Edge Computing: qué es y por qué es clave para los negocios del futuro
Dentro de la revolución que significó la explosión del Cloud Computing en el ámbito corporativo, hubo una vertiente de esta tecnología que comenzó a ganar cada vez más relevancia en los últimos años, de la mano de los avances en la conectividad inalámbrica y en el uso de dispositivos móviles y IoT.
El Edge Computing, o "Computación en el Borde" es un concepto cada vez más instalado en la mente de los tomadores de decisión, fruto de su conveniencia y de la importancia que los datos aportan a sus negocios. El término se refiere al concepto de acercar los servicios informáticos al consumidor. Esta tendencia —contraria a los servicios de nube centralizados— se ve impulsada por casos de uso emergentes como son el citado IoT, la AR/VR, la robótica, el machine learning y las funciones de redes de telecomunicaciones que requieren contar con un aprovisionamiento de servicios más próximo a los datos y a los usuarios.
"Cada vez son más las empresas que se interesan por el Edge Computing en tanto descentraliza los servicios en la nube y los distribuye a múltiples sitios de EC pequeños ("escalamiento horizontal" de sitios) próximos a los usuarios finales. De esta forma, ayuda a resolver problemas clave en el segmento cloud, como ser el ancho de banda, la latencia, la resiliencia y la soberanía de los datos. Además, permite acelerar la toma de decisiones y el procesamiento en casi tiempo real más próximo a la fuente" explica Jorge Payró, Country Manager de Red Hat Argentina.
Se estima que la inversión en Edge Computing crecerá un 50% el año entrante, lo cual deja entrever que dicha tendencia no hará más que crecer en los próximos años. Firmas como McKinsey & Co. estiman que la llamada Industrial Internet of Things (IIoT) producirá ingresos de 7,5 billones de dólares para 2025.
Una tecnología clave para el futuro
Esa explosión en la generación de datos desde diferentes dispositivos conectados lleva a las empresas a prepararse para su gestión, quienes no solo podrán hacer uso de la recolección de la información, sino también del procesamiento de datos.
Al ampliar la meta de la nube híbrida de brindar una experiencia uniforme al operador y al usuario final con cualquier carga de trabajo, en cualquier entorno y ubicación, esta tecnología armoniza perfectamente con la visión de la compañía de open source Red Hat. En ese sentido, y con el objetivo de habilitar nuevos casos de uso, Red Hat invierte actualmente en numerosas comunidades de desarrolladores como Kubernetes, OpenStack y Fedora IoT en búsqueda de contribuir en tres dimensiones: funciones, arquitecturas y operaciones.
Es allí donde la filosofía Edge Computing toma forma, y donde entre otras cosas se producirá la mejora en eficiencia: no tener que transmitir todos esos datos a la nube ya supondrá un ahorro importante en tiempos de procesamiento. Actualmente, y en un futuro predecible, las soluciones serán combinaciones de múltiples componentes. De este modo, el open source juega un papel crítico en garantizar la creación de soluciones que sean abiertas e interoperables a lo largo de todo un ecosistema.
Hoy Red Hat ofrece un portafolio robusto capaz de ofrecer soluciones para la implementación del Edge Computing a través de productos que abarcan desde el sistema operativo y la plataforma de contenedores al middleware y los marcos de aplicaciones. Además, la firma combina su trabajo con las iniciativas de las comunidades de desarrollo enfocadas en habilitar nuevos casos de innovación dentro de dicho paradigma.
En términos de crecimiento a futuro, de acuerdo a un estudio de Gartner, la expectativa es que para el año 2025, el 75% del total de los datos creados por las empresas serán gestionados por sistemas basados en este tipo de arquitectura. No es de extrañar, entonces, que el edge computing sea la ventaja competitiva clave y el elemento decisivo para la sostenibilidad de los negocios.