Avances tecnológicos: ¿cualquier pronóstico puede quedarse corto?
Las cartas están sobre la mesa y como en un juego de naipes, los diferentes participantes se miran entre sí planificando los pasos a seguir. Ya se pueden esbozar algunos pronósticos sobre lo que sucederá en los próximos meses en materia tecnológica.
Resulta inevitable que la primera referencia sea la inteligencia artificial (IA) generativa, marcada por el lanzamiento de ChatGPT en noviembre del 2022. En el 2023 se implementó principalmente para optimizar costos y eficientizar recursos, pero en el 2024 se observa un impacto más evidente en las formas que trabajamos y vivimos, lo que resulta en una inteligencia artificial que toma acción específica.
Algunos sectores como hospitalidad, entretenimiento y el comercio minorista avanzan en esa línea. Los que ya dieron los primeros pasos en IA —el 25% de las inversiones en "startups" durante el primer semestre de 2023, según Crunchbase— podrán ofrecer experiencias diferenciales al usuario. En los próximos meses, habrá menos interacción directa con la IA y más integración en el diseño.
Más allá de las tendencias, el mundo tecnológico enfrenta el desafío de desarrollar un nuevo marco regulatorio para la inteligencia artificial, con un enfoque en equilibrar la libertad y la seguridad. Se deben establecer pautas claras para las fuentes de información, el uso de derechos y la protección de la propiedad intelectual.
En esta línea la data también se destaca, no solo con un enfoque en el procesamiento de datos no estructurados para obtener perspectivas ("insights") valiosas, como se evidenció con el lanzamiento de Genexus Enterprise AI en 2023, sino también como una forma de destrabar el acceso a la IA generativa por parte de las empresas, al agilizar los esfuerzos más tediosos para aprovechar estas tecnologías.
La llegada de la computación cuántica
Una de las tecnologías más incipientes es computación cuántica, con el sector financiero y el de la investigación farmacéutica como vanguardias. Este mercado está valuado en 866 millones de dólares y se espera que crecerá un 38,3% hasta 2028, según Research and Markets.
En la carrera por construir y alcanzar productos comerciales, los gobiernos y las organizaciones avanzan en diferentes inversiones. La velocidad cuántica es exponencialmente más rápida que las computadoras tradicionales, y ofrecerá habilidades inéditas en materia de gestión de datos, encriptación y seguridad.
Algunas industrias como la automotriz y la banca podrán sacar provecho, pero este año todavía la inversión está destinada a la investigación para alcanzar un producto comercialmente viable y para entender el impacto que puede tener en materia de ciberseguridad.
La computación cuántica será complementaria de la inteligencia artificial, como también sucede con la robótica, otra de las tendencias que marcan la agenda este año. La IA permitió que se avecine una nueva ola de robots multimodales, con mayor autonomía, adaptación e interacción.
Las empresas adaptarán robots como servicios (RaaS, sigla en inglés) para tareas específicas como entregas o entretenimiento. En octubre ya se vieron algunos en los parques de Disney. Para 2027 se estima que aumentará un 35% en sectores no tradicionales como inspección y mantenimiento. A medida que reformula industrias y empleo, este año crecerá la conversación en torno a los marcos legales.
La incógnita del metaverso
A la hora de analizar las tendencias, blockchain continuará siendo decisivo en ciertas industrias, principalmente en identidades digitales y seguridad de los datos. El otro rubro en el cual seguirá agregando valor agregado es en el de contratos inteligentes, donde facilitan la verificación, el control y la ejecución de un acuerdo entre dos partes que muchas veces confían únicamente en este sistema.
Los contratos son inmutables y tienen un proceso administrativo más sencillo. Un imperativo para este año es el avance hacia la interoperabilidad para conectar la información de los diferentes sistemas de blockchain.
También deberá tener avances en materia de seguridad, por ejemplo, para el éxito de las criptomonedas, dado que la encriptación será vulnerable una vez que la computación cuántica se instale, como ya se ha mencionado.
La gran incógnita gira en torno al metaverso. En 2023 su adopción fue más lenta de lo imaginada, posiblemente porque implicaba al consumidor un cambio más drástico, mientras que la IA se incorporó sin fricciones. Este año, el lanzamiento de Apple Vision Pro fue un catalizador para las experiencias inmersivas.
Las gafas de realidad virtual, que aportan información en tiempo real combinando el mundo físico con el digital como nunca se ha hecho, podría tener un fuerte impacto. Pensándolo en términos educativos, se podría pensar en una clase de anatomía con un cuerpo en 3D o explicar un acontecimiento histórico creado basándose en una simulación. El interés de las nuevas generaciones por este tipo de novedades también sostiene a esta tecnología que no ha tenido gran impacto en los últimos meses.
Por último, habrá que prestar atención a los vestibles ("wearables", en inglés) que puedan surgir este año. Hace algunos meses se presentó Humane AI pin, un diminuto dispositivo que ofrece una forma inédita de interactuar con la tecnología.
Es un pin magnético diminuto que se coloca en la ropa y funciona con comandos de voz y gestos, incluyendo la posibilidad de ver la pantalla en la palma de la mano. Esto reemplaza a los celulares tradicionales. Es capaz de sintetizar información, grabar videos, enviar mensajes, traducir conversaciones en tiempo real y mucho más. No es ciencia ficción.
Con diferentes matices y dependiendo de las industrias en particular, el 2024 es un año de cambios y de profundización en el uso de diferentes tecnologías. Como ya se ha vuelto una costumbre en el último impacto, el progreso no se detiene y cualquier pronóstico, por más optimista que sea, puede quedarse corto.
(*) Vicepresidente senior de Tecnología de Globant.