¿Querés invertir en Bitcoin?: esto es lo que debés saber antes de abrir la billetera

¿Te seduce la idea de invertir en Bitcoin? Es posible que te plantees si deberías tener al menos una pequeña exposición a las criptomonedas en tu cartera de inversiones. Después de todo, los inversores institucionales y los grandes bancos empezaron a tomárselo en serio.

Y es difícil pasar por alto las noticias sobre el aumento meteórico de los precios de Bitcoin y otras monedas digitales en los últimos años. Si hubieras comprado Bitcoin a principios de abril de 2017, por ejemplo, podrías haber obtenido un rendimiento del 3.700% en solo cuatro años.

Pero también hubo muchas caídas de precios en el camino. Si hubieras comprado a mediados de abril de 2021, habrías perdido más de la mitad de tu inversión en solo cuatro meses. Entonces, si tenés la tentación de invertir, esto es lo que debés considerar antes de dar el salto.

Bitcoin es una inversión muy especulativa

En términos generales, no existe un valor intrínseco subyacente a la mayoría de las criptomonedas. A diferencia de una acción, por ejemplo, no se rastrea el potencial de crecimiento de una empresa del mundo real que vende productos y servicios del mundo real. Tampoco se rastrea el valor de un recurso natural como lo hace una mercancía tradicional.

Una excepción son las denominadas monedas estables como Tether, USD Coin y Binance USD. Son criptomonedas vinculadas al valor del dólar estadounidense, el euro y otras formas de dinero fiduciario, lo que las hace menos volátiles que las criptomonedas no vinculadas.

Bitcoin: una apuesta de riesgo alto

Además, no se acepta como moneda de curso legal en ninguna parte, excepto en El Salvador, que a principios de septiembre adoptó el Bitcoin como moneda nacional junto con el dólar estadounidense. Entonces, al invertir en una moneda digital hoy, tu única fuente de retorno es apostar a que alguien más estará dispuesto a pagar más por eso en el futuro de lo que pagaste.

Esa podría ser una apuesta justa dado el creciente interés generalizado en las criptomonedas, especialmente con algunas de las monedas más grandes como Bitcoin, que tiene una capitalización de mercado que vale casi la mitad del universo criptográfico total.

Pero es una apuesta igual de justa suponer que muchas criptomonedas se apagarán, de la misma manera que lo hicieron muchas empresas en la era de las puntocom.

No apuestes lo que no puedas permitirte perder

Las criptomonedas, en dosis muy pequeñas, podrían ayudarte a diversificarte más, ya que se comportan de manera muy diferente a las acciones y los bonos. Si estás interesado, no inviertas más del 2% de tus carteras líquidas en monedas digitales.

En otras palabras, solo debés invertir un pequeño porcentaje del dinero que tenés más allá del valor acumulado de la vivienda y tus ahorros para la jubilación y la educación. Al invertir un 2% podés sentir que estás participando, pero no tanto como para crearte problemas.

Si estás con margen para una apuesta mayor, no tengas más del 5% de tu cartera total dedicada a inversiones especulativas de todo tipo, incluidas las criptomonedas, pero solo si tenés poca o ninguna deuda y estás dispuesto a aceptar el riesgo de perder lo que invertiste.

Una alternativa indirecta de invertir en Bitcoin

La exposición directa a las criptomonedas es demasiado volátil. Sin embargo, es posible que ya tengas cierta exposición indirecta a los activos criptográficos a través de inversiones en empresas tecnológicas que invierten en tecnología blockchain, lo que hace posible que funcione el universo del comercio criptográfico.

También podés tener exposición a través de fondos mutuos negociados activamente y fondos negociados en bolsa, que a su vez pueden tener empresas criptográficas o relacionadas con criptografía.

Las inversiones en Bitcoin tienen muy pocas protecciones

Otro factor a considerar: la propiedad directa y las transacciones con criptoactivos en su mayoría no están reguladas y ofrecen muy poca protección al consumidor. Simplemente no hay suficiente protección para los inversores en las criptofinanzas, la emisión, el comercio o los préstamos.

Esta clase de activos está plagada de fraudes, estafas y abusos en ciertas aplicaciones. Y las reglas sobre cómo informar y pagar impuestos sobre los criptoactivos también se encuentran en etapas muy tempranas.

Pero las regulaciones que existen hoy se vuelven particularmente engorrosas si alguna vez decidís comprar algo con las criptomonedas que poseés. Es probable que las normas y reglamentos aumenten en el futuro previsible. Y eso podría afectar los precios positiva o negativamente.

Hablá con tu pareja o familia antes de dar el salto

Si estás casado o en pareja, no dejés que las criptomonedas se interpongan entre vos y tu cónyuge. Incluso cuando esas parejas están unidas por tener una alta tolerancia al riesgo, uno de los cónyuges puede preferir arriesgar dinero en una inversión especulativa más tangible, como una empresa de biotecnología de pequeña capitalización o la puesta en marcha de un negocio de un amigo.

La planificación siempre prevalece. Comenzá con un plan y terminálo cuando la inversión en criptomonedas afecte tu patrimonio en forma negativa. Se trata de una buena manera para que los cónyuges tomen una decisión conjunta e informada.