Mercado literario: la oportunidad de los "e-books"
El proceso de digitalización que atravesamos desde hace algunas décadas nos puso en un lugar donde la practicidad y la comodidad están a la orden del día incluso cuando nos referimos a la literatura. Es aquí, entonces, donde surgen las dicotomías sobre qué y cómo leer.
La tecnología logró desarrollos muy interesantes, entre ellos los famosos libros digitales, electrónicos o "e-books", que irrumpieron de forma positiva en el mundo desde hace algunos años.
Sin embargo, la Argentina sigue siendo un mercado de menor impacto en este aspecto, ya que figura por detrás de otros mucho más demandantes de habla hispana, como España o México.
Uno de los últimos estudios sobre este tema, desarrollado por la Encuesta Nacional de Consumos Culturales, arrojó que, durante el 2022, la mitad de la población leyó al menos un libro durante el último año, mientras que el 12% de ellos utilizó un e-book frecuentemente.
De esta manera, podemos decir que, más allá de las advertencias dadas cuando surgieron los libros digitales, los libros impresos y digitales son dos plataformas de lectura que pueden convivir sin que uno implique la desaparición del otro.
Desde la Cámara Argentina del Libro (CAL) informaron que después de la pandemia de coronavirus, en relación con 2020, en 2021 tuvo un crecimiento del 24% en las novedades editoriales.
Un sistema heterogéneo
Sin embargo, las tiradas de libros se redujeron: pasaron de 2.700 ejemplares en 2016 a 1.700 en 2021; en casi el 40% de las ediciones comerciales, las tiradas no superaron los 600 ejemplares.
En números, hoy el 80% de los libros digitales provienen del papel y solo un 20% son lo que se llaman "nativos digitales", es decir concebidos desde el comienzo para ser tales. Se trata de una tendencia global, que se incrementó con la pandemia.
Esto indica que estamos ante una etapa en la que las plataformas para leer se adaptan a las comodidades y gustos de los propios lectores, conformándose una heterogeneidad sumamente enriquecedora.
En este ecosistema de digitalización casi constante, donde el comercio de libros y las mismas librerías deben ir mutando, el comercio electrónico viene a presentarse como una estrategia de venta para un público más afianzado con las nuevas tecnologías: los "millennials".
Esta generación se desarrolla en un contexto de gran innovación tecnológica, que atraviesa diversas esferas sociales, y que los moldea en hábitos de consumo enfocados en experiencias personalizadas, confiables, con sentido de comunidad y disponibilidad las 24 horas. Es por esto por lo que el comercio electrónico debe estar al día y ser compatible con las necesidades cambiantes de estos usuarios.
Y de la misma forma ocurre con los hábitos nuevos de lectura. La digitalización conlleva que las personas busquen más comodidad, dinamismo y rapidez a la hora de leer o de conseguir un libro.
En el último tiempo, en la Argentina, casi el 90% de los usuarios de Internet realizaron alguna compra en línea, demostrando así la importancia de la digitalización en la vida cotidiana.
En este marco, sabiendo que el público argentino es de los más lectores en el mundo, los lectores pueden conseguir en las plataformas en línea libros desde cualquier parte del mundo con un solo clic y en la puerta de la casa.
En esta etapa en la que lo digital nos envuelve día a día, las librerías en línea se convierten en una oportunidad para aportar un grano de arena a esta heterogeneidad literaria, tanto en su contenido como en el formato.
(*) Director general ejecutivo de Buscalibre Argentina.