Dato clave: cuánto falta para que el 5G sea una realidad en los celulares de todos los argentinos
5G es una tecnología esencial para el futuro y será la habilitadora de funcionalidades que, en muchos casos, todavía se están desarrollando.
Más allá de permitir a los usuarios móviles el paso a una nueva generación, como sucedió en su momento con 4G, será clave para la automatización de procesos en fábricas, para conectar objetos y para avanzar en el campo de la robótica o Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés).
5G promete la posibilidad de conectar múltiples dispositivos, mayor disponibilidad, más cobertura, baja latencia (respuesta casi instantánea) y mayores velocidades de banda ancha. ¿Pero qué tan cerca estamos de que la nueva tecnología sea una realidad tangible?
La promesa más esperada
Los primeros despliegues comerciales se hicieron en Estados Unidos y Corea del Sur, entre diciembre de 2018 y abril de 2019, después de que se estandarizaran las primeras arquitecturas de 5G.
La pandemia desaceleró los planes de expansión por las dificultades económicas, la incertidumbre asociada a la crisis sanitaria, el cese de la producción y las restricciones de aislamiento. No obstante, según la GSMA, ya existen 87 operadores, en 39 mercados que ofrecen planes comerciales 5G.
Desde Telecom Argentina explican que casi todas estas redes siguen la arquitectura Non-Standalone (NSA), que permite servicios de mayor capacidad de tráfico utilizando el apoyo de redes 4G, pero durante este año comenzarán a verse despliegues de redes 5G Stand Alone (SA), con un primer caso anunciado recientemente en Estados Unidos.
"Son las redes SA las que permitirán realizar las promesas del 5G en cuanto a brindar servicios de baja latencia, alta velocidad y, en futuras evoluciones, la conexión de millones de dispositivos IoT", agregan.
En Latinoamérica, según 5G Américas, existen despliegues de 5G NSA en: Brasil, Puerto Rico, Islas Vírgenes, Surinam y Uruguay. Argentina se sumó a esta lista desde febrero, cuando Telecom encendió la primera red 5G del país y puso en funcionamiento 10 antenas móviles de Personal para utilizar este servicio con dispositivos aptos, en Buenos Aires (microcentro) y Rosario (en torno al monumento a la bandera).
La compañía está invirtiendo en la red 4,5G, activa en el 100% de la red 4G, y antesala para las posibilidades que va a ofrecer la nueva generación. Desde 2019 la red de Personal tiene todo su core totalmente virtualizado, lo que es un requisito fundamental para avanzar en el despliegue de 5G, y seguirán trabajando en la virtualización de todos los equipos de la red, desde los que están instalados en los sitios hasta aquellos que permiten la interconexión de todos sus componentes.
Telefónica por su parte, realizó junto a Ericsson la primera prueba de laboratorio pública de 5G en 2017 y, desde entonces, continuó realizando distintas pruebas sobre esa tecnología. No obstante, para el operador todavía estamos lejos de que sea 5G una realidad.
Además del complejo escenario local, "la pandemia desplazó el foco y los esfuerzos de los sectores público y privado hacia mantener la conectividad adecuada para que distintos sectores de la sociedad pudieran trabajar, educarse y entretenerse en un contexto de aislamiento social", opinan.
Al igual que los operadores, el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) también fue sede de una serie de pruebas con los proveedores Ericsson, Huawei y Nokia.
Las barreras por superar a nivel mundial
Enrique Carrier, experto en Telecomunicaciones, explica que, en términos prácticos, todavía no hay nada para el desarrollo de 5G, porque aún no se define el punto de partida: la frecuencia que se asignará para su funcionamiento y que marcará el rumbo sobre los servicios que se podrán ofrecer.
Para el especialista es un tema técnico, pero también de negocios. La definición sobre las bandas de frecuencia le va a permitir a los operadores decidir donde comenzar el despliegue, los distintos tipos de servicios disponibles, qué equipos van a necesitar. Después será necesario concretar el mecanismo para asignar el espectro, otra variable que necesitan los operadores para calcular los costos de su negocio.
Pero 5G no es solamente la conectividad, agrega Carrier, sino que va a permitir conectar múltiples dispositivos. En ese sentido: ¿están listas las empresas clientes de los operadores para hacer una reingeniería de sus procesos y desarrollar lo necesario para conectarse?
"Todas estas cosas están en marcha y, más allá de la frecuencia, primero hay que madurar el ecosistema. Además, cuando se entra primero a una tecnología nueva, las antenas, los equipos y los teléfonos son más caros. Hay que entender que el despliegue de 5G implica una gran inversión y el recupero no está a la vuelta de la esquina. Los que más empujan el desarrollo son los fabricantes (Huawei, Ericsson y Nokia)", agrega.
En ese sentido, desde Telecom opinan que el despliegue masivo de redes 5G necesita de grandes inversiones en dólares y a largo plazo en infraestructura. Así las cosas, "dependerá en gran medida de políticas públicas que permitan un acceso oportuno al espectro, bajo condiciones y precios apropiados, que no persigan sólo objetivos recaudatorios fiscales y acompañen los objetivos de impulso a la transformación de la conectividad digital", enfatizan.
El operador destaca la necesidad de políticas favorables a la instalación de antenas móviles que permitan ampliar la cobertura y capacidad de las redes, como los tendidos de fibra óptica de alta capacidad que ofrezcan conectividad e interconexión a estos sitios.
"Para ello es importante que se faciliten y se aceleren los trámites de obra que hoy dependen de las autoridades municipales de cada distrito o localidad, ya que la red 5G requiere una alta densidad de infraestructura para ampliar la cobertura de servicios", puntualizan.
Para Telefónica hay dos tipos de factores que retardan la llegada del 5G. Además de la necesidad de definir las frecuencias que utilizará el 5G en el país y cómo será su mecanismo de asignación, es importante que se generen las condiciones para incentivar el despliegue de la fibra óptica necesaria para interconectar la red que sustentará a la Quinta Generación.
Por otra parte, hay variables coyunturales como las prioridades y desafíos que traerá el escenario post Covid-19
Martín Olmos, subsecretario de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, anunció en marzo que trabajan en un reglamento de espectro y en un plan de asignación de frecuencias de espectro radioeléctrico que estaría listo este año.
De concretarse este anuncio podría ponerse en marcha el despliegue. Pero de momento, lo cierto es que, aunque el desarrollo de 5G ocupa, en mayor o menor medida, un lugar en la agenda de todos los actores del ecosistema, su concreción necesita más tiempo.