Netflix busca prohibir que se compartan cuentas en 2022: ¿qué pasará con los usuarios que lo hagan?
La plataforma Netflix está probando una nueva función para restringir el uso de cuentas compartidas. El hecho es que muchos usuarios de esta plataforma streaming de películas y series comparten su contraseña con amigos y familiares para que más de uno disfrute del contenido disponible. Sin embargo, es probable que en un futuro cercano esto ya no sea posible.
¿Qué ocurrirá con las personas que utilicen cuentas de otros? Según The Washington Post, algunos usuarios que comparten su cuenta con alguien que no vive en su domicilio ya recibieron mensajes de alerta en sus televisores para que contraten ellos mismo el servicio.
"Si no vivís con el propietario de esta cuenta, necesitás tu propia cuenta para seguir viendo", se lee en la advertencia que está enviando Netflix.
Posteriormente se solicita que se ingrese un código de verificación, el cual es enviado al correo del titular de la cuenta; sin embargo existe la opción de hacerlo más tarde Netflix ha brindado la posibilidad de compartir la cuenta de Netflix con otros usuarios contenidos en el mismo perfil, lo cual no parece ser el objetivo a restringir de la plataforma, sino que la idea es que las cuentas solo se ocupen por personas que viven en la misma casa.
Ebony Turner, representante de la compañía, dijo que "esta prueba está diseñada para ayudar a garantizar que las personas que usan cuentas de Netflix estén autorizadas a hacerlo".
Netflix: ¿por qué decae la calidad de los subtítulos?
Durante los últimos meses se ha generado cierta polémica debido a la traducción automática de series como El juego del calamar. La influencer bilingüe coreano-estadounidense Youngmi Mayer recurrió a TikTok y Twitter para señalar que consideraba que los subtítulos en inglés del éxito más reciente de Netflix eran "chapuceros".
Argumentaba que por culpa del uso de esta técnica se habían perdido "matices importantes" en el contenido. Tras su denuncia en las redes sociales, otros también intervinieron, unos descalificando los subtítulos en francés e hindi con comentarios del calibre de que son "basura" o afirmando otros que el doblaje en inglés es "una broma".
La mayoría de los más de 111 millones de espectadores que han visto la sangrienta serie de Netflix en idioma coreano la vieron con subtítulos en uno de los 31 idiomas disponibles o en una de las 13 versiones dobladas que ofrece la plataforma. Y es que el gigante del streaming tiene cada vez más usuarios de habla no inglesa: aunque perdió 400.000 suscriptores en Estados Unidos y Canadá el trimestre pasado, obtuvo más de un millón nuevos en la región de Asia y el Pacífico.
Pero Netflix no es la única que hace que los suscriptores internacionales sean fundamentales para el futuro de su negocio: Disney+, HBO y Amazon Prime Video también compiten en este escenario mundial. Y el hecho de que haya cada vez más players en estos ‘juegos del hambre’ del streaming conlleva cada vez más contenido por ver y, por tanto, cada vez más productos que traducir. Esto podría llevar en los próximos años a una acumulación de pedidos de traducción.
Por ello, los LSP -siglas en inglés de ‘language service providers’, proveedores de servicios de idiomas en español- son fundamentales para la distribución de ese contenido local a escala global. Sin embargo, este sector se enfrenta a algunos retos: el apremio por sacarlo todo y sacarlo ya, la escasez de mano de obra y la falta de una solución automatizada viable.
Chris Fetner, quien pasó varios años en Netflix desarrollando las estrategias de localización de la plataforma, aseguraba al medio estadounidense Rest of World que, hasta hace poco, la industria de los LSP "podía hacer frente a la demanda", pero que ahora "está llegando a un punto de saturación" y son muchos los que afirman no poder aceptar nuevos trabajos "hasta después de 2022".
¿El auge mundial del streaming está realmente creando una mayor demanda de traductores?
Josep Llurba, presidente de la Asociación de Traducción y Adaptación Audiovisual de España (ATRAE) así lo cree: "Es evidente que el aumento en el consumo de plataformas de streaming hace crecer también la oferta de contenidos y esto, a su vez, conlleva una mayor demanda de traductores. Lo mismo ocurre con todo el resto de profesionales que participan en la adaptación de estas obras a nuestro idioma", dijo al diario digital 20 Minutos.
Con respecto a la polémica generada por algunas traducciones incorrectas que últimamente se han vivido a nivel mundial, como puede ser la mencionada de ‘El juego del calamar’, Llurba reconoce que aunque los profesionales de la traducción y la adaptación audiovisual siempre procuran "poner el mismo cuidado en todo tipo de productos", es posible que "las circunstancias -las prisas, las condiciones de trabajo-" no les permitan "poner siempre la misma dedicación".
Por parte de las plataformas, añade, "quizá hay productos que se tratan con más mimo y a los que se dedica más atención, pero eso no significa que se descuide por completo el resto de productos". "Lo que parece evidente es que cada vez hay más contenidos y eso supone un reto para las empresas proveedoras de estas plataformas", es decir, las empresas a las que los gigantes del streaming encargan el doblaje, el subtitulado o la audiodescripción de sus productos, subraya el presidente de ATRAE.
Llurba comenta que en algunos casos se recurre a la traducción automática, con revisión posterior, para subtitular contenidos principalmente para "abaratar costes", ya que "una revisión de la traducción automática -lo que llamamos posedición- tiene un coste menor que una traducción".
"En nuestra opinión, cuando se trata de traducción y adaptación de productos audiovisuales de ficción, la traducción automática aún no da buenos resultados y la revisión puede requerir el mismo trabajo o más que una traducción humana. Por eso creemos que aplicar la traducción automática a productos audiovisuales no tiene sentido", destaca.