Infodemia: ¿qué es y cómo el Gobierno y las personas deberían combatirla?
Ezequiel Rivero, especialista en medios de comunicación e industrias culturales e investigador del Conicet, analiza en la siguiente entrevista de iProfesional el fenómeno de la "infodemia", las "fake news", y la cultura del odio propiciada por las redes sociales, en el contexto de la pandemia del coronavirus.
Por infodemia se entiende a la circulación de la información en tiempos de pandemia por el coronavirus y sobre las políticas públicas que el Estado desplegó en términos informacionales y educativos.
Este término se refiere a la sobreabundancia de falsa información. Uno de los temas problemáticos es se trata de información que en algún punto puede poner en riesgo la vida misma de las personas.
-¿Cómo evolucionó la circulación de la información en el marco de la pandemia del coronavirus en la Argentina?
-En las primeras semanas de ASPO (aislamiento social preventivo obligatorio) según muestran datos del Observatorio de Medios de la Universidad de Cuyo los temas referidos a la pandemia llegó a cifras superiores al 90%, prácticamente tomando completamente la agenda mediática.
A medida que las medidas de confinamiento se extendieron en el tiempo se observa una disminución de la agenda sanitarista; la aparición de la dicotomía entre salud y economía y más tarde la reaparición de la "grieta" a la par de temas como el impuesto a las grandes fortunas, la reforma judicial y las manifestaciones callejeras opositoras.
-¿Cuáles fueron las principales tendencias observadas entre marzo y agosto?
-Inicialmente el gobierno logró unificar el discurso mediático detrás del discurso oficial sobre la necesidad de extremar medidas de cuidado. Son ejemplos de este primer momento la portada compartida entre unos cincuenta diarios de todo el país; el programa televisivo Unidos por Argentina que se emitio en simultáneo en todos los canales de aire de Buenos Aires.
Desde ese momento mas homogéneo el gobierno empieza a perder el control de la agenda a medida que se extiende la cuarentena y comienzan los cuestionamientos a las políticas oficiales..
La primavera de rating que vivio la televisión abierta, en particular sus informativos, se desinfló también con el correr de las semanas. Las comunicaciones oficiales que reúnen periódicamente al Presidente, el gobierno de la provincia de Buenos Aires y el jefe de Gobierno de la CABA continúan siendo eventos atractivos para la audiencia, muestra de la avidez por obtener información oficial.
-¿Las noticias falsas y las campañas deliberadas de desinformación tuvieron un rol relevante en ese período?
-Tuvieron un rol relevante que genero interés desde el sector publico, privado y academico, pero no conforman un fenómeno novedoso del contexto de pandemia, sino que es preexistente.
En el contexto de la pandemia la desinformación adquiere un carácter mas relevante porque el objeto en ocasiones tiene que ver con fake-news que pueden poner en peligro la salud pública o las políticas sanitarias oficiales.
Aciertos y errores en la comunicación gubernamental
-¿Cómo evalúa las políticas que el Estado desplegó en términos informativos y educativos en la emergencia sanitaria por la Covid-19?
-El gobierno logró inicialmente cohesionar a los principales actores mediáticos tras de sí y liderar el discurso público. Se ponderó positivamente la capacidad didáctica del presidente para traducir temas complejos y establecer un vínculo con la ciudadanía, aunque con errores frecuentes por imprecisiones en las informaciones que se brindaban.
Entiendo que a nivel educativo las distintas áreas del estado, desde la secretaría de acceso a la salud pública con sus comunicados diarios, hasta la secretaria de comunicaciones han hecho esfuerzos notables y coordinados por producir piezas con información específica sobre formas de prevención y buenas prácticas.
Desde luego que se cometieron errores en materia de comunicación política y gestión del riesgo, pero dudo que exista algún gobierno del mundo que no los haya cometido al gestionar la comunicación de un hecho de características inéditas, en un escenario comunicacional disperso en que ya nadie tiene el monopolio de la emisión de mensajes.
-¿Qué recomienda para combatir la "infodemia" en el plano de la persona que utiliza las TIC?
-Una estrategia podría ser reducir la circulación de mensajes cuyas fuentes desconocemos o que contienen explicaciones demasiado simples y atractivas para hechos complejos.
Otro aspecto es romper el cono de silencio que suele generarse en los grupos de WA familiares o de afectos cuando alguna persona introduce un mensaje que advertimos como falso.
En ocasiones para no exponer a la persona en su ingenuidad optamos por el silencio mientras muchos de los demás miembros del grupo pueden estar a su vez compartiéndolo. Ahí es preciso buscar formas de marcar la falsedad de contenido y cortar la cadena de distribución.
-¿Qué políticas debería desarrollar el Estado contra la "infodemia"?
-Tratar de no dejar demasiados vacíos de información que puedan ser llenados con especulaciones y teorías conspirativas. Las personas tenemos una necesidad natural a eliminar la incertidumbre que nos genera no saber. Si el gobierno produce hechos de comunicación que dan demasiado margen a la especulación, los rumores, las comunicaciones informales, los trascendidos… contribuye a la circulación de información de baja calidad como formas de llenar ese vacío informativo.
La comunicación de gobierno debe ser clara en qué se sabe sobre el hecho, qué no se sabe, no generar expectativas de ningún tipo, no anunciar anuncios y ofrecer información en cantidades adecuadas y clara por todos los medios disponibles (no solamente los amigos)
-¿Cómo evalúa a plataformas como Chequeado y Confiar para chequear la veracidad de los datos que circulan por Internet?
-Entiendo que son iniciativas bien intencionadas. En el caso de Chequeado mas consolidada y con mayor reconocimiento, pero dudo que sean fuente de consulta frecuente de los ciudadanos comunes para chequear la veracidad de las noticias.
En todo caso son herramientas que pueden incorporar a sus rutinas periodistas o funcionarios públicos, pero las veo alejadas de las grandes audiencias que asumo no se toman el trabajo de realizar un trabajo de búsqueda de discursos verificados, origen de imágenes, antecedentes de autores, etc.