Conectividad global: qué puesto ocupa Argentina y cuáles son sus debilidades
La Argentina ya se ubica en el puesto 50 del Indice de Conectividad Global (ICG) de Huawei sobre un total de 79 analizados. Si bien el país avanzó entre 2019 y 2020, y se encuentra entre el grupo de países que exhibe madurez en la adopción de tecnología, su lugar se ubica de la mitad de la tabla para abajo, lo que indica que todavía hay mucho por trabajar para mejorar el acceso de los ciudadanos a la conectividad y, a partir de ahí, a otros servicios sociales a fin de reducir las brechas que, en el año de la pandemia, quedaron más evidentes que nunca.
¿Qué mide este informe? Evalúa cinco aspectos que considera claves para la transformación digital de la industria, básicamente, eficiencias a nivel de las tareas, funcional, del sistema, de agilidad organizacional y de resiliencia del ecosistema.
Estos aspectos cobran relevancia cuando, en 2020, las organizaciones de todo el mundo debieron acelerar los procesos de transformación digital que venían desarrollando pues la conectividad fue lo que permitió que distintos sectores de la economía pudieran continuar operando.
La Argentina puntúa bien en penetración de teléfonos inteligentes, suscripciones de banda ancha móvil y hogares con computadoras, aún cuando la pandemia también dejó en evidencia falencias en los distintos niveles sociales e, inclusive, en los de mejor poder adquisitivo.
En suscripciones de banda ancha fija está en el límite -aún cuando han habido avances en los últimos años- lo mismo en migración en servicios a la nube, justamente dos de los aspectos que es necesario mejorar puesto que son los que muestran las brechas en acceso a otros servicios sociales en el primer caso; y en incorporación de tecnología para mejorar eficiencia, productividad y competitividad en la economía, en el segundo caso.
En la nube
Hay que destacar, sin embargo, que en adopción de servicios en la nube viene creciendo, lo mismo que en lo vinculado con el uso de inteligencia artificial y de internet de las cosas (IoT), las áreas en las que se advierte su mayor potencial de desarrollo puesto que el mayor impacto de estas tecnologías aplican al aparato productivo, de bienes y de servicios.
Por eso es también importante leer en el mismo reporte que donde más se debe trabajar es a nivel de regulaciones para el sector de tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), dado que el índice está por debajo del promedio, y también en inversiones en telecomunicaciones. El primero suele tener influencia en el segundo.
El ICG es liderado por Estados Unidos, Singapur, Suiza, Suecia y Dinamarca. El país de América latina mejor ranqueado es Chile, que ocupa el lugar 30, seguido por Uruguay, que se ubica en el puesto 40, es decir, los más avanzados en términos de incorporación de tecnología e innovación para la conectividad.
Detrás de él se ubican los restantes países de la región: Brasil ocupa el lugar 44 y, luego, la Argentina que no logra subirse al podio regional. Por detrás de nuestro países se ubican México y Colombia, con los puestos 53 y 54 respectivamente, y más atrás Perú, Ecuador, Paraguay, Venezuela y Bolivia.
Más allá de estas posiciones, hay aspectos del análisis del informe que permiten ver cómo se va parando cada país respecto de las decisiones en materia de conectividad que van tomando, como también el comportamiento del sector privado y el de los usuarios en relación al uso de las tecnologías cuando tienen acceso a ellas.
Entre líderes e iniciados
El reporte viene analizando los cambios del puntaje del índice de conectividad global de cada país desde el año 2015. Los índice promedio de las economías denominadas frontrunner, adopter y starter aumentaron desde el año 2015, indicó. La Argentina se encuentra entre los adopters.
Los starters son los que experimentan la mayor tasa de crecimiento compuesto anual seguido por los adopters y, por último, por los frontrunners, es decir, los más avanzados en incorporación y uso de tecnología, los que lideran el ránking. Uno de los datos más relevantes, que se puede observar en el informe, es que los starters están alcanzando a los frontrunners y adopters, lo que refleja una reducción en la brecha digital entre estos grupos.
También se advirtió que en 2020 los starters realizaron un gran avance en cuanto a su cobertura de banda ancha. Su penetración promedio de banda ancha móvil aumentó más de 2.5 veces, las suscripciones 4G pasaron de ser el 1% al 19%, y hoy es un 25% más asequible, es decir, que su valor es posible ser afrontado de acuerdo a la situación económica de los habitantes de un país.
Estos logros permiten a los starters ofrecer mejores servicios digitales integrales y aprovechar oportunidades nuevas de desarrollo económico. Además, su gasto en comercio electrónico prácticamente se duplicó a más de u$s2.000 por persona desde el año 2014.
Algunos starters, estaban moviéndose a grupo superior en el índice de conectividad global ya que aumentaron sus puntajes del índice hasta en un 17% y lograron aumentar el PIB a un nivel 22 % mayor al de algunos de sus pares. Países como Vietnam y Perú se han convertido en economías adopter durante el año 2020.Este