James Bond cambia de manos: Amazon negocia la compra de Metro Goldwyn Mayer
El sistema de grandes "majors" americanas se tambalea, una vez más. Según el diario británico Financial Times que cita a fuentes cercanas a la operación, Amazon, la compañía de Jeff Bezos estaría dispuesta a pagar 9.000 millones de dólares por el gran estudio de Hollywood Metro Goldwyn Mayer (MGM), detrás de éxitos tan rotundos como la saga de James Bond o Rocky.
La productora, que cuenta en su catálogo con clásicos como La gran evasión o Toro salvaje, sufre el embate de la pandemia del coronavirus. Según Bloomberg, la compañía ya había sondeado la venta de su joya de la corona, la última cinta de James Bond, Sin tiempo para matar, con el objetivo de hacer caja por la sangría de pérdidas debido al cierre de cines y retraso en los estrenos.
Lo cierto es que esta cinta, protagonizada por Daniel Craig y dirigida por Cary Fukunaga, ya ha visto retrasada su fecha de salida cuatro veces, con las consecuentes pérdidas cada vez. Fuentes del sector estiman que solo el primer retraso costó a MGM entre 30 y 50 millones de dólares.
Con un presupuestos estimado en 245 millones de dólares, tenía previsto estrenarse el 10 de abril de 2020, y llevaba ya tras de sí por aquel entonces una enorme inversión en publicidad, incluyendo un spot en la Super Bowl que costó 4,5 millones de dólares, según The Hollywood Reporter.
Los movimientos en el sector no dejan de sucederse con consolidaciones y cambios de estrategias empresariales hacia el trono predominante actual: los contenidos en streaming.
Primero fue Warner la que dio el paso para que todos sus estrenos acabaran en HBO Max con hasta el momento, bastantes buenos resultados de audiencia. Luego Disney ampliando su catálogo e inversión en Disney+ con estrenos como Soul.
El mayor accionistas de MGM es Anchorage Capital, que comenzó a comprar la deuda del estudio en 2010, a raíz del duro golpe que supuso para la compañía la crisis financiera.
Para Amazon, que solo el año pasado se gastó 11.000 millones de dólares en comprar o crear contenido de vídeo y música para los suscriptores del servicio Prime, parece un buen negocio. La adquisición de MGM le reportaría un catálogo de cine clásico y contemporáneo brutal, así como franquicias y series de televisión.
Amazon tiene muchas franquicias jugosas a las que acceder con este movimiento. A MGM pertenecen James Bond, Rocky, El Hobbit, Robocop, La Pantera Rosa, películas como El silencio de los corderos o Cuatro bodas y un funeral, además de un sinnúmero de clásicos que se remontan a los tiempos del cine mudo. En cuanto a televisión, tiene las series de Stargate, Fargo, El cuento de la criada y Fama, entre muchas otras.
La movida de AT&T y Discovery
Las empresas AT&T y Discovery negocian una fusión de sus negocios mediáticos que crearía una nueva gran plataforma de contenidos digitales. Las compañías afinan los detalles de la operación, que puede ser anunciada esta semana, según ha revelado Bloomberg este domingo.
El acuerdo, del cual no se ha revelado por el momento el monto de la transacción, uniría bajo un mismo paraguas marcas como HBO, HBO Max, TNT y la cadena informativa CNN con Animal Planet, Discovery, TLC, y otros canales de estilo de vida como The Food Network y HGTV, dedicado a la reforma de interiores de casas.
AT&T, uno de las grandes empresas estadounidenses de telecomunicaciones, aporta a esta transacción toda la cartera de contenidos que obtuvo en 2018 con la compra del grupo de entretenimiento Time Warner. Aquella adquisición, por 85.000 millones de dólares, se originó en 2016 y necesitó dos años para que el Gobierno de Estados Unidos le diera luz verde.
La transacción transformó el futuro próximo de las plataformas digitales. Apple y Rupert Murdoch también habían estado interesados en el conglomerado, pero finalmente fue AT&T quien pudo poner el dinero sobre la mesa. La telefónica se hizo así con HBO, Cartoon Network, el estudio Warner Bros., TNT, TBS y la cadena de noticias CNN.
La plataforma que se cocina añadiría la amplia oferta de ficción que AT&T al imperio de televisión que Discovery tiene repartido en más de 20 canales, que captan el 25% de la audiencia de la televisión de paga en Estados Unidos.
Hace un año AT&T ya había puesto de manifiesto su interés en invertir en un escaparate para rentabilizar las marcas obtenidas en la compra de Time Warner. En mayo de 2020, en plena pandemia, lanzó su servicio HBO Max.
Fue la gran apuesta de la empresa, que comunicó que los grandes estrenos para 2021 llegarían a la plataforma al mismo tiempo que las pantallas. La estrategia funcionó y atrajo nuevos clientes. En el primer trimestre de 2021, el servicio reportó 2.7 millones de nuevas inscripciones, para sumar 64 millones de suscriptores en todo el mundo.
El lastre de la deuda de AT&T
El mercado ha avalado el trabajo de John Stankey, el consejero delegado de la empresa de telecomunicaciones. Las acciones de la empresa han aumentado un 9% en el primer trimestre de 2021.
Stankey lleva desde julio de 2020 ordenando las inversiones de la compañía enfocadas al mercado audiovisual. Después de supervisar la compra de Time Warner, se deshizo del 10% de las acciones que la empresa de telecomunicaciones tenía en la plataforma Hulu. También vendió la participación en la empresa checa Central European Media Enterprises y cortó con su operador telefónico en Puerto Rico.
Los detalles de la negociación se han guardado con celo, pero no es secreto el costo que la apuesta por los contenidos ha tenido en una de las grandes empresas de telecomunicaciones.
AT&T se esfuerza en expandir su cobertura en la red 5G en Estados Unidos, lanzada en 2018, un mercado donde se ha rezagado frente a Verizon y a T-Mobile, que tuvo un enorme impulso después de su fusión con la empresa Sprint, convirtiéndolo en el segundo actor más importante y desbancando del puesto a la empresa de Stankey, ubicada en Texas. La empresa tiene una deuda de 180.000 millones de dólares, que aún representa un importante lastre tras varios años dedicados a importantes compras.
En semanas recientes también se ha especulado con que la telefónica ha tenido acercamientos con Comcast, la empresa dueña de NBC y Telemundo, para discutir una fusión. Comcast no ha tenido el éxito esperado con su plataforma Peacock, que solo ha logrado atraer 11 millones de espectadores.
En cambio, la unión entre los contenidos de Time Warner y Discovery Inc. podrían ser suficientes para competir en un mercado dominado por Netflix y Disney. En 2019, esta empresa de entretenimiento compró 21st Century Fox por más de 70.000 millones de dólares.
En noviembre de ese año nació Disney + que ya supera los 100 millones de suscriptores. El reinado en solitario de estas plataformas podría verse amenazado si la negociación culmina esta semana.