El error que le costó a Steve Jobs u$s31.600 millones
Cuando el empresario californiano Steve Jobs murió en 2011 su fortuna era de u$s10.400 millones y de esa cifra sólo u$s2.200 millones eran acciones de Apple. No había llegado a la lista mundial de los 50 más ricos del mundo.
En 2011, Apple era la niña mimada de Silicon Valley y se había convertido en la empresa más valiosa del mundo. Microsoft trabajaba para superar los errores de Windows 8. Sin embargo, Bill Gates, cofundador de Microsoft, estaba sobre sus u$s 50 mil millones y era el hombre más rico de la Tierra.
¿Cómo podía ser tan grande el contraste entre los dos empresarios? Solo en números, se podría concluir que Gates era un empresario más exitoso que Jobs. La causa se debió a las decisiones impulsadas por la rabia en 1985 durante el momento más oscuro en la carrera de Jobs, que le costó unos 31,6 mil millones.
Aunque Jobs fue elogiado por su regreso a Apple en 1997, no era perfecto. Jobs convenció a John Sculley para que dejara Pepsi y convertirse en el CEO de Apple en 1983. Pero se enfrentaron, y Jobs perdió. Nueve años después de fundar Apple, se fue y la empresa siguió adelante sin él.
Jobs todavía tenía el 11% de las acciones de Apple. Pudo haberse jubilado entonces y sin su influencia, el precio de sus acciones aumentó varias veces en los siguientes 10 años. Si bien Pixar creció mucho más rápido, esto fue a pesar de que intentó vender varias veces pero no encontró un comprador.
Su orgullo lo hizo enojar con Apple, vendió todas sus acciones excepto una para seguir recibiendo el informe anual cada año. Se aisló de las futuras ganancias de la empresa para la que tanto había trabajado. Fue un movimiento extraño porque al mantener la acción individual, mostró que todavía le importaba a pesar de su alejamiento.
Si hubiera vendido sólo el 1 o 2% de la empresa, le hubiera quedado suficiente para financiar Pixar y NeXT. No necesitaba vender, pero creía que sin él la empresa estaba condenada al fracaso.
A Jobs no le importaba su clasificación en la tabla de multimillonarios. Tenía más dinero del que necesitaba y tomó la decisión consciente de no utilizarlo como su principal motivación.
Una victoria post mórtem de Jobs
Adobe anunció que el 31 de diciembre de este 2020 dio por acabado su complemento para navegadores Flash Player, una tecnología que llegó a ser muy popular en Internet, hasta el punto de que el 75% de los videos en la red estaban en este formato.
A principios del 2010, Apple presentó la primera iPad. Entre las críticas que se le hicieron entonces al dispositivo fue la negativa de la compañía a admitir el complemento (plug-in) Flash en su navegador, lo que le cerraba las puertas al video de muchas webs, a juegos online y a animaciones. Jobs se opuso a Flash porque lo consideraba obsoleto y consumía mucha memoria y batería. El tiempo acabó por darle la razón.
Muchas personas se preguntaban por qué Apple autolimitaba de esa forma la capacidad de acceder a contenidos de la nueva tableta. En ese momento, los juegos más populares en Facebook estaban basados en Flash. Rivales de la iPad, como la PlayBook, la fracasada tableta de BlackBerry, presumían de admitir Flash.
Adobe se lamentó de la negativa de Jobs. Hasta que este se cansó y zanjó el debate al asegurar que la iPad no utilizaría nunca Flash. Lo hizo con una carta abierta en la que explicaba que el software de Adobe fue creado para la era de las PC y ya estaba obsoleto.
"La avalancha de los medios de comunicación que ofrece su contenido para los dispositivos Apple -explicó Jobs- demuestra que Flash ya no es necesario para ver videos o consumir cualquier tipo de contenido web".
Para el cofundador de Apple, "los nuevos estándares de la era móvil, como HTML5, ganarán en los dispositivos móviles (y PC también). Quizás Adobe debería centrarse más en la creación de herramientas HTML5 para el futuro, y menos en la crítica de Apple para dejar atrás el pasado".
La rabieta de Adobe contra Jobs
Aquella crítica espoleó a Adobe, que publicó un anuncio en el que bajo el titular "Amamos a Apple", hacía una lista de todo lo que amaba la compañía de Flash para añadir: "lo que no amamos es que alguien te quite la libertad de escoger lo que creas, cómo lo creas y cómo lo experimentas en la web". Per Apple no iba a cambiar.
En ese momento, parecía una batalla en la que podían perder los dispositivos de Apple si el consumidor creía que no podría acceder a los millones de contenidos existentes en Flash. Fue todo lo contrario.
La iPad fue un gran éxito. Jobs había abierto una puerta que nadie se había atrevido a traspasar hasta entonces y a partir de ese momento ya eran otros los que no querían saber nada de Flash.
El siguiente fue Microsoft, que anunció que el complemento de software de Adobe ya no podría cargarse en su navegador Internet Explorer 9. Más tarde fue Mozilla, la fundación del navegador Firefox, la que decidió desactivarlo.
A lo largo de esta década, Flash fue muriendo cada día un poco más. Hasta que este mes Adobe ha anunciado la muerte de Flash. El 31 de diciembre ya será historia de la tecnología. No habrá actualizaciones de seguridad y quedará desactivado.
Creado en 1996 por Macromedia, finalizará su recorrido 24 años más tarde, pero para los nostálgicos, la Internet Archive ha anunciado que preservará juegos y animaciones en Flash. Usarán un emulador llamado Ruffle que está en proceso de desarrollo.