Tecnologías innovadoras que pueden ayudarnos a volver al trabajo en la oficina
En las últimas semanas, hemos escuchado a varios dueños y CEO de compañías expresar su fuerte deseo de convocar al 50% o 60% de los empleados para volver físicamente a las oficinas.
Antes de la pandemia, estas compañías habían hecho inversiones significativas para convertir los lugares de trabajo en espacios lúdicos, inspiracionales y de intercambio colaborativo presencial.
Antes de la cuarentena, el nuevo lugar de trabajo era una herramienta efectiva de atracción de talentos. Todo cambió. La reclusión domiciliaria a la cual nos llevó la cuarentena diluyó el efecto a cero de esta carta, que teníamos como considerable, a la hora de evaluar si estábamos contentos con nuestro trabajo o no.
Los largos meses de trabajo en nuestros domicilios hicieron que convirtamos estos espacios, ahora de ocio/trabajo, en lugares acondicionados para permanecer varias horas sin morir en el intento.
Una buena silla ergonométrica, un soporte para la notebook, unos buenos auriculares con micrófono contribuyeron al factor comodidad, que se sumó al segundo factor, el tiempo que no gastamos en trasladarnos a centro urbanos, que podían demandar una hora diaria en ciudades chicas o no menos de dos horas diarias en ciudades como las de Buenos Aires. Lo suficiente para agregar actividades importantes como las deportivas, culturales o sociales, que costará erradicar para volver atrás, si las compañías lo intentan.
Pero el porcentaje de ausentismo presencial en oficinas no se debe sólo a estos dos factores. Hay un tercer factor que es el miedo que puede ser fundado o no fundado, pero, de todas maneras, es real para quién lo siente, y opera sobre nuestra decisión de concurrir a una oficina.
Este miedo perdurará luego que la población tenga las dosis que requieren la mayoría de las marcas de vacunas para estar inmunizado temporariamente. Nadie espera erradicar la Covid en el segundo año de vacunas, con lo cual, durante el 2022, un nuevo plan de vacunación será necesario. Y así llegamos al 2023 con una caída sustancial (¡eso espero!) de la Covid en la población.
Pero les quiero transmitir una mala noticia… el miedo trascenderá los planes de vacunación varios años después de la erradicación de este virus. Entonces, debemos analizar como tratamos el miedo de las personas, más allá de ayudas terapéuticas.
¿Pueden las tecnologías a ayudar a erradicar el miedo de los empleados de una forma más contundente? Sí, definitivamente, si se las aplica y se comunican sus beneficios. Les voy a compartir algunos casos.
Sensores de proximidad
Como lo indica su nombre en inglés, un "buzzer" es un zumbador electrónico que detecta que te estás acercando a otra persona a menos de la distancia recomendada (1,5 metros). Este dispositivo es fabricado por una empresa holandesa para oficinas y fábricas.
Las personas tienden acercarse según su cultura. El espacio de encuentro de dos chinos, sin que se sientan incómodos, es mucho más reducido que el de dos noruegos. Ni hablar de dos latinos que quieren fundirse en un abrazo. Aun siendo latino, volveremos a las oficinas con distintos umbrales de miedo y esto limitará nuestras interacciones diarias, persona a persona.
Testeadores de aforos
Este caso es un caso más evolucionado que el anterior, dado que agrega inteligencia artificial a los datos que genera el sensor. Este es un caso de la tecnología de "Computer Vision", que convierte al sensor en un ojo artificial que captura personas entrando a un edificio, personas sentadas en un piso, personas en una sala de reuniones, pasillos con personas quietas y no en circulación.
Estos datos son procesados por inteligencia artificial ("Deep Learning"), y generan reportes que son recibidos en tiempo real por RRHH, responsables del edificio y de mantenimiento.
Esta compañía, nacida en San Francisco en 2017, fue impactada positivamente con el inicio de la pandemia, y hoy goza de plena efervescencia, hasta tal punto que está recibiendo fondos de capitalización para extender el tipo de clientes, más allá del corporativo, dado que otras industrias como las gastronómicas y las de entretenimiento tienen requerimientos de cumplimiento de aforos.
Robots UVR
Akara es una empresa irlandesa en su primer estadio de formación (startup) que se asoció con Intel en plena pandemia. Antes producía robots asistentes para personas de edad avanzada con inteligencia artificial para incrementar la interacción y el entretenimiento.
Ahora produce robots, llamados Violeta, que esterilizan hospitales, oficinas, fábricas con rayos ultravioleta. Esto permite no exponer a personas de limpieza a contagio de virus y bacterias. Otra compañía parecida de Dinamarca, llamada UVD-Robots, está en la misma línea que Akara para la automatización de las desinfecciones.
¿Estamos listos para la vuelta a la oficina?
Hace casi un año y medio, las organizaciones drásticamente hicieron planes para trabajar remotamente. Todos desaprendimos nuestras rutinas de trabajo para aprender a trabajar con herramientas que nunca habíamos trabajado antes. Luego nos acostumbramos a no trasladarnos y a tener más reuniones de las que teníamos, casi sin transición entre una y otra.
Ahora, es momento de hacer planes de retorno "voluntario" a las oficinas, lidiando con el miedo al contacto de cada persona que regresa, con nuevos layouts para ubicar un tercio de las personas en ambientes donde podrán albergar al triple.
Las tecnologías pueden ayudar a que los protocolos no sean sólo un procedimiento teórico para seguir, que puede cumplirse o no dependiendo de la adherencia de los involucrados.
Las tecnologías y sus beneficios pueden ayudar a que el regreso tenga mejor receptividad, por lo menos, apuntando a las personas que ponderan al miedo más alto que la comodidad y el tiempo de traslado. De esta manera, las compañías adicionalmente podrán garantizar un espacio más seguro, donde al COVID se le haga más difícil entrar y propagarse.
(*) Director de Estrategia & Aceleración Digital en Estratega.