Las mejores 8 parrillas modernas de Buenos Aires: qué podés comer y cuánto cuesta
Hay una inconmensurable cantidad de buenas parrillas en el país, algunas con precios populares y otras que, aunque costosas, vale la pena cada tanto, para darse un lujo.
Pero en los últimos años, abrieron en Buenos Aires una gran selección de parrillas modernas, que además de la carne, ofrecen una experiencia parrillera diferente. Con guarniciones originales, ahumados y carnes maduradas, estas parrillas levantan la vara de la comida más popular del país.
Va una lista caprichosa y arbitraria de algunas de nuestras favoritas (hay más, ya irán saliendo).
Parrillas modernas: qué comer y cuánto cuesta
1.Corte Comedor
Tal vez la última de las "parrillas de especialidad", si pudiéramos jugar con lo que sucedió con las cafeterías en los últimos años. Corte cuida el detalle en cada una de las instancias de todos los productos que ofrece. Tiene embutidos propios, cortes tradicionales, carnes maduradas, panes de masa madre y muy buenas guarniciones. De entrada, hay trío de chorizos, croquetas de asado y morcilla vasca (desde $1.000) y la carta incluye ceja de ojo de bife y pulpón de vacío (desde $6.000); además de matambrito de cerdo. Entre los acompañamientos, se pueden encontrar unos hinojos con gremolatta y brócoli a la parrilla con ajo y huevo (desde $1.200). Una parrilla boutique. Olazabal 1391, CABA.
2.Madre Rojas
En una esquina de Villa Crespo apareció esta parrilla donde antes había un viejo bodegón abandonado a su suerte. Mantuvieron parte de la estructura original, rediseñaron el resto y el resultado fue un restaurante que no perdió su cualidad familiar pero con renovado esplendor. Detrás del proyecto, los dueños de Sifón y Sede, junto a Juan Barcos, productor ganadero, crearon una parrilla con toques de restaurante, que trasciende los clásicos para animarse a carnes Wagyu, ahumados y algunas combinaciones atrevidas. Las mollejas salen con leche de tigre y la morcilla con manzana; entre los principales, la picaña es una de las estrellas de la casa junto con la arañita. La charcurteria es de otra dimensión y marca la diferencia. Hay una buena carta de vinos y ricos postres. Una comida para dos está alrededor de los $13.000. Rojas 1600, CABA
3.Rufino
Dentro del Mío Hotel Buenos Aires, y lejos del ojo del público, está esta pequeña parrilla gourmet que supo ganarse un lugar entre las mejores de la ciudad. Entre las sugerencias de la casa está la tabla de charcutería artesanal que trae mortadela con nuez, salame chacarero y bondiola curada para arrancar, seguido de las mollejas con puré de coliflor y chucrut de repollo colorado ($1.900) y, entre los principales, el ojo de bife (750 gr) con manteca de chimi y ajo ($5.400), acompañada de remolacha asada con ricota, naranja y eneldo ($1.300) y la entraña con ajíes en vinagre y romero ($3.700). Aquí también hay una buena selección de vinos de bodegas grandes y chicas para acompañar los platos. Presidente Manuel Quintana 465, CABA.
4.La Carnicería
Con la misma creatividad que despliegan en Niño Gordo y Chori, sus otros restaurantes, Germán Sitz y Pedro Peña seleccionan la carne del campo familiar y garantizan calidad y trazabilidad. Las entradas sorprenden con combinaciones originales como la morcilla casera con manzana, papa, porotos, panceta y huacatay o los chinchulines con higos, berenjenas y zanahorias (desde $1.440). El tuétano, para untar en el pancito es una locura. Los cortes salen en el punto exacto solicitado por el cliente, que puede ver cómo se cocinan lentamente en la parrilla, escenario de la magia cárnica (desde $5.900). De postre, arrasa la leche asada, una receta materna (desde $1.240). Para beber, tintos jóvenes y frescos conviven con otros más robustos y personales. Un lugar distendido y amigable atendido por sus propios dueños. Thames 2317, CABA.
5.Asadero
De los mismos creadores de Casa Cavia y Orno Pizzería, llegó Asadero a Olivos para levantar la vara de las propuestas de zona norte. Con una fuerte pata puesta en el servicio, esta parrilla restaurante en su corta vida ya se impuso fuerte. Todos los platos están pensados como principales, con identidad propia, ricos y sustanciosos, no son meros acompañamientos o instancias previas a la carne y eso marca una diferencia. Tiene una gran selección de entradas y ensaladas (desde $600 hasta $3.000) como la empanada de cabutia y cebolla caramelizada; la ensaimada de sobresada con queso fundido y miel o la ensalada de chauchas con polvo de jamón crudo. Entre las carnes, destaca el T-Bone para compartir ($13.000) y el bife angosto con hueso de 500gr ($5.500). De postre, frutas de temporada al horno de barro; almendrado o arroz con leche (desde $800). Buena curaduría en la carta de vinos que es extensa y con varias joyitas. Corrientes 400, Olivos, BA.
6.Nuestro Secreto
Con la particularidad de tener al frente de los fuegos a una mujer, esta parrilla ubicada en los jardines del Four Seasons Hotel Buenos Aires no está solo destinada a los turistas. Patricia Ramos lleva adelante con maestría las distintas preparaciones que ofrece el restaurante mientras evangeliza extranjeros en el arte de comer achuras. Hay también asador a la leña, uno de los pocos que quedan en la ciudad. Una cena para dos compuesta por Mollejas con alioli de puerros quemados y papas rústicas; T-Bone de 500 gr; un Zorzal Pinot Noir; aguas y de postre, los helados Dolce Morte, puede estar alrededor de los $18.000. Servicio de hotel 5 estrellas con un producto de gran calidad en un rincón escondido de la ciudad para disfrutar de un gran asado acompañado de buenos vinos. Posadas 1086, CABA.
7.Bestia
Un gran restaurant de carnes que bien vale la excusión al bajo de San Isidro. La especialidad de la casa son las carnes maduradas y los ahumados. El asado llevado a otro nivel de sabores, más complejos e increíblemente sabrosos. La molleja sale con un bisque de langostinos, cabutia, pickle y semilla de calabaza ($3.500), hay delicias como pato (que viene ahumado con hojaldre, manzana y Patagonzola de Tony Couly, gran maestro quesero del Neuquén, $522); codorniz y trucha. Nacho Trotta cuida la cocción de los cortes que llegan a la mesa en el punto pedido (aunque quienes van, saben que la carne se disfruta jugosa) como el bife de chorizo madurado ($8.700) que vienen con papas rústicas y kimchi. Hay también cortes clásicos, sin madurar, para los que no quieren innovar, pero aquí vale, la pena. Tienen un menú degustación de 9 pasos con maridaje por $20.000 por persona. Primera Junta 702, BA.
8.Hierro
Con tres locales en Nordelta, el Mercado de San Telmo y Palermo, Hierro es una parrilla con todos los elementos clásicos y algunas sorpresas. La provoleta con portobellos al Malbec y albahaca fresca es un gran acierto ($2.050) tanto como la salchicha parrillera de cordero que viene con porotos alubia blancos, gremolatta, pickle de hinojo y variedad de hojas ($2.300). De los principales, ideal para los preciosistas de la carne, el ojo de bife de Wagyu se lleva todos los aplausos ($12.400) pero no se quedan atrás el ojo de bife boutique de 750 gr ($7.900) o el bife americano con hueso de 1 k ($9.550). También tienen pollo de campo y pesca del día a la parrilla y hasta un pastel de papas al hierro (desde $2.300). Para los veggies, hay parrillada de vegetales y variedad de ensaladas y verduras varias. De postre, el elegido de los golosos es el triple de dulce de leche: un volcán de dulce de leche con vauquita casera y semifreddo de… dulce de leche, claro ($1.800). Boulevard del Mirador 220, Nordelta, BA.