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La historia del código QR y su relación con un juego de estrategia

Aunque los códigos se han popularizado en fechas recientes, el invento tiene unos 25 años desde su creación y fue utilizado en diferentes industrias
19/04/2021 - 08:27hs
La historia del código QR y su relación con un juego de estrategia

Con motivo de disminuir el contacto con las personas y evitar los contagios de Covid-19, durante la pandemia se comenzó a implementar esta tecnología y cada vez cobra más popularidad. Se trata de los códigos QR.

En este contexto, es cada vez más frecuente el uso de los mismos en diferentes medios, desde formas de pago hasta medios de transportes, donde también se están implementando los códigos QR para evitar el contacto entre personas.

Por ejemplo en los metrobuses, también para buscar información específica, mirar la carta de un restaurante desde el dispositivo móvil, o realizar un pago; para cualquiera de dichas acciones, los códigos QR resultan implementaciones prácticas y sencillas que nacieron gracias a la mente de un ingeniero perteneciente a la compañía japonesa Denso.

 

Denso es un fabricante de componentes para la automoción con sede en Aichi, y aunque los códigos se han popularizado bastante en fechas recientes, el invento tiene alrededor de 25 años de haberse creado. Desde ese momento hasta hoy, incluso la compañía ha cambiado; puesto que se escindió y la división que creó el código QR se convirtió en la actual Denso Wave, misma que se desarrolla como la empresa filial y está ubicada en el pueblo de Agui, en la prefectura de Aichi, Japón.

Masahiro Hara, ingeniero jefe en la empresa explicó para FNN Prime Online que su idea del código QR surgió a partir de notar que la empresa necesitaba una gestión más eficaz de las piezas de los automóviles. Dicha premisa, resultaría clave para consolidar su creación.

De acuerdo con el ingeniero, la compañía solía utilizar códigos de barras para controlar las piezas; sin embargo resultaba muy ineficiente, ya que había entre ocho y diez códigos en cada caja. Esto hacía que los empleados perdieran tiempo y se agotaran al tener que escanear las cajas varias veces, por lo que hacía faltar un código que permitiera almacenar un gran volumen de información en un solo escaneo.

 

Esta es la fórmula que hace especiales a los códigos QR —el almacenamiento de información—, puesto que están compuestos por un patrón bidimensional de puntos cuadrados en blanco y negro, alineados a su vez vertical y horizontalmente. Dicho patrón almacena 200 veces más información que un código de barras estándar. Por ejemplo, acceder a un sitio web es posible porque la URL está codificada en el patrón cuadriculado.

Reducir el tamaño de los cuadrados, o aumentar el propio código QR puede crear un número infinito de patrones. Y es aquí donde encontramos la principal inspiración de Hara: los juegos de estrategia.

Go es un juego de tradición milenaria china, en el que el ingeniero de Denso solía invertir parte de su tiempo del almuerzo. Un día, cuando se encontraba acomodando las piezas del juego sobre el tablero, notó que resultaba sencillo transmitir información mediante dichos patrones. Y he ahí cuando surgió el chispazo.

Códigos QR, más que buenas ideas

Sin embargo, además de la inspiración y una mente brillante, hacía falta algo más: infraestructura que permitiera su uso. Denso no contaba con recursos para adquirir dichas herramientas, por lo que su opción fue liberar la patente e incentivar a que muchas empresas implementaran el uso de los códigos QR. Esta decisión permitió que la nueva tecnología lograra adaptarse a las herramientas que se iban construyendo. Sobre todo con la elaboración de teléfonos móviles más complejos, el código tuvo la posibilidad de difundirse vertiginosamente al mundo.

QR de múltiples posibilidades

Actualmente, la implementación de estos códigos permite un sinfín de usos en el ámbito privado y público. Por ejemplo, un uso popular en Tokio lo encontramos en los vagones del metro de la compañía Toei. Esta comenzó a utilizarlos en los vagones adheridos a la puertas, con el fin de que cuando los vagones llegaran a la estación, una cámara lograra escanear los códigos, de modo que las puertas de prevención caídas del andén se activaran en sincronía con las puertas del tren.

El anterior es uno de los muchos usos que actualmente tienen los códigos QR, pero incluso tienen la capacidad de almacenar información de datos biométricos y posiblemente en el futuro tengan miles de usos más.