¿Cuánto cuesta comer en los restaurantes de los mejores hoteles de Buenos Aires?
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Hoy los restaurantes de los hoteles cinco estrellas compiten en precio con los restaurantes más destacados de la ciudad. Y si bien podés encontrar en las calles porteñas una amplia gama de lugares en los que comer platos de diferentes culturas, a continuación te contamos algunas propuestas que te pueden interesar de estos lugares de alto nivel.
El distinto: Gioia Cocina Botánica
Gioia Cocina Botánica es la fuerte apuesta del Palacio Duhau Park Hyatt Buenos Aires que abrió el primer restaurante plant based de la cadena. Un menú diseñado por el chef Julián Galende junto a Kenji Heanna con platos para compartir, en un espacio espectacular, con sus jardines dispuestos para una cena lujosa pero a precios muy competitivos para un hotel de esta categoría.
La carta está dividida en productos, siempre de estación: cereales y legumbres; hongos y vegetales. Los platos rondan los $1.000 (como los baos de hongos marinados, rabanitos y emulsión de pimientos verdes, por ejemplo). Compartiendo cuatro platos y dos postres (como el Helado de banana bañado en chocolate, tierra de cacao, crocante de sésamo, crema de maní y banana caramelizada) más una botella de vino (que parten de los $3.900, aunque también hay kombuchas, tragos y jugos détox) se puede disfrutar de una gran comida por $10.000 para dos personas.
Carnes y más carnes: Elena
Comer en un hotel siempre fue un poco incómodo, como si solo fuera para turistas pero Elena, el restaurante del Four Seasons Buenos Aires, fue de los primeros que rompió con esa idea y se abrió al público local. Con una cocina 100% argentina comandada por Juan Gaffuri, sus embutidos y carnes maduradas son las estrellas del menú.
Los platos principales arrancan en $2.900 y hay muy buenas opciones para compartir como el Cordero con ricota de limón y curry ($6.190) o la Milanesa Dry Aged con mostaza antigua, papas trufadas y huevo frito por ($6.750). Imposible irse sin pedir los helados Dolce Morte (2 bochas por $1.200) creados por Joaquín Grimaldi, y todo se puede acompañar por un vino nacional (desde $1.790).
Una comida para dos podría rondar los $13.000. Otro bonus de Elena son sus cenas especiales, con chefs invitados, como la que se hará el viernes 27 de mayo donde vendrán a cocinar el chef peruano Gastón Acurio y el colombiano Harry Sasson con vinos de Alejandro Vigil que tendrá un costo de $14.000 por persona.
El más accesible de Puerto Madero: Rëd Resto & Lounge
Desde hace varios años, Alejandro Bontempo lidera la cocina del Rëd Resto & Lounge del Hotel Madero optando siempre por productos locales y de estación como la Tabla de Mar o el Risotto de quínoa con setas silvestres y parmesano.
El menú es acotado pero con platos para todos los gustos y tienen una de las propuestas más amigables para el bolsillo. Los principales parten de $1.790; las entradas desde $1.320 y los postres, como la Selva Negra Madero o el Profiterol con crema de avellanas, inglesa de chocolate blanco y frutas de estación ronda los $900. La carta de vinos tiene una amplia selección de etiquetas que arrancan desde los $1.900. Un menú completo rondaría los $11.000 para dos.
Sofisticación porteña: El Mercado, en Faena Hotel
El Faena Hotel tiene una magia particular, muy atractiva tanto para los turistas como para el público local. El Mercado está ambientado como un bodegón gourmet, muy argento, lleno de íconos de nuestro pasado pero con ese toque de glamour tan propio de Faena. El chef Emiliano Yulita eligió una cocina tradicional, de producto, con el asado como protagonista.
Del horno de barro salen pizzas ($1.800) y empanadas y hay que poner especial atención en las de queso Morbier, provoleta y verdeo ($900 las dos). El plato más caro de la carta es una Pestaña de ojo de bife hecho a la leña, madurado 21 días y que pesa 900 gramos ($11.900) pero se puede pedir un pollo por $2.200 o un Vacío a baja temperatura por $4.600. Los fines de semana, El Mercado ofrece su clásico asado acompañado por vinos Angélica Zapata que con entrada y postre puede alcanzar los $10.000 por persona.
En su nuevo hogar: Sofitel Buenos Aires
Ya hace un tiempo, el Sofitel Buenos Aires dejó su hermoso edificio de la calle Arroyo para reubicarse en Recoleta, frente a Patio Bullrich, en la que fuera sede de varios hoteles.
Con mesas que se extienden hasta la calle, el Sofitel acaba de relanzar el brunch de los domingos con una propuesta súper abundante y de platos como hamburguesas de doble carne, cordero o quínoa; salmón gravlax con huevos revueltos y brioche y delicias dulces de la pastelera Erica Scaffino como el pain au chocolat o las french toast con miel, además de bebidas varias e infusiones. El precio por persona es de $5.600 y a la salida, siempre se pueden llevar algunas cosas ricas de la pastelería para seguir disfrutando en casa.
De Italia con amor: Buono, en Sheraton Hotel
Buono le hace honor a su nombre y nos transporta sin escalas con sus antipasti, sus risottos y pastas a lo mejor de la cocina italiana. Ubicado en la planta baja del Sheraton Hotel, Buono tiene un menú que le hace honor a sus orígenes con precios accesibles.
Las pastas frescas y el risotto oscilan entre los $1.600 y los $2.100 mientras que los principales como la Pesca del día con salsa de lima, crocante de arroz y brócoli, queso y escabeche de gírgolas está en $3.200 y los postres rondan los $1.000 (por supuesto hay un auténtico tiramisú preparado con mascarpone italiano). La carta de vinos tiene etiquetas para todos los gustos y bolsillos que parten desde los $1.600. Una cena para dos, con entrada, principal, postre y vino puede estar alrededor de $12.000 para dos personas.
En el corazón de la ciudad: NH City
Rodeado de algunos de los edificios más icónicos de la capital, el NH City presenta una propuesta de almuerzos ejecutivos a precios que vale la pena aprovechar. Son menús de dos o tres pasos que incluyen bebida sin alcohol y café y cuestan $2.700 y $2.950 respectivamente.
Para los que trabajan por la zona, es una gran opción pero también para los que añoran esa parte de la ciudad tan castigada por la pandemia y que está en un lento renacer.