¿Por qué Amazon necesita a James Bond?: el propósito de la compra de MGM
Amazon anunció el miércoles el acuerdo de compra alcanzado con MGM, la Metro Goldwyn Mayer. El precio de compra será de 8.450 millones de dólares, la segunda compra más cara en la historia de Amazon y, con este movimiento, Amazon será la dueña de un catálogo de "más de 4.000 películas" y unos 17.000 programas de televisión.
El catálogo es tan diverso que abarca desde el éxito Una rubia muy legal o Robocop a clásicos como 12 hombres sin piedad. También se suman aquí los derechos de las películas de James Bond, una especie de joya de la corona de los derechos de cine adquiridos. Entre las series que son parte del estudio están Fargo, Vikings o El cuento de la criada.
En la compra también se incluyen los títulos en los que MGM trabajaba, entre los que se encuentran, según la nota de prensa de Amazon, algunas de las películas más deseadas de los próximos meses. Por ejemplo, la última entrega de James Bond o House of Gucci.
¿Por qué ha comprado Amazon este estudio por cifras millonarias? Su nota de prensa de presentación de la maniobra no da detalles, como suele ocurrir en estos casos. Menciona que la compra completará el portafolio Amazon Studios, más centrado en la producción de series.
La compra refuerza la posición de Amazon en el mercado del streaming y le da una posición de poder para luchar contra Netflix, pero la compra se extiende más allá del streaming y llegan al ecommerce o a la publicidad.
Fidelidad a la marca
The New York Times analizó que la esencia de la estrategia de Amazon está en la fidelidad de sus consuumidores y Prime es la pieza clave para establecer esa relación de lealtad a la marca. Los compradores que son Prime suelen gastar el doble en productos en la tienda en línea que los que no lo son.
Amazon necesita blindar a esos consumidores Prime. La propia compañía ha reconocido que quienes usan Prime Video, gratis para sus clientes Prime, es más probable que renueven sus cuotas cuando caducan o que entren en la versión paga si han estado en una prueba. Por tanto, dar contenidos atractivos iene su lógica.
Al menos, la tiene desde ese punto de vista. Hay quienes ponen en duda el modelo y que exista una relación real de causa efecto entre quienes ven las series y películas y quienes compran.
Amazon verá cómo cambian las cosas pero también lo verán las marcas míticas de cine que están vinculadas al estudio. Por ejemplo, para la saga James Bond, la compra por parte de Amazon podría potenciar todavía más esa vertiente.
Según el diario digital AdAge, los anunciantes esperan que la compra traiga integraciones de marca más profundas con el universo Bond. Por ejemplo, podrían ser convertidos en puntos que llevan a ventas usando la tecnología que Prime Video emplea ya para otras cosas.
El X-Ray es una funcionalidad que, cuando pausas la retransmisión, muestra datos de IMD sobre lo que se ve en pantalla. Los anunciantes ya imaginan un mundo en el que al pausar la película de Bond te lleven a los productos que se ven en imagen.