Celulares de Tierra del Fuego quedan fuera del Ahora 12: ¿otra víctima de la escasez de dólares?
El Gobierno está re-relanzado Ahora 12, programa con el que pretende activar el consumo y, así, comenzar a darle algo de combustible a la economía argentina. Pero excluyó a los celulares en una medida que, por un lado, es contradictoria con otras disposiciones y, por el otro, vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de dólares que tiene Tierra del Fuego para sostener el polo de integración y las fuentes de trabajo que dependen de él.
Esto, en un año en el cual se producirá la mayor caída de la producción de celulares en la isla desde que se inició ese proceso en 2009 (cuando se aplicó el famoso "impuestazo tecnológico" a la importación para, de ese modo, favorecer su producción en la isla). Más allá de que en la provincia austral también se integran televisores y equipos de aire acondicionado, los teléfonos móviles representan el 60% de la producción tecnológica de Tierra del Fuego.
Hasta el año pasado, el Gobierno tenía que autorizar unos u$s5.000 millones de importación de electrónica asociada al régimen de producción de Tierra del Fuego. Para este año se estima que esa demanda será entre 20% y 30% menor debido a los parates que generaron las restricciones sanitarias en las distintas partes del mundo. Es decir, que este año la demanda final se ubicaría entre los u$s3.500 y los u$s4.000 millones, de los cuales el 60% se los lleva la producción de celulares.
Pareciera ser la principal razón por la que los teléfonos móviles quedaron excluidos del Ahora 12, decisión que quedó estampada en la resolución 353/2020 de la Secretaría de Comercio Interior del Ministerio de Desarrollo Productivo publicada este lunes en el Boletín Oficial.
En números, se trata de un monto que oscila entre los u$s2.100 y los u$s2.400 millones. Si bien en la primera mitad del año el Gobierno no aplicó restricciones a los cupos de dólares que se necesitaban en la isla, no se sabe con certeza cuántas divisas fueron las que se ya autorizaron y qué porcentaje quedó pendiente. Y la especulación lleva a pensar que es porque el Gobierno no tiene más resto para hacer frente al drenaje de dólares bajo ningún formato.
Si las reservas netas del Banco Central se estiman hoy en torno a los u$s7.000 millones, se puede especular por dónde pasan parte de las decisiones oficiales.
Desde el Ministerio de Desarrollo Productivo señalaron a iProfesional que "los celulares se excluyeron por una reasignación de recursos. Se privilegió el sector de servicios que estuvieron más golpeados durante la pandemia. Además quienes venden celulares también venden tablets, computadoras, y otros artículos que siguen incluidos en Ahora 12. Igualmente se están organizando reuniones con el sector para abordar otras formas de financiamiento".
El celular es hoy el dispositivo que permite mantener a las personas conectadas todo el tiempo. No sólo por tratarse de un dispositivo personal sino porque, además, es el más accesible en términos de precio por las prestaciones que ofrece. La tablet es más barata pero resulta incómoda para hablar o para mensajear, para dar un ejemplo grosero. Y con el celular se trabaja, se estudia, se compra y se vende, se realizan operaciones financieras y también se juega, entre muchas otras actividades cotidianas.
El parate que quebró el stock
Desde que se inició el aislamiento social preventivo y obligatorio el pasado 20 de marzo, cuando las agencias de las operadoras de telefonía móvil y el retail cerraron sus puertas hasta nuevo aviso, y las plantas de Tierra del Fuego quedaron paralizadas, el mercado se satisfizo con los remanentes que había. En febrero y parte de marzo, las fábricas de China también había cerrado por la pandemia y fue la razón por la que no llegaron más embarques en ese lapso que permitieran un mejor estoqueo de partes.
Así fue que empezó a experimentarse la falta de stock de teléfonos móviles entre los usuarios que, o porque se les rompían o porque no podían cumplir con alguna de sus tareas por tener un equipo viejo, no encontraban la posibilidad de reponerlo con facilidad.
Entre enero y abril se fabricaron apenas 1.150.847 teléfonos en Tierra del Fuego. Las proyecciones más optimistas señalaban que el año cerraría con 6 millones, por debajo delos 7 millones de 2019, el más bajo de la historia de la isla. Los más pesimistas, sin embargo, aseguran que no se va a llegar ni a cinco millones de dispositivos, tal como viene informando iProfesional.
Esta situación marca una contradicción entre lo que se pretende por un lado, y lo que sucede por el otro. En un extremo, se quiere impulsar el consumo: sin dispositivos y sin financiación resulta difícil pensar que vaya a haber venta de aparatos lo que, a su vez, también dificultará la venta de nuevos servicios, de telecomunicaciones en este caso. Un círculo que no lleva a ningún lugar.
"La telefonía móvil es fundamental, y más en este contexto en el que estamos viviendo, donde es una herramienta para trabajar, para estudiar y para conectarnos. No comprendemos por qué solo los smartphones fueron afectados, dada la importancia que tiene ahora en plena pandemia. Pero, como siempre, seguiremos trabajando para adaptarnos a las cambiantes condiciones del país, siempre con el objetivo de hacer llegar las últimas tecnologías a cada vez más gente", dijo en estricto off a iProfesional una de las marcas de celulares que operan en el país.
Para que Tierra del Fuego produzca celulares se importan kits sin ensamblar que son armados en la isla "a un precio similar al que se importa. Entre 2018 y 2019 la producción en la isla fue relativamente baja por las devaluaciones que hubo en ambos años, por eso el régimen de Tierra del Fuego depende conceptualmente del año y de otras circunstancias", explicó también en suma reserva otra fuente, muy conocedora de cómo es la economía de los dólares en la isla.
Hasta hace unos meses, el mercado de celulares se movía por medio de la financiación del Ahora 12 para los tenedores de tarjeta de crédito, mientras que las operadoras de telecomunicaciones ofrecen, asimismo, financiación para aquellos que no cuentan con plástico. Tal como están planteadas las cosas, todo indica que serán Claro, Telefónica y Telecom, además de las cadenas de retail, las que podrán ofrecer la facilidad de las cuotas a sus clientes, aunque habrá que ver a qué tipo de financiación.
¿Qué hacemos con Tierra del Fuego?
La no financiación de celulares expone dos frentes. Uno, el que se abre de cara a los usuarios: demanda de equipos insatisfecha con posibilidad de financiación acotada, sólo en poder del sector privado.
El otro frente que también queda evidenciado es de la misma Tierra del Fuego y de lo que resigna el Estado en términos de divisas y de ingresos fiscales: porque para mantener la promoción las empresas también acceden a beneficios de ese tipo. Ventajas que, según las fuentes consultadas, oscilan los $30.000 millones al año y que podría trepar hasta los $40.000 millones cuando hay devaluación, tal como la que se viene ejecutando en este 2020 en la Argentina.
"No es posible sostener el modelo de Tierra del Fuego como está planteado. Pero también hay que entender el derrotero y el camino transitado. El potencial que tenía la isla fue destruido durante el Gobierno de Cambiemos porque bajó su capacidad productiva. Y tal como está no tiene sentido si no se piensa en un proyecto de largo plazo", sentenció, sin vueltas, Martín Kalós, director de EpyCA Consultores.
Recordó que el 80% de la producción de la isla se encuentra en Río Grande, que están muy lejos del puerto de Ushuaia, lo que es un primer problema porque no está preparado para la actividad industrial. Esto implica, indicó a iProfesional, que lo volcado al comercio exterior sea más caro y engorroso de concretar. Los sucesivos gobiernos de Tierra del Fuego, a su vez, tampoco pensaron en proyectos adicionales de agregado de valor.
La única que tuvo iniciativa en un sentido fue la ex gobernadora Rosana Bertone, que desarrolló infraestructura de fibra óptica, pero no más que eso. El gobierno actual de Gustavo Melella tampoco ha realizado alguna propuesta concreta hasta ahora.
"El régimen de Tierra del Fuego pasa por sostener el empleo en la isla, retomó la fuente en off. La pregunta es si es eficiente o no. Cuando en 2009 se aplicó el impuestazo tecnológico fue tan fuerte el crecimiento que si esa actividad se saca de la isla no tiene otra cosa que hacer". Y coincidió en que se deben viabilizar otras capacidades más genuinas que son de la isla, como la pesca o los hidrocarburos, aunque el problema en ambas es que no se trata de actividades de mano de obra intensivas como sí lo es el ensamblado de celulares, televisores y equipos de aire acondicionado.
Pero también están las empresas apostadas en Tierra del Fuego, que hacen su propio juego porque la rentabilidad que obtienen por su afincamiento es alta, dado que no tienen competencia y que la incidencia de la mano de obra es baja en relación a todo el proceso, señaló la fuente en off.
"Y no habrá reinversión en la medida en que no haya negocio", anticipó Kalós que, por esa razón, reiteró que habrá que pensar en las capacidades que ofrece la isla para que posea otra industria más dinámica. Recordó que entre 2010 y 2014, cuando se registró el mayor crecimiento de la producción, también hubo una expansión de la población que venía atraída de otras provincias. "Hay que hacer una propuesta para esas familias", aseveró el director de EpyCA.
El problema urgente pasa por los dólares y se sabe que en la Argentina las urgencias nunca dan lugar para el largo plazo, aunque lo ameriten con el mismo nivel de urgencia.
"Ensamblar en Tierra del Fuego no equivale a ahorrar divisas. Y no girarle dólares a Tierra del Fuego es un problema. Si con el Ahora 12 se busca incentivar el consumo pero no se distribuyen divisas, entonces se restringe la oferta y sube el precio de los productos", sentenció una de las fuentes en off.