Conmoción en Twitter: Elon Musk suspende la compra por el alto número de cuentas falsas y de spam
Elon Musk, el hombre más rico del mundo y dueño de la empresa automotriz Tesla, afirmó que el proceso para adquirir la red social Twitter queda "temporalmente suspendido".
Así lo indicó el magnate a través de su cuenta en la red social, como respuesta a una reciente información de Reuters que apunta que alrededor del 5% de los usuarios monetizables de la red social son cuentas falsas o de spam.
Tras el anuncio, las acciones de Twitter caen más de un 22% en transacciones previas a la apertura de Wall Street.
"El Acuerdo con Twitter queda suspendido temporalmente a la espera de detalles que respalden el cálculo de que las cuentas falsas/spam representan menos del 5 % de los usuarios", dijo Musk en un tuit.
Twitter y el estigma de las cuentas falsas
El multimillonario aseguró que, bajo su control, la compañía fundada por Jack Dorsey podría volverse altamente rentable. El empresario llegó a decir que la red social siempre será gratuita para los usuarios ocasionales, pero que podría tener un costo para los usuarios "comerciales" y para los Gobiernos.
No obstante, la presencia de cuentas falsas u operadas por bots representa un problema para poder lograr cifras exactas sobre la capacidad de monetizar la red social y para la venta de publicidad.
Este asunto representa un gran problema para la red social desde hace años. De hecho, un estudio de la Universidad de Indiana en 2018 aseguraba que entre el 9% y el 15% de las cuentas presentaban las características de "bots sociales".
En su reporte de transparencia de 2020, la red social aseguró haber intervenido unos 278 millones de cuentas para verificar que fueran operadas por seres humanos y a más de 5 millones de usuarios que infringían sus políticas de uso.
Musk contra los bots de spam
La revelación de Musk se conoció pocos días después de que el presidente ejecutivo de Tesla, quien firmó un acuerdo para comprar Twitter por 44.000 millones de dólares, tuiteara que una de sus prioridades sería eliminar los "bots de spam" de la plataforma.
La compañía aseguró que tenía 229 millones de usuarios a los que se les sirvió publicidad en el primer trimestre.
Twitter dijo en la presentación que enfrentaba varios riesgos hasta que se cerrara el acuerdo con Musk, algo que el mercado estaba dando por hecho que ocurriría antes de final de este año.
Una de las dudas es si los anunciantes estarán dispuestos a invertir en la red social si el fundador de Tesla cambia los criterios de moderación de los contenidos.
Musk aseguró hace unos días en un encuentro del Financial Times que restablecería la cuenta de Twitter del expresidente estadounidense Donald Trump, y calificó la prohibición impuesta a la suya era "moralmente incorrecta".
La ayuda de los amigos de Musk
La compra de Twitter por Musk parecía ir por buen camino después de que el empresario anunciara el 5 de mayo que había asegurado 7.140 millones de dólares de 19 inversores, incluido el cofundador de Oracle, Larry Ellison, Sequoia Capital, Brookfield, Qatar Holding, Vy Capital y Binance, la empresa de criptomonedas, lo que reducía la presión sobre la fortuna personal de Musk en esta operación.
La aportación de estos inversores permitiría reestructurar la composición del pago, reduciendo los 12.500 millones de dólares del crédito inicial (con garantía de acciones de Tesla) a solo 6.250 millones.
Se incrementa hasta 27.250 millones de dólares (desde los 21.000 millones de dólares inicialmente previstos) la financiación aportada por los propios inversores (la gran mayoría por Musk).
Musk dijo que continuaba manteniendo conversaciones con los accionista actuales de Twitter, incluido el cofundador y exCEO de la red social, Jack Dorsey para que participen en su oferta.
Las dudas sobre el desenlace final de la operación, que según dijo The Wall Street Journal acabaría con la venta de de Twitter en tres años si finalmente la compraba el multimillonario y la excluía de Bolsa, crecen con el paso de los días y tras las nuevas declaraciones de Musk, quien tiene que pagar 1.000 millones de dólares si abandona la transacción.