Cómo es la PC económica con inteligencia artificial y lista para disfrutar los últimos videojuegos
Una PC económica de nueva generación, con inteligencia artificial y lista para disfrutar los últimos videojuegos es posible de comprar o armar en la Argentina, a partir del procesador Ryzen 5 8600G de la empresa AMD.
Bueno, bonito y barato: con esa frase tradicional de los vendedores se podría caracterizar a este nuevo procesador de AMD, que fue lanzado al mercado en la última edición de la feria CES en enero en la ciudad de Las Vegas.
Los nuevos procesadores de la firma son los Ryzen 7 8700G, Ryzen 5 8600G, Ryzen 5 8500G y el benjamín de la casa, el Ryzen 3 8300G. Esta serie se completa con los Ryzen 9, los más potentes que tiene la empresa, destinados a computadoras de escritorio y los rivales de los Core i9 de Intel, una competencia de larga data en el mercado de los microprocesadores.
Esta familia de cerebros electrónicos es muy interesante porque, además de contar con un procesador de última generación para resolver todas las tareas lógicas y matemáticas, cuentan con las últimas gráficas AMD Radeon de forma integrada (APU), por lo que no será necesario comprar una tarjeta de video para disfrutar de los últimos videojuegos.
Esto último no es determinante y se puede mejorar el rendimiento general del equipo con la inclusión de una tarjeta gráfica dedicada, pero es una muy buena opción para quienes procuren armar una buena máquina para videojuegos y no cuenten con un presupuesto abultado, o bien, se planteen actualizar la PC próximamente mientras se disfruta de algunos títulos durante algún tiempo.
En iProfesional armamos una PC con un Ryzen 5 8600G para ver cómo se desenvolvía con videojuegos clásicos y también con algunas estrellas recién llegadas. En esta nota, todos los detalles. Los precios mencionados fueron registrados al momento de escribir esta nota, en los primeros días de mayo.
El armado de la PC económica
Para armar la CPU que luego sería parte del nuevo setup, hubo que echar mano de una serie de componentes en una mesa de trabajo. Si bien el procesador sería el corazón de este equipo, no es lo único que se necesitaba. También hizo falta una placa madre, memoria RAM y algún disco para el sistema de almacenamiento.
Para poner manos a la obra, se dispuso de un gabinete Tailgate de la marca Redragon que tiene varias ventajas: es amplio y grande (se trata de un modelo de tipo full tower) y además cuenta con varias luces y ventiladores incluidos.
En su frente se destacan dos líneas de luces LED que pueden variar de color con un botón en su parte frontal o se pueden comandar a distancia con su control remoto. En cuanto a sus ventiladores, dispone de un total de cinco distribuidos en su interior y que sirven para mantener refrigerado el equipo.
Ideal para un setup de estas características, en la parte inferior del gabinete se instaló una fuente Redragon de 600W que es más que suficiente para alimentar todo el sistema de ventiladores, luces y componentes.
Desmontado el gabinete, se procedió a instalar la placa madre (también conocida como placa base o motherboard). La elegida para este equipo fue la Asrock B650m-hdv/m.2 que tiene soporte para los nuevos procesadores de AMD con el socket AM5 y además algunos beneficios extras.
Como primera medida se trata de una buena placa madre a un precio competitivo (alrededor de $200.000) e incluye un puerto de expansión para, en un futuro, colocar una tarjeta gráfica de última generación para llevar la experiencia gráfica a otro nivel.
Luego se instaló el procesador Ryzen 5 8600G ($300.000 en el mercado local) que incluye una placa de video en su interior, por lo que su precio es accesible para armar una computadora de última generación. En la misma caja se incluye el cooler de fábrica de AMD, que oficia como disipador de calor, el cual debe instalarse con un poco de pasta térmica en su base de contacto con el procesador.
Las compañeras de este cerebro electrónico fueron dos memorias RAM de 16 GB cada una de la marca Kingston, modelo Fury Beast ($190.000) ofreciendo un total de 32 GB de memoria RAM a 5600 MHz. Si bien este equipo puede funcionar bien y correr perfectamente los videojuegos con 16 GB totales, con 32 GB lo hará más holgado, quedando también preparado para los nuevos títulos que se lanzarán.
Para terminar, un disco para el sistema de almacenamiento. En este tipo de computadoras de última generación, lo ideal es instalar un disco en estado sólido (SSD) M.2 que viene en forma de placa y se instala sobre la placa madre.
El elegido fue un Kingston SSD Nvme Pcie 4.0 M.2 Snv2s/1000 de 1 TB, espacio suficiente para instalar Windows 11 junto a varios juegos. Luego, si se quiere ampliar el espacio de almacenamiento, se puede colocar otro SSD dado que la placa madre permite alojar uno extra.
Este equipo cuenta además, gracias a la placa madre de Asrock, con 7 puertos traseros USB 3.2 gen1 sumado a tres delanteros que, gracias al gabinete Tailgate, quedarán en la parte superior facilitando la conexión de auriculares, pendrives o controles para videojuegos. Además de soporte para WiFi y una placa Realtek ALC897 Audio 7.1 canales HD Codec.
Algo importante antes de cualquier encendido: se debe actualizar el firmware de la BIOS de la placa madre para que reconozca al nuevo procesador de AMD. Esto sucede porque, cuando fue lanzada esta motherboard, esta nueva serie de micros no estaba disponible. Para hacer este proceso, habrá que instalar la actualización en un pendrive y luego colocarlo en el puerto USB específico para instalar los drivers de forma automática mediante el proceso BIOS Flashback.
Pruebas en videojuegos
El nuevo procesador Ryzen 5 8600G tiene varias características que lo hacen una buena opción para correr juegos en Full HD. Como primera medida puede acelerar hasta los 4.3 GHz de velocidad, incluye gráficos integrados AMD Radeon Serie 700M, que permite un aumento de rendimiento gracias a la tecnología propietaria AMD HYPER-RX con Fluid Motion Frames a 1080p.
Para los más experimentados, se incluye la opción Precision Boost Overdrive (PBO), que permite el overclocking con un solo toque para dar a los usuarios un impulso adicional de la CPU con mayores límites de potencia.
Esta configuración es suficiente para disfrutar de casi cualquier juego en Full HD y con movimientos fluidos. En las pruebas realizadas se le exigió un poco más pero, claro, para elevar la propuesta y jugar en 4K habrá que colocar una gráfica dedicada de altas prestaciones como la nueva Radeon 7900 GRE. Para auditar los resultados, se utilizó el popular software Afterburner de MSI.
Para empezar a exigir al nuevo cerebro electrónico de AMD, se lo puso a prueba con uno de los títulos más exigentes de la actualidad: Alan Wake 2. Se configuraron los gráficos en medio (algunas cosas en calidad baja) para ganar algo de fluidez. El resultado fueron unos 38 fotogramas por segundo (FPS) de fluidez, pasando la prueba de los 30 FPS mínimos (aunque lo ideal es arriba de 60 FPS) que se necesitan para disfrutar sin que el juego se trabe.
En CyberPunk 2077 los fotogramas llegaron a 60 con los gráficos en calidad baja y disminuyeron a 40 cuando se activaron algunos efectos. En el popular Fortnite se lograron algo más de 100 FPS con gráficos en nivel medio y con la GPU bastante descansada y sin esfuerzo funcionando a un 70%.
Por último, se probó el recién llegado port de Playstation, el Horizon Forbidden West en Full HD, el cual llegó a los 60 FPS con la opción "calidad" activa. En todos los casos, tanto las temperaturas (la gran enemiga de los componentes tecnológicos) del procesador como de la placa gráfica integrada no superaron los 65°.
Conclusión
El nuevo procesador Ryzen 5 8600G es una gran opción para quienes desean armar una máquina para juegos de última generación y no cuentan con el dinero para comprar una placa de video dedicada.
La grafica integrada Radeon 760M cumple con creces y permite disfrutar de los últimos videojuegos lanzados al mercado. Además, con esta configuración de PC económica, la futura actualización es posible ofreciendo una opción escalable en el tiempo.