La inteligencia artificial abre una oportunidad de aprendizaje para las personas y las organizaciones
No quedan dudas de que la aparición y progresiva inmersión de la inteligencia artificial (IA) viene a cambiar las reglas de juego en muchísimas de las esferas de las que somos parte.
Por supuesto, que el ámbito laboral es uno de los más interpelados: de acuerdo con el informe sobre el futuro del empleo 2023 del Foro Económico Mundial, en el mediano plazo la IA será adoptada en casi el 75% de las empresas.
Si bien todo hace pensar que las industrias de banca, seguros y tecnología son las que atraviesan mayores desafíos, la mayoría de los sectores atravesarán cambios gracias a la expansión de esta nueva realidad.
¿Y cuáles son las tareas que podrían reformularse? Por un lado, los roles donde la IA puede aplicar su capacidad de automatización como, por ejemplo, las tareas administrativas y de logística.
Por otro, funciones en las que se pueda aplicar las habilidades complementarias de ChatGPT, tales como la asistencia y el acompañamiento guiado. Y, por último, hay que tener en cuenta que esta nueva ola tecnológica conllevará al surgimiento de nuevos roles que puedan potenciar y dotar de valor a la IA y al aprendizaje automático, como lo son actualmente los analistas y científicos de datos y seguridad, y los especialistas en evolución digital.
Se trata de perfiles que se retroalimentarán con la inteligencia artificial y podrán desarrollar el impacto de sus tareas, como también de sus organizaciones. En esta línea son muchos los expertos que hablan de que vivimos la "cuarta revolución industrial".
Más allá de rótulos, la coyuntura presenta la oportunidad a las personas de pensar su rol desde la perspectiva de cómo capitalizar y amigarse con las nuevas herramientas para que estas permitan amplificar las condiciones y posibilidades de sus tareas actuales o futuras.
Es innegable, además, que en contextos vertiginosos como este se pueden detectar nuevas posibilidades más allá de las tecnologías, ya que las habilidades blandas ("soft skills") comienzan a ser centrales. Cada vez se demandan más perfiles con facilidad para la interacción entre las personas, la toma de decisiones, el razonamiento y la comunicación efectiva.
Las dificultades y desafíos de los empleos 4.0
El empleo 4.0 no es simplemente un cambio superficial en la forma en que realizamos tareas; es una transformación profunda en la naturaleza misma del trabajo.
La integración de tecnologías como inteligencia artificial, automatización, la Internet de las cosas (IoT) y análisis de datos redefine las funciones laborales, creando un entorno más eficiente y ágil.
Sin embargo, esto también plantea desafíos significativos, especialmente para aquellos cuyas habilidades no están alineadas con las demandas emergentes. Los entornos laborales 4.0 están determinados por una serie de características:
- Ambigüedad de roles: en entornos cambiantes los roles suelen ser menos definidos y más fluidos, esto puede causar confusión y ansiedad entre las personas que no están acostumbrados a la flexibilidad en la descripción de roles y responsabilidades.
- Cambios constantes y rápido avance tecnológico: las personas deben mantenerse actualizadas y estar en un aprendizaje constante para no quedar fuera de las nuevas tecnologías que van surgiendo.
- Colaboración interdisciplinaria: cada vez más se requiere de colaboración de diferentes áreas: tecnológica, diseño, negocios, áreas blandas, por lo que aprender a trabajar eficazmente en equipos interdisciplinarios es un desafío imprescindible.
- Habilidades blandas: tal como mencionamos anteriormente, para poder trabajar interdisciplinariamente es clave impulsar la comunicación efectiva y el pensamiento crítico.
- Resistencia al cambio: algunas personas pueden presentar barreras para la adopción de nuevas tecnologías y métodos de trabajo, lo que puede dificultar la implementación exitosa de iniciativas innovadoras. Estos son los casos donde es más importante trabajar colaborativamente.
Queda pensar entonces en el rol de las organizaciones. Más allá de que, como ha sucedido en distintas épocas, algunas empresas consideren que la IA venga a reemplazar directamente a cierto grupos de perfiles, la realidad indica que ellas tienen las capacidades para acompañar a las personas en procesos de mejora de habilidades ("upskilling") y recapacitación ("reskilling"), tomando el aprendizaje como una llave para el desarrollo profesional y del negocio. Y, de esta manera, construir planes de capacitación continuos y ágiles permitirán acceder a los trabajos 4.0.
Gracias a esta iniciativa liderada por las organizaciones, los colaboradores podrán desarrollarse positivamente y encontrar maneras de ser proactivos y tomar a la inteligencia artificial como a cualquier herramienta emergente, un instrumento para que puedan cumplir su rol actual o futuro con mayor capacidad y alcance.
Porque, en definitiva, son las mismas empresas las que tienen que facilitar caminos para que las personas y las tecnologías convivan en un mismo entorno, desafiante y cambiante, pero que necesita de la complementariedad de ambos.
(*) Experta en experiencia de personas en Ingenia.