Transformación digital: ¿Cuál será la nueva fase culminante en las empresas?
"El todo es más que la suma de las partes", rezaba en el siglo XX el lema de la teoría de la Gestalt. Hoy recobra su esplendor dentro del universo de la nube informática. Es que la nube híbrida se ha convertido en la nueva alternativa para las empresas, que ven a este modelo como el ideal. La razón es que combina lo mejor de los mundos: la infraestructura propia con la nube pública.
Con la idea de complementar sus implementaciones de nube privada con la adopción de la nube pública, este tipo de opción crece aún más en las compañías. Según datos ofrecidos por el índice Nutanix Enterprise Cloud 2019, un 85% de los encuestados seleccionó la nube híbrida como su modelo operativo ideal de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y 49% expresó que es el modelo que satisface todas sus necesidades.
Plataforma única de nubes informáticas
En la actualidad, existe una necesidad de crear una plataforma única que abarque nubes privadas y públicas. El trabajo individual e independiente de estas dos últimas, requieren diferentes herramientas de gestión y un compuesto de habilidades que, en muchos casos, profundizan la complejidad operativa.
Es así como la nube híbrida se convierte es el punto de encuentro de uno o más entornos de nube pública y privada. Es la interfaz de programación de aplicaciones (API) la encargada de transferir recursos y cargas de trabajo de una nube a otra. Así, por un lado, la nube local mantiene las cargas de trabajo más críticas, y la nube pública aprovecha su potencial para optimizar los costos.
Hay tres puntos principales que denotan fielmente los beneficios y las ventajas de esta opción híbrida. El primero de ellos, es la seguridad. En el informe realizado por Vanson Bourne para Nutanix, detalló también que más de una cuarta parte de los encuestados (28%) eligió el modelo híbrido como el más seguro por encima de, por ejemplo, un modelo totalmente privado en la nube.
Con las nubes híbridas, se pueden reducir la posible exposición de los datos, ya que brindan la posibilidad de elegir el lugar para ubicar las cargas de trabajo y los datos, en función de los distintos requisitos como de cumplimiento, auditoría, política y seguridad.
La flexibilidad es el segundo punto para tener en cuenta. A través de esta nube, se pueden aprovechar, cuando se necesiten, los recursos adicionales de la nube pública. Para las marcas, esta flexibilización se convierte en un objetivo de las compañías que esperan un mayor dinamismo en la movilidad de las aplicaciones a través de nubes y tipos de nubes. Es esta misma flexibilidad la que permite que los recursos de la nube esten disponibles para la organización cuando los necesite.
Y la tercera gran ventaja de la nube híbrida, es la escalabilidad. Este sistema tiene la capacidad de amoldarse y adaptarse a las diferentes necesidades de la empresa ya sea en espacio para los datos, memoria o velocidad.
De esta manera, esta opción permite escalar rápidamente de forma horizontal o vertical de acuerdo con los requisitos. Su capacidad para ser "escalable" permite, a su vez, responder de forma inmediata cuando la organización requiera de más recursos tecnológicos.
Y así es como la nube híbrida se convierte en un potencial de la pública y la privada, y se transforma en un "todo" que supera indudablemente, creo yo, a la suma de las partes.
(*) Gerente regional de Nutanix para América del Sur.