¿Te gustaría trabajar en SpaceX? El equipo de Elon Musk revela qué busca y cuánto paga el excéntrico millonario
Comenzó la cuenta regresiva para el lanzamiento del Saocom 1B, el segundo de esta generación de satélites de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), que llegará al espacio otra vez de la mano de SpaceX, la empresa aeroespacial de Elon Musk. Y a medida que llega ese día –cuyo lanzamiento se prevé hacia fines de agosto- surgen expectativas relacionadas sobre cómo será trabajar en SpaceX, qué profesionales busca, qué tal será la paga, qué diferencias hay respecto de trabajar en una empresa argentina.
La actividad aeroespacial y satelital será una de las que se beneficiarán con la ley de economía del conocimiento, que espera su tratamiento en el Senado. En coincidencia con este proceso, el año pasado se creó la carrera de ingeniería espacial en la Argentina, de la mano de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
Pese a que la vida académica es nueva, el país tiene historia y tradición aeroespacial y parte de ella se escribe en Río Negro, en donde se encuentre el INVAP, la sociedad del Estado conocida no sólo por haber construido los satélites ArSat I y II sino también por haber puesto al país en el escenario mundial aún en los peores momentos, tal como sucedió en 1992 y en el año 2000 cuando vendió la construcción de reactores nucleares a Egipto y Australia respectivamente.
A dos años del lanzamiento del Saocom 1a ahora le llega el turno a su "compañero", el Saocom 1b, momento en que se verá patentizado el trabajo conjunto que vienen desarrollando la CONAE y el INVAP junto con SpaceX. Este vehículo será enviado al espacio por medio de un cohete Falcon 9 de SpaceX, desde la estación espacial de Cabo Cañaveral, en Florida.
¿Hay mucha diferencia entre trabajar en una empresa espacial argentina y en la fundada por uno de los referentes de la innovación a nivel global? ¿Cuáles son las diferencias salariales entre quienes trabajan en SpaceX y quienes lo hacen en otra empresa del sector ubicada en este rincón del mundo?
Sí, hay diferencias en lo salarial. Pero para responder cabalmente a esa pregunta, también hay que entender cómo se encara el trabajo desde una empresa netamente privada y cómo es el que se desarrolla desde una compañía que depende de lo que necesite un Estado. También, de cómo esto que en otro tiempo estaba totalmente separado hoy encuentra un ámbito de colaboración histórico.
El polo satelital
"La industria aeroespacial en la Argentina tiene distintas facetas. El área de vuelos está vinculada con los satélites; el de tierra con la operación y las antenas; y el de usuario, destinado al procesamiento de la información que recolectan los vehículos espaciales y diseñar y lanzar productos, por ejemplo, los orientados a la agricultura", dijo a iProfesional, Nicolás Renolfi, subgerente del área espacial de INVAP.
El polo espacial argentino se concentra en Río Negro. Además del INVAP, están Satellogic (la empresa de nanosatélites que dirige Emiliano Kargieman, y que es más conocida por los nombres de esos vehículos, como Fresco y Batata y Capitán Beto, entre otros satélites con nombres populares), y VENG (Vehículo Espacial de Nueva Generación), que tiene a su cargo la producción del Tronador, el lanzador de cohetes espaciales.
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Es el INVAP el que realiza las tareas de seguimiento de vuelo y el que acumula experiencia en operaciones tanto con los satélites de ArSat como con el Saocom 1a y, ahora, el Saocom 1b. De una u otra manera, todos están vinculados con SpaceX.
El personal del INVAP a cargo de la construcción de las naves espaciales es multidisciplinario. Hay ingenieros en electrónica, en software, mecánicos. Y también los dedicados a la producción y a la cuestión térmica. A ello se suman licenciados en programación, mientras que los técnicos electrónicos y los técnicos mecánicos se dedican a la integración de estructuras. Hay ingenieros y técnicos químicos que se dedican al tratamiento de las superficies y todos los procesos que se suceden con la fricción que soportan las naves en sus ascensos, entre otras cuestiones.
¿Qué tan parecido puede ser el INVAP con SpaceX o qué tan parecidos pueden ser los trabajos que se realizan en una y otra empresa?
"Nuestro trato con SpaceX es indirecto porque el contrato está vinculado al Saocom. Para Estados Unidos la industria espacial, satelital es estratégica y resulta complejo compartir información. Pero cuando trabajamos de manera conjunta advertimos que no tenemos procesos muy diferentes. SpaceX tiene mucho foco en el desarrollo de los prototipos antes de los lanzamientos, tienen ideas muy novedosas. Y si bien suelen asegurar que no quieren contaminarse de lo tradicional le tienen mucho respeto a quienes tienen experiencia", aseguró Renolfi.
Es la razón por la que todo lo que impulsa Elon Musk a través de sus distintas empresas lleva impresas las etiquetas de "innovación", de "disrupción": Tesla, Starlink, Hyperloop, SolarCity, OpenAI, Neuralink.
SpaceX maneja presupuestos que están muy lejos de ser los que gestiona INVAP. Esto se debe a que son empresas nacidas de modo y con objetivos distintos. SpaceX es una empresa privada. INVAP es una sociedad del Estado.
"Nosotros estamos en Argentina y nos apalancamos en lo que necesita el cliente para, luego, ese desarrollo poder utilizarlo con otros clientes. Vivimos de los contratos que cerramos porque no tenemos ningún tipo de subvención. Si tuviésemos un sponsor para diseñar productos de alta tecnología lo haríamos pero también es cierto que nuestros desarrollos pueden llevarnos cuatro o cinco años hasta que se puedan vender", agregó el subgerente del área espacial del INVAP.
El modelo de negocios de las empresas satelitales en el mundo suele funcionar en líneas generales del mismo modo: son los gobiernos de los países en donde están esas compañías los primeros en comprar sus productos. Así funciona también en la Argentina.
"La primera idea la compra el Gobierno local, y luego te compra el mundo. El modelo del INVAP va en esa dirección. Se identifican necesidades y se definen proyectos. El ejemplo clásico es el de los radares. No había y el Estado puso el dinero para los 22 radares de tránsito y hoy es posible exportarlos", agregó Renolfi.
De modo similar, la asociación que en 2019 concretaron el INVAP con TAI (Turkisk Aerospace Industries), su equivalente turco, para crear GSATCOM, una nueva empresa cuyo objetivo es diseñar y fabricar satélites de telecomunicaciones geoestacionarios de nueva generación es otro ejemplo de trabajo que integra esfuerzos estatales.
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Salarios y perfiles
¿Con esta historia y esta experiencia, cuando se trata de salarios, qué tan bien pagos están quienes se desempeñan en una empresa estatal satelital o en una extranjera, de capital privado?
Pareciera que la relación de lo que paga un empleado en estas latitudes con el que se percibe en otro lugar del mundo es, como mínimo, más del doble.
"La respuesta depende de varios factores: lugar de empleo, experiencia, si sólo tiene un bachelor o suma un máster o un doctorado. La experiencia es fundamental. En la NASA, por ejemplo, es donde menos se gana. Los sueldos van desde un ingeniero junior con sólo un bachelor desde unos u$s50.000 al año", detalló a iProfesional, Pablo de León, el ingeniero aeroespacial argentino que se dedica a desarrollar trajes para explorar el universo y que tuvo su paso por la agencia espacial del gobierno estadounidense.
El argentino indicó que "un ingeniero con una experiencia de 10 años y un máster gana unos u$s70.000 al año, pero si trabaja en una empresa grande, como Boeing o Lockheed Martin, alcanza los u$s120.000 anuales. Ese es, más o menos, el rango, pero depende de varios factores. Si tiene funciones jerárquicas o de manager puede ser todavía un poco más".
Los salarios de los ingenieros argentinos están alejados de esa situación. Un ingeniero en ArSat dedicado al área satelital -porque la compañía también gestiona al red de fibra óptica, el data center y la televisión digital- tiene un salario que arranca en los $110.000 por mes, aproximadamente.
Como se advierte, la diferencia es amplia. Se trata, sin embargo, de una variable que juega a favor de la Argentina. El famoso costo es lo que permite competir con otras empresas en el mundo cuando hay que salir a buscar proyectos e imponerse también a fuerza de calidad.
¿Y si se quiere conseguir un trabajo en SpaceX, dada las diferencias salariales existentes, a dónde se debería mirar y qué formación se debería tener?
Hay varios sitios de búsqueda de estos perfiles. Pero Space News o las revistas técnicas del Instituto Americano de Aeronáutica y Astronáutica (AIAA) suelen ser en donde aparecen anuncios con cierta frecuencia.
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La red social Linkedin es otro espacio en donde se buscan mucho estos perfiles tan específicos. "Hay mucho contacto por ahí", aseguró de León. Y a esto se suman las búsquedas que realizan los headhunters que trabajan específicamente para el sector espacial.
Ex trabajadores de SpaceX señalaron que es necesario tener un título de egresado en alguna carrera informática o similar porque es el modo de asegurar cómo funcionar las cosas. Los ingenieros son buenos candidatos como también aquellos que ganaron experiencia en algún tipo de pasantía en una empresa relacionada con la actividad aeroespacial.
Pero claro, no es habitual encontrar muchos perfiles provenientes de la industria aeroespacial. Entonces ¿queda la cosa tan acotada? No. La visión de SpaceX es amplia, por ende también la mirada que tienen a la hora de abordar problemas y sus soluciones, o a la hora de encontrar caminos para llegar a un objetivo.
Pablo de León indicó que "SpaceX es una empresa que desde hace unos años ha comenzado a prestarle más atención a lo que el candidato sabe hacer, antes que a sus estudios formales. Es por eso que las entrevistas de trabajo son muy creativas, planteando la resolución de problemas concretos, más allá de basarse en lo académico, que no siempre es indicador del tipo de profesional que buscan ellos. De todas formas, la inmensa mayoría de los empleados de SpaceX entran en las categorías de ingeniería".
La clave pasa por tener una mirada amplia. "Diferentes puntos de vista nos ayudan a ver los problemas desde diferentes ángulos y eso, a menudo, nos ayuda a ver soluciones que, de otro modo, no hubiésemos visto", dijo Matt Monson, director de software de Starlink, el proyecto de SpaceX para crear una constelación de satélites de internet que permitan dar este servicio a bajo costo a las zonas del mundo aún no conectadas.
Hay que tener una carrera, definitivamente. Pero a ello habrá que sumar experiencia y trabajo en equipo. Son las condiciones para trabajar en SpaceX. Y también en cualquier otra empresa como el INVAP.
Especialmente en momentos en que la colaboración entre actores de orígenes diversos o de distintos lugares se impone como el mejor modo de trabajar justamente por lo que se dijo más arriba: la posibilidad de integrar miradas diferentes.
En estos tiempos asistimos a un nuevo hecho histórico y es que se profundiza la colaboración público-privada en materia aeroespacial. Lo que sucede entre la NASA y SpaceX, y lo que también ocurre en Río Negro, entre el INVAP, Satellogic, y el resto de empresas establecidas en la zona son ejemplo de ello.
Y esto también lo explica Pablo de León. "La NASA invirtió u$s3.000 millones en SpaceX (y u$s5.000 millones en Boeing) para la creación de naves espaciales privadas. LA NASA hizo esto consciente de que le iba a ser mucho más económico pagarle a empresas privadas para desarrollar esta tecnología, que hacerlo ellos desde una agencia de gobierno. Ya está dando resultados, porque con cada lanzamiento de astronautas a la Estación Espacial la NASA está ahorrando fondos, que antes se destinaban al transporte de astronautas desde Rusia (ya que la NASA desde 2011, con el cese de vuelos del transbordador espacial, había perdido la capacidad de llevar sus propios astronautas al espacio)", indicó.
Y siguió: "La NASA va a poder concentrarse en hacer exploración más allá de la órbita baja terrestre, mientras que las empresas privadas van a poder hacerse cargo de la infraestructura existente en la órbita, como la Estación Espacial Internacional. Es difícil poder estimar qué cambios nos va a traer esta nueva forma de hacer las cosas. SpaceX tiene intenciones de extenderse a la luna y en especial, a Marte, que es una obsesión para Elon Musk. Lo que es claro es que estamos ante un cambio de paradigma, de cómo se hacían las cosas hasta ahora en el sector espacial y cómo se van a hacer de acá en más".
El momento histórico en materia espacial vuelve a ser apasionante. Porque además de desafiar a los expertos que se dedican a esta actividad les permite sumar experiencias no sólo profesionales, sino también de vida.
"Cuando un ingeniero argentino se va a trabajar a Europa se le abren un montón de puertas. Eso es porque acá hacemos todo mientras afuera está todo mucho más especializado. Los ingenieros argentinos son atractivos en otros países. Pero una vez que hacen la diferencia, vuelven", concluyó Renolfi.
Como se ve. La diferencia salarial tiene su peso. Se lo mire desde donde se lo mire. Pero no siempre es lo concluyente. Hay algo en el modo de hacer que también entra en la balanza.