y viernes y sábados por la noche con reserva previa.
Una experiencia de lujo en Vida Susana Balbo
La Vida, el restaurante ubicado en el nuevo hotel de Susana Balbo, propone un menú por pasos a cargo de Flavia Amad Di Leo, que en su regreso a Mendoza después de casi 10 años trabajando en las mejores cocinas de Nueva York, sorprende con platos de gran técnica y elaboración. Cada uno combina texturas y sabores. En su búsqueda, la chef experimenta con distintas expresiones de un mismo producto e invita al comensal a descubrir los sabores que se van revelando en cada bocado.
Uno de los platos en la carta actual está construido a partir de hongos que, con gran técnica, se presentan en diferentes cocciones: hay portobellos confitados, gírgolas a la plancha, merengues de hongos, helado de hongos de pino y láminas de portobellos deshidratados. Una compleja superposición de sabores que resultan en un plato maravilloso. Como el arte, uno de los grandes protagonistas del hotel, los pasos del menú se suceden como un pieza teatral de alto impacto.
El bar con carta creada por la bartender Flavia Arroyo, no se queda atrás. Y los vinos de Susana Balbo se van sucediendo para lograr destacar las características de cada plato. Y todo en un contexto que invita al disfrute desde que somos recibidos por la fantástica pieza del artista Sergio Roggerone. Con respecto a La Vida, el restaurant del hotel, adjunto el menú 4 pasos (desde $30.000) y el de la mesa del chef (desde $18.000).
Arte y cocina en Nieto Senetiner
Luego de varios meses de remodelación, la bodega festejó su aniversario con nueva imagen y una renovada propuesta gastronómica a cargo del chef Sebastián Weigandt. La idea es un menú basado en productos principalmente de estación, una cocina familiar, con sabor a hogar, donde se lucen los productos. Los menús de dos o tres pasos pueden maridarse con las distintas líneas de la bodega comandada por el enólogo Santiago Mayorga. Hay carnes rojas como tomahawk y ojo de bife; pastas como los cavatelli y pescados como salmón. Cocina con identidad mendocina, una tendencia que viene pisando fuerte en la capital del vino.
Ubicada en Vistalba, Luján de Cuyo, comer frente a los viñedos y la montaña, en un edificio con 130 años de historia es una hermosa experiencia que puede finalizar con un recorrido por la bodega y la visita a la obra que representa el espíritu de Nieto, Historia en movimiento. Abierto de lunes a sábados de 12.30 a 14.30 hs con reserva previa.
Picnic en Finca El Paraíso Luigi Bosca
La bodega de los Arizu propone un viaje que acierta en diferenciarse con una propuesta original y atractiva. Por la mañana, la vista arranca con un pequeño y emotivo concierto de dos músicos con instrumentos artesanales y un chelo mágico que inunda de música el lugar. Le sigue en recorrido por los viñedos escuchando la historia de la familia Arizu contada por sus protagonistas: padre e hijo narran el recorrido familiar alrededor de la espectacular casona que fuera su hogar a través de unas tablets personales que, como un audiolibro, acompañan a los visitantes durante todo el trayecto. La narración se detiene en las distintas estaciones para probar algunas de las etiquetas de la bodega y su aceite de oliva.
Luego viene el plato fuerte. La experiencia Raíces es un picnic digno de la Toscana, en los jardines de la casa totalmente renovada. Debajo de los árboles, se podrá disfrutar de distintos platos creados por el chef Pablo del Río con una vajilla que nos hará sentir en un capítulo de Downton Abbey. Una sopa fría para combatir el calor, empanadas, embutidos, panes de masa madre, ensalada, un auténtico festín campestre acompañado por alguna de las etiquetas de la bodega y, de cierre, los helados que preparan allí mismo. Una jornada diferente, una experiencia donde casi no hay interacción con otros, disponible de jueves a lunes de 9.30 a 16 con un costo de $30.000 (también se puede optar por el almuerzo por pasos en el vivero).
Chef Table en Gaia de Domaine Bousquet
Adrián Baggio cuida de la huerta con la misma dedicación que pone en cada uno de los platos que prepara en la bodega ubicada en Tupungato, Valle de Uco. Muchos de los productos que forman parte de la carta salen de allí y por eso el menú diario varía según lo mejor del día. En el restaurante del lodge, Baggio presenta la chef table, una travesía juguetona donde hay combinación de sabores y presentaciones divertidas, ahumados y sorpresas. Para destacar, la empanada de osobuco braseado con salsa picante de tomates de la huerta y la variedad de productos locales.
Si bien hay mesas con cómodos sillones y hasta se puede comer en la terraza con vista al atardecer en la montaña, es más divertido seguir el paso a paso del menú desde la barra donde hay mucha interacción con el chef que va bajando y explicando cada uno de los platos que se acompañan con las distintas etiquetas de la bodega ($25.200).
Simplemente Mallmann en Ramos Generales Kaikén
Francis Mallmann, tal vez el más histriónico y emblemático de los chefs argentinos, armó un bellísimo restaurante entre los antiguos viñedos para disfrutar bajo unos gazebos de la brisa mendocina. Los fuegos son el alma del lugar, que tiene una propuesta de platos en diferentes cocciones y basados en el producto de estación. En el menú de verano salen la provoleta a la plancha con tomatines, orégano y ají molido; las empanadas mendocinas y llajua, y el clásico ojo de bife con papas crocantes y ensalada. De postre, frutas a la parrilla; queso y dulce, e higos en almíbar. También hay chocolate para los más golosos.
Ramos Generales en un auténtico restaurante con sello Mallmann, encantador, con fuertes raíces en los productos que brinda la tierra mendocina y los diferentes fuegos para lograr su mejor expresión. Y siempre, acompañado de una copa de vino. El menú de tres pasos con vinos cuesta $21.000 o se puede pedir a la carta. Abierto de miércoles a lunes a partir de las 9:30 hs.