ANÁLISIS

Inteligencia artificial y salud: el desafío de la prevención

El aporte de la inteligencia artificial se hace evidente cuando consideramos cómo facilita el trabajo de los profesionales de la salud.
TECNOLOGÍA - 08 de Enero, 2024

Hoy, en un mundo saturado de información y con avances tecnológicos que transforman cada aspecto de nuestras vidas, la salud no es una excepción. Nos encontramos en una era donde la inteligencia artificial se erige como un aliado estratégico en la búsqueda de soluciones innovadoras para el sector salud, en particular, a través de la expansión de la telesalud.

No estamos hablando simplemente de un cambio en la forma en que accedemos a la información médica. Es más profundo que eso. Antes, la búsqueda en Google podía ser un laberinto de incertidumbre para muchos.

Un diagnóstico médico en términos técnicos podía dejarnos más confundidos que aliviados. Ahora, gracias a la inteligencia artificial, esta experiencia está siendo redefinida.

Imagine la siguiente escena: una persona recibe un diagnóstico médico complejo, pero en lugar de sentirse perdida, recurre a la inteligencia artificial para entenderlo. La tecnología traduce la información médica a un lenguaje claro y comprensible. En este contexto, la inteligencia artificial se convierte en el puente entre la complejidad técnica y la comprensión humana.

Sin embargo, no nos engañemos creyendo que la tecnología puede reemplazar la esencia humana en el cuidado de la salud. La clave radica en la complementariedad.

Si bien es cierto que la inteligencia artificial puede proporcionar respuestas rápidas y datos precisos, no puede reemplazar la experiencia y la empatía de un profesional de la salud.

La innovación se encuentra en la adopción de tecnologías avanzadas y en la integración de enfoques preventivos.

Inteligencia artificial en salud: interrogantes

En medio de la vorágine tecnológica que redefine nuestras vidas, emergen preguntas cruciales:

  • ¿Estamos preparados para la rapidez y la inmediatez que nos ofrece la inteligencia artificial?
  • ¿Podemos confiar en la información que obtenemos de fuentes digitales sin la guía de profesionales calificados?

Estos interrogantes nos llevan a reflexionar sobre la necesidad de jerarquizar, de reconocer los límites de la tecnología y abrazar la complementación entre la innovación y la experiencia humana.

La inmediatez que nos proporciona la tecnología es fascinante, pero debemos reconocer que la velocidad no siempre es sinónimo de eficacia, especialmente cuando se trata de decisiones cruciales sobre nuestra salud y bienestar desde una perspectiva integral.

No se busca evitar que las personas consulten información en plataformas como TikTok o consulten a chatbots, sino que se aboga por el respaldo profesional. ¿Por qué? Porque la tecnología, por más avanzada que sea, no puede reemplazar la capacidad de discernimiento y la interpretación profunda que aporta un profesional de la salud.

En el empoderamiento del usuario, una faceta clave es el riesgo de que la abundancia de información conduzca a decisiones autónomas que podrían ser contraproducentes. La inteligencia artificial, aplicada correctamente, puede ser una guía invaluable.

lLa inteligencia artificial se basa en bases de datos, pero su verdadero poder radica en el análisis de profesionales de la salud.

Inteligencia artificial en salud: ventajas

Sin embargo, el verdadero desafío radica en asegurarnos de que este empoderamiento no se convierta en su opuesto, en una auto prescripción basada en lecturas superficiales de información en línea.

El aporte de la inteligencia artificial se hace evidente cuando consideramos cómo facilita el trabajo de los profesionales de la salud. Imagine a un médico con acceso en tiempo real a una gran cantidad de radiografías de columna, analizadas y parametrizadas por la inteligencia artificial.

Este médico realiza diagnósticos más rápidos y precisos, y también se beneficia de lo que podríamos llamar una "junta médica virtual". Esta combinación de datos tecnológicos y análisis humano refuerza la calidad de la atención médica, especialmente en situaciones donde la presencia física es difícil de mantener con regularidad.

La inteligencia artificial puede hacer que la medicina sea más específica, al ser capaz de establecer distinciones que eluden a los observadores humanos. Es posible que pueda clasificar los cánceres o los casos de enfermedades cardíacas según sus riesgos, distinguiendo así, por ejemplo, aquellos cánceres de próstata que matarán rápidamente y, por lo tanto, necesitarán tratamiento, de aquellos que no lo harán y que probablemente puedan dejarse sin tratamiento.

Y los ejemplos podrían seguir. En tanto herramienta para personalizar y mejorar la experiencia del paciente, el aporte de la IA es invalorable. Se trata de llevar al paciente al médico adecuado en el momento adecuado.

Un aspecto fundamental es que, a pesar de que la inteligencia artificial se fundamenta en bases de datos, su verdadero poder radica en el análisis de profesionales de la salud. Por más ajustada que esté la información estadística, llega un momento en que la especificidad de cada individuo debe ser considerada.

La inteligencia artificial puede hacer que la medicina sea más específica.

Inteligencia artificial en salud: el valor de la prevención

Cada paciente es único, y es en este nivel de singularidad donde la tecnología encuentra sus límites y la intervención humana se vuelve irremplazable. Este debe ser un principio rector para aquellos espacios donde convergen profesionales de la medicina tradicional y terapias alternativas.

¿Por qué esta fusión aparentemente inusual? Porque reconocemos que cada individuo es único, irrepetible. La atención a la salud no puede ser un enfoque estándar ni sesgado; debe ser personalizada e integral.

La innovación no solo se encuentra en la adopción de tecnologías avanzadas, sino también en la integración de enfoques preventivos y terapias alternativas. En el horizonte de nuestra salud, se erige una llamada urgente a la acción: trabajar no solo en momentos de crisis, sino de manera proactiva para construir cimientos sólidos para nuestra calidad de vida.

Nos enfrentamos a la tarea de no solo abordar situaciones puntuales, sino de adoptar hábitos que forjen un bienestar sostenible. El énfasis en la importancia de cuidar nuestra alimentación y otros hábitos diarios nos lleva a una reflexión profunda.

La conciencia de nuestras elecciones cotidianas se revela como una inversión valiosa en nuestro propio bienestar futuro. Nos invita a adoptar un enfoque holístico, reconociendo que la salud es una acción continua y no solo una respuesta a eventos aislados.

La prevención y el enfoque holístico se revelan como los pilares fundamentales para construir una vida más saludable y plena. Trabajar en nuestra calidad de vida es una elección consciente de vivir integral y proactivamente, no solo como respuesta a conflictos, sino como una declaración de autenticidad y compromiso con nuestro propio bienestar.

Víctor Dosoretz.

Mientras celebramos la revolución silenciosa que la inteligencia artificial y las tele consultas están generando en el sector salud, recordemos que la tecnología es nuestra aliada, no nuestro sustituto.

La clave está en la simbiosis entre lo tecnológico y lo humano, donde la personalización y la atención centrada en el individuo son los cimientos de una verdadera transformación en la calidad de vida.

(*) Director general ejecutivo y cofundador de Bruit Salud.

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