VERDADES Y MENTIRAS

¿En cuáles de ellos crees?: los 5 mitos de la inteligencia artificial

Esta desconfianza está causada en gran parte por series y películas de ciencia ficción con conceptos sobre la inteligencia artificial que no son reales
TECNOLOGÍA - 05 de Octubre, 2020

La necesidad de incrementar la productividad diaria impulsó la creación y evolución de la inteligencia artificial (IA). Sin embargo, existen conceptos erróneos que deben corregirse, además de leyendas urbanas y otros mitos que resultan ser falsos.

Independientemente de la sensación que brinde la Inteligencia artificial a la población, cada vez más personas confían en ella a medida que pasa el tiempo. Esta desconfianza está causada en gran parte por esas series y películas de ciencia-ficción que han introducido conceptos sobre la inteligencia artificial que no son reales.

La inteligencia artificial es, simplemente, una imitación de la inteligencia humana reproducida por máquinas. Uno de sus objetivos es que las máquinas sean capaces de razonar, y no solo de sacar conclusiones e hipótesis lógicas a partir de diversas variables.

Los productos que utilizan Inteligencia artificial son evidentes en el mercado de consumo moderno, y los encontramos en teléfonos móviles, computadoras y dispositivos de la Internet de las cosas, sin ir más lejos.

Un escenario prometedor es, no obstante, la industria y la astronomía; por ejemplo, ha jugado un papel muy importante en el descubrimiento del planeta Kepler-90i en 2017 por parte de la NASA y Google, y de hecho fue el debut de esta tecnología en la astronomía.

Sin embargo, los conceptos erróneos sobre la inteligencia artificial han creado alguna preocupación a lo largo de los años. Muchas personas piensan que el potencial de la inteligencia artificial es ilimitado y que podríamos vivir una situación como la vista en las famosas películas de Terminator, con Skynet.

El cine, a través de obras como Terninator, colaboró en la difusión de mitos de la inteligencia artificial.

1) Las máquinas reemplazarán a los humanos en el trabajo

Este es uno de los mitos más controvertidos sobre la Inteligencia artificial. Sostiene una noción de que existe una competencia entre trabajadores y máquinas. Es un mito que parece ser más popular entre la población más joven.

Según Fox Business, a pesar de los más de 200.000 robots que trabajan en los almacenes minoristas de Amazon desde 2019, su tasa de contratación de empleados humanos aumentó un 23% entre 2019 y 2020, y de hecho sigue subiendo.

¿Cuál es la importancia de los robots? Una respuesta a esta pregunta es que las empresas buscan la manera de reducir la carga de trabajo de sus empleados. No para reemplazarlos por completo, pues se considera imposible.

De hecho, la colaboración entre humanos y máquinas viene de muy lejos. Un ejemplo es de las empresas de mensajería, donde un sistema automatizado cataloga los paquetes por peso y tamaño, encargándose las máquinas de transportar los paquetes más pesados automáticamente para liberar de este esfuerzo a los humanos. En un sentido práctico esto es más una alianza que un reemplazo, pues se considera que ninguna inteligencia artificial puede reemplazar a un ser humano.

2) La inteligencia artificial dominará el mundo

Si bien algunos expertos en inteligencia artificial han advertido sobre los peligros inminentes que representa el hecho de que una máquina pueda llegar a razonar, ¿llegamos a entender de verdad sus puntos de vista?

La idea de la creación de máquinas que sean más inteligentes que los hombres y mujeres es controvertida. Stephen Hawking y Nick Bilton creyeron que la inteligencia artificial podría llegar a escaparse del control en el futuro. Se incrementa así el temor de un inminente apocalipsis de las máquinas como se muestra en muchas películas de ciencia ficción.

Como contraargumento, el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, hizo unas declaraciones más lógicas sobre las regulaciones, controles y equilibrios de la inteligencia artificial.

Lo comparó con la inteligencia artificial con un demonio del que podríamos perder el control si no hacemos las cosas adecuadamente, pero todo dependerá de lo lejos que quiera llegar el ser humano a la hora de crear algo que no puede controlar.

Aunque la eficiencia y la precisión son los puntos fuertes de la inteligencia artificial, sigue siendo un hecho evidente que nunca podrá alcanzar el nivel de intuición y emoción de una persona. Otro argumento sólido diría que la inteligencia artificial podría fallarnos y, de hecho, ha habido ya pruebas concluyentes del fracaso de la inteligencia artificial en medicina.

3) "Súper humanos" con la inteligencia artificial

La película de 2014 "La máquina" presenta a un personaje robot femenino que se vuelve loco tras alcanzar un alto nivel de inteligencia emocional. Las películas de ciencia ficción como esta tienden a moldear la opinión de las personas sobre el futuro de la inteligencia artificial, pero establecer nuestras creencias en meras imaginaciones no es algo lógico.

Está claro que la Inteligencia artificial ahora influye en los procesos de toma de decisiones a nivel empresarial, astronomía, medicina y farmacia. El hecho es que no importa lo bien que entrenes a una máquina (porque al fin y al cabo su aprendizaje depende del entrenamiento que se le dé), ya que no puede pensar por sí misma al fin y al cabo.

Esta es una limitación de la inteligencia artificial que tardará muchos años en superar, y de hecho no son pocos los que opinan que es una barrera que nunca se logrará superar.

Como tal, la mayoría de los procesos que utilizan inteligencia artificial siempre dependerán de un veredicto de las personas para tomar las decisiones. Por lo tanto, pensar que el potencial de la inteligencia artificial puede llegar a crear super humanos o a dominar el mundo es algo actualmente ridículo e impensable.

Tiene más sentido retratar a la inteligencia artificial como servidores modernos que llevan a cabo tareas que serían abrumadoras para los humanos de manera precisa y eficiente, pero no de manera más inteligente que nosotros.

4) La inteligencia artificial y el "machine learning" son lo mismo

Otro de los mitos sobre la Inteligencia artificial es pensar que es lo mismo que el "machine learning", y aunque son términos relacionados, no son lo mismo. El origen de la inteligencia artificial y el machine learning viene de la década de 1950 (de hecho el término machine learning fue acuñado por primera vez por Arthur Samuel, de IBM, en 1952) tras desarrollar satisfactoriamente un programa capaz de jugar al ajedrez.

En resumen, la IA es una máquina capaz de imitar el razonamiento humano, mientras que el machine learning es un subconjunto de inteligencia artificial donde las personas «entrenan» a las máquinas para reconocer patrones basados en datos y poder hacer predicciones, ni más ni menos.

Millones de personas creen que los robots son las únicas máquinas con inteligencia artificial.

5) Los robots son los únicos productos de la inteligencia artificial

Nuevamente, este falso mito se debe a las películas y series de ciencia ficción. Debido a cómo hacen que este concepto aparezca en nuestra imaginación, las palabras Inteligencia artificial hacen que se nos vengan imágenes de robots a la mente.

Sin embargo, la inteligencia artificial se aplica a todas las esferas de la tecnología. Más allá del concepto de la robótica, la inteligencia artificial ofrece creaciones mucho más complejas, como por ejemplo el sistema de reconocimiento facial y de huellas dactilares de los smartphones, los dispositivos "Smart" que muchas personas tienen en sus hogares, los equipos inteligentes para el cuidado de salud y la inteligencia empresarial, etc.

La robótica es solo uno de los aspectos que puede depender de la inteligencia artificial. En algunos casos podemos separar el término robótica para referirnos a máquinas capaces de realizar tareas físicas (y necesariamente físicas) automáticamente, motivo por el que robótica e inteligencia artificial se usan muchas veces conjuntamente como si fueran lo mismo.

En esencial, los robots no tienen por qué ser necesariamente productos de inteligencia artificial, porque a veces pueden ser simplemente una combinación de componentes mecánicos y eléctricos (por ejemplo, el brazo robótico de una cadena de montaje que simplemente suelda un componente a otro). La inteligencia artificial solo puede influir en cómo se comportan estos robots cuando se aplica, pero un robot no necesariamente tiene que estar dotado de IA.

Entonces, ¿qué es la inteligencia artificial?

Uno de los padres de la inteligencia artificial, Marvin Lee Minsky, estaba convencido de que la IA salvaría a la humanidad. Pero también profetizó en 1970: "Cuando las computadoras tomen el control, quizá ya no lo podamos volver a recuperar. Sobreviviremos mientras ellos nos toleren. Si tenemos suerte, quizá decidan tenernos como sus mascotas".

Y eso lo dijo antes de que existiera la informática doméstica e Internet... ¿qué tiene que todo el mundo asegura que es el mayor avance de nuestro tiempo, pero al mismo tiempo la mayor amenaza?

La inteligencia artificial es una revolución porque supone una forma completamente nueva para que un software o un robot pongan en práctica una tarea que le encomendamos.

En apenas unos años, la inteligencia artificial ya está en todos los sitios: los móviles, las computadoras, la nube, los servicios de atención al cliente, la banca, los videojuegos... Y esto no ha hecho nada más que empezar...

No existe un definición aceptada por todos los expertos de lo que significa la inteligencia artificial. Primero, porque es una ciencia nueva, cambiante y experimental. Y segundo, porque ni siquiera podemos definir con exactitud qué es la inteligencia humana...

En su forma más simple, la inteligencia artificial es el intento de imitar la inteligencia humana usando un robot, o un software. Pero es un concepto muy vago, porque existen muchas ramificaciones. Stuart Russell y Peter Norvig diferenciaron cuatro tipos, en 2009:

  • Sistemas que piensan como humanos, como por ejemplo las redes neuronales artificiales.
  • Sistemas que actúan como humanos, como los robots.
  • Sistemas que usan la lógica racional, como los sistemas expertos,.
  • Sistemas que actúan racionalmente, como los agentes inteligentes.

Inteligencia artificial: el test de Turing

Tuvimos que esperar hasta 1936 para que se iniciara el proceso de la inteligencia artificial moderna. La inventó Alan Turing, el experto matemático que descifró los códigos secretos nazis de la mítica máquina Enigma.

Adelantó dos años el fin de la Segunda Guerra Mundial, ya que los aliados pudieron leer los mensajes secretos de los alemanes. Su vida fue llevada recientemente al cine.

En 1936 Alan Turing publicó su concepto de máquina universal, que básicamente describía lo que era un algoritmo informático, y una computadora. En 1950 formalizó el inicio de la inteligencia artificial con su Test de Turing, una prueba que define si una máquina es o no inteligente.

Si un humano y una inteligencia artificial se enfrentan a las preguntas de un interrogador y ese interrogador no puede distinguir si las respuestas provienen del humano o de la inteligencia artificial , entonces la IA es inteligente.

En 1956 expertos como John McCarthy y Minsky, usaron por vez primera el término "inteligencia artificial" en una conferencia en Dartmouth (Estados Unidos).

Minsky creó el primer simulador de redes neuronales, un genio que también inventó el microscopio con focal y patentó el primer casco de realidad virtual en 1963. Además fue el principal asesor de la película 2001: Una Odisea en el Espacio, dando vida al ordenador inteligente HAL 9000. También le dio la idea a Michael Crichton para su novela Parque Jurásico.

Pero el verdadero auge de la inteligencia artificial, a un nivel práctico, llegó cuando comenzaron a aparecer ordenadores potentes y baratos, capaces de experimentar con la IA a un nivel global y cotidiano.

Primero aparecieron los agentes inteligentes, entidades capaces de dar una respuesta analizando los datos según una reglas, o los populares chatbots que eran capaces de mantener una conversación como un humano.

El más famoso de todos fue A.L.I.C.E. el más real en los primeros años del milenio. Su descendiente más actual es Mitsuku, que ha sido galardonado con el premio Loebner al mejor chatbot del mundo en 2013, 2016, 2017 y 2018.

Pero el momento en el que la inteligencia artificial entró en el imaginario colectivo y la mayoría de la gente descubrió que era algo real y tangible, y no ciencia ficción, tuvo lugar en 1997, cuando la computadora Deep Blue de IBM venció en una partida de ajedrez al mejor jugador de ajedrez de la historia, el ruso Gary Kaspárov.

Se inició así una tradición en la que sucesivas computadoras dotados de inteligencia artificial han vencido a los mejores jugadores en todo tipo de juegos. El más popular de la actualidad es Deep Mind de Google, capaz de vencer en juegos mucho más complejos que el ajedrez (para una máquina), desde Starcraft II al milenario Go.

La inteligencia artificial fue una de las estrellas del CES 2020 en Las Vegas.

Inteligencia artificial: diferencias con programa informático

Hemos visto lo que es la inteligencia artificial, y cómo existen diferentes interpretaciones, y variados objetivos. Pero aún no sabemos cómo funciona. ¿En qué se diferencia un software de inteligencia artificial de un programa de computadora?

Existen muchos tipos de inteligencia artificial , algunos de ellos aún experimentales. Conceptos como el aprendizaje automático, las redes neuronales, y otras tecnologías que oímos a menudo, pero que no sabemos muy bien cómo funcionan.

Durante más de medio siglo, las computadoras, los robots y otras máquinas han funcionado por medio de los programas o aplicaciones informáticas, cuya estructura básica apenas ha variado en todo este tiempo.

Un programa informático es solo una lista de órdenes que le dice al ordenador lo que tiene que hacer. "Haz esta operación matemática, escribe el resultado en pantalla, reproduce este sonido", etc. Los programas tienen bifurcaciones del tipo "si pasa esto, haz esto y si pasa esto otro, haz esto otro". Y también pueden realizar acciones al azar, usando números aleatorios.

Pero la característica principal de un programa es que se trata de un conjunto de órdenes que cubren todas las posibles opciones a las que se enfrenta el ordenador. Incluso si se produce un error, hay una parte del programa que le dice: "si hay un fallo, escribe el mensaje: Ha sucedido un error". Con un programa informático, una máquina no piensa. Simplemente, hace exactamente lo que le dicen.

La gran revolución de la inteligencia artificial es que no recibe órdenes para obtener un resultado. Es ella la que, con unos datos de entrada, debe apañárselas para obtener los resultados.

Una inteligencia artificial intenta imitar el pensamiento humano. Cuando nacemos, nuestro cerebro es prácticamente un disco duro vacío. Necesita años de aprendizaje para aprender conceptos básicos, desde no orinarse encima a aprender a andar, a hablar, a sumar, y otras actividades más complejas.

Aprendemos algo, ponemos en práctica esa teoría, fallando mucho al principio hasta que tomemos práctica y vamos mejorando con el tiempo. Una inteligencia artificial funciona exactamente igual.

En primer lugar, la inteligencia artificial debe aprender a realizar una tarea. Si va a usarse para identificar fotos de gatos debe procesar miles de fotos de gatos, para aprender a distinguirlos.

A continuación, empieza el entrenamiento de la inteligencia artificial, poniendo en práctica esa teoría: recibe fotos de diferentes animales, y debe separar los gatos. Al principio fallará mucho, y habrá que decirle las fotos que acierta, y las que falla. Así la inteligencia artificial irá descubriendo por qué falla, e irá mejorando sus aciertos. Como más entrene, mejor lo hará.

La inteligencia artificial será capaz de trabajar ella sola, sin recibir órdenes. Simplemente entregándole los datos de entrada (fotos) generará un resultado (fotos de gatos) sin que exista una lista de órdenes (programa) que le diga los pasos que tiene que realizar.

Este tipo de estructura (aprendizaje, entrenamiento, y resultados) es común para la inteligencia artificial que tiene que realizar tareas mecánicas y repetitivas, o que trabaja con el lenguaje humano, como un asistente virtual.

Ahora entendemos noticias como el pago de 5 dólares por parte de Facebook a personas en la calle para que su inteligencia artificial de reconocimiento facial pueda analizar sus "selfies" (necesita entrenamiento con el mayor número posible de fotos) o el escándalo de las escuchas de voz de los asistentes de Google, Amazon o Apple, porque necesitan que una persona vea dónde se ha equivocado la inteligencia artificial, para decírselo y que aprenda de sus errores.

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