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¿Por qué la economía del conocimiento corre riesgos y para cuándo se espera su reglamentación?

A dos meses de la aprobación de la nueva ley de economía del conocimiento no hay certezas sobre cuándo estará lista la reglamentación. Los riesgos
08/12/2020 - 12:14hs
¿Por qué la economía del conocimiento corre riesgos y para cuándo se espera su reglamentación?

La economía del conocimiento no tendrá razones para brindar por el cierre de este 2020. O tendrá que buscar el espumante que cuya marca hecha sigla juega con un buen insulto para despedir este 2020. Si bien la reglamentación de la ley de economía del conocimiento aprobada en octubre se mueve por estos días en los ministerios involucrados, todo indica que recién estará lista en 2021. Así, se habrá cumplido un año sin promoción de una industria capaz de generar dólares y también un ciclo de 15 años que se había iniciado en el mandato de Néstor Kirchner.

Es la razón por la que, hace un par de semanas, Argencon dio a conocer un nuevo informe en el que destacó que las industrias del conocimiento son una actividad en riesgo en la Argentina, básicamente porque ya acumulan nueve trimestres de descenso consecutivo en términos de generación de ingresos y de exportaciones. Es decir, más de dos años estancada, justo en un momento donde los procesos de adopción y transformación digital se vieron velozmente acelerados por las necesidades que evidenció la pandemia.

Según pudo saber iProfesional, por estos días circula el texto de la reglamentación de la ley 27.570 (modificatorio de la ley 27.506 aprobada en 2019) entre los ministerios involucrados en la implementación de la norma, como el de Desarrollo Productivo, bajo el cual opera la Subsecretaría de Economía del Conocimiento, y el de Economía, por si vinculación con los beneficios fiscales sobre los que deberá velar la AFIP.

Y si bien los últimos fines de año del último lustro en la Argentina han sido movidos por decisiones tajantes que se tomaron en algunas áreas, y se espera que este 2020 no sea la excepción, no hay expectativa sobre que se llegue antes del 31 de diciembre con la reglamentación finalizada. De cumplirse esta percepción, que viene principalmente del sector privado, se habrá cerrado un año sin promoción capaz de generar trabajo y divisas, dos necesidades urgentes para un país atravesado por un 44% de pobreza.

Riesgos y datos

Es la razón por la que desde Argencon, la cámara que nuclea a las empresas del conocimiento, pidieron que se defina una política pública en la materia. Si bien se reconoció desde ese espacio que el tema está en la agenda pública indicaron que es necesario profundizar el abordaje sobre la economía del conocimiento que es, en las palabras de sus impulsores, la forma que tomó la economía en este momento histórico y no sólo un sector.

Los datos del informe estadístico del primer semestre de 2020, llamado Argenomics, muestran que los servicios basados en el conocimiento finalizaron 2019 con ingresos por u$s6.088 millones pero que al 10 de junio de este 2020, ese nivel ya se ubicó en u$s5.821 millones, es decir, una caída de 6,4% en seis meses cuando, en ese mismo período, el mundo estaba ávido por incorporar servicios que les permitieran continuar operando en el marco de las restricciones sanitarias por el covid-19. No se pudo aprovechar la oportunidad que estaba generando la pandemia.

Las exportaciones argentinas de conocimiento se retraen frente a la competencia que les presentan países de la región y Europa
Las exportaciones argentinas de conocimiento se retraen frente a la competencia que les presentan países de la región y Europa

Si bien el segmento que más aporte hace la economía del conocimiento, el de servicios empresariales, profesionales y técnicos, fue el que registró la caída más baja, de 2,7%; uno de los que acusó el impacto más fuerte fue el de la industria del software, que representa casi el 30% del sector, y soportó un retroceso de 9,4% a nivel de ingresos. Otro que también recibió un golpe duro fue el de uso de propiedad intelectual, que se contrajo un 14,5%, un porcentaje que prácticamente imitó el de investigación y desarrollo al reducirse un 13,8 por ciento.

Esto sucedió en un contexto particular, no sólo por lo que significó la pandemia sino también porque las distintas actividades que conforman a la economía del conocimiento registran pleno empleo y demanda constante. Pero su facturación no crece como tampoco su participación en el mercado mundial que es, una vez más, lo que generaría un mayor ingreso de los dólares que necesita el país para empezar a salir del estancamiento.

Incentivos para la reinversión

El riesgo, sin embargo, es todavía mayor. Porque al no tener los incentivos fiscales se pierde también la posibilidad de que ese beneficio se vuelve en reinversión y, así, mayor creación de empleo registrado y de calidad.

Así lo explicó Luciano Bernal, CTO de Cocoche, la típica pyme argentina desarrollada de tecnología –en este caso una app para alquilar autos particulares- con capacidad para acceder a la promoción de la economía del conocimiento.

Desde Argencon aseguran que las divisas del conocimiento podrían pagar la deuda externa
Desde Argencon aseguran que las divisas del conocimiento podrían pagar la deuda externa

"Uno de los beneficios de la ley es que se reduce el impuesto a las ganancias a la mitad, pues no se paga el 35%. Pero el impacto no es por lo que nos da en ese sentido, por la ganancia personal, sino porque esa quita es fundamental para reinvertir. Esto no es un lujo para ganar más, sino para reinvertir", sostuvo Bernal.

Por esa razón, en el momento en que se dieron a conocer los últimos datos de la industria, Luis Galeazzi, director ejecutivo de Argencon, sostuvo que "cuantos más empleos se creen bajo el régimen de la ley y a mayor velocidad, mayor será el saldo positivo que las industrias del conocimiento producirán en las cuentas fiscales. Incluso, la capacidad de ingreso de divisas por exportaciones que tiene el sector podría llegar a cubrir totalmente nuestras obligaciones externas con los acreedores privados", concluyó.

Pero 2020 parece que terminará sin brindis por el inicio de una nueva promoción, más amplia y mejorada, que fue pensada e impulsada allá por 2004 y 2005 por Néstor Kirchner.