La impresión 3D está lista para la manufactura. ¿Nosotros también?
Cuando el Foro Económico Mundial informó que el valor de la transformación digital en todas las industrias podría superar los 100 billones de dólares para 2025, sabíamos que no sucedería sin líderes innovadores que estuvieran dispuestos a superar fronteras y tomar riesgos. En ese entonces y ahora, la industria de manufactura se ha posicionado para cumplir este rol.
Recientemente llegaron los sistemas que ofrecen 10 veces el rendimiento a la mitad del costo. La tecnología de impresión 3D fue demasiado a menudo relegada a prototipos y proyectos de aficionados.
Ahora, la capacidad de tener un impacto escalable en una amplia gama de demandas de empresas, gobiernos, e individuos —soluciones sostenibles, productos personalizados, y cadenas de suministro más estratégicas, por nombrar algunas— es innegable.
Cada vez más fabricantes adoptan esta tecnología para entregar productos que antes eran inverosímiles: tejido humano, prótesis e implantes específicos para la anatomía de un individuo en particular, piezas de coche difíciles de encontrar, zapatos personalizados, casas artificiales, drones y robots. Sin embargo, para que estas innovaciones formen parte de nuestra vida cotidiana, es necesario desbloquear el mercado.
De la creación de prototipos a la producción
Softbank busca nuevas startups en la Argentina y dará capacitación en inteligencia artificial
Estamos en la cúspide de la 4ta Revolución Industrial, donde las tecnologías físicas y digitales alterarán radicalmente la forma en que las empresas conciben, diseñan, producen, distribuyen y reparan casi cualquier cosa.
Se espera que este cambio de paradigma mueva por completo la industria manufacturera global, la cual representa 12 billones de dólares, al digitalizar cadenas de suministro y procesos de producción completos creando 133 millones de nuevos roles en el proceso.
Para ir más allá de la creación de prototipos, la industria de impresión 3D debe identificar oportunidades para avanzar, crear herramientas de diseño nuevas y poderosas, invertir en materiales especializados, y cerrar la brecha de habilidades humanas necesarias.
Simplemente no hay suficientes trabajadores calificados listos para llenar los puestos de trabajo que nuestra industria está creando, y resolver ese problema requiere colaboración y compromiso firme de toda la industria, la educación y el gobierno.
Educación
Los colegios y universidades son jugadores críticos para el futuro. Muchos están haciendo grandes inversiones en impresoras 3D e incluso los profesores, que han estado en este campo durante décadas, todavía tienen un profundo entusiasmo por la innovación, ansiosos por explorar nuevas formas de abordar los desafíos de diseño y fabricación.
En la actualidad, muchas universidades tradicionales ofrecen cursos de diseño basados en lo tridimensional. Sin embargo, no hay espacio para ampliar esas ofertas con el fin de equipar mejor a los innovadores de la próxima generación.
Hacen falta también programas que proporcionen currículos completos que familiaricen a los estudiantes con las numerosas disciplinas sugeridas por esta tecnología, incluyendo la cadena de suministro, la ingeniería industrial, el diseño, la ciencia de los materiales, y la fabricación.
Según una encuesta reciente de Deloitte Insights, los entrevistados de la industria dicen que desean una fuerza de trabajo capaz de cruzar esos límites disciplinarios con facilidad. "No necesitamos una persona de diseño CAD/AM típica", dijo un experto de la industria a Deloitte. "Necesitamos a alguien que pueda integrar la física, el software, los materiales, y el pensamiento creativo alrededor de AM en un nuevo producto".
Facebook se asocia con Reuters para hacer "fact checking" en la plataforma
Dicho esto, para preparar a los estudiantes de las carreras del futuro, las universidades deben comenzar a adaptar programas más allá de las inversiones en maquinaria y fomentar la próxima ola de innovación.
Nuevos materiales y procesos de diseño
Por otro lado, para dar un salto de la creación a la producción, también va a requerir que la industria amplíe su portfolio de insumos y reduzca el costo a los fabricantes, ya que está claro que los proveedores necesitan de un ecosistema abierto de líderes de la industria, empresarios, estudiantes, y académicos que trabajen juntos para imaginar y entregar la próxima generación de polvos de polímeros de bajo costo y alto rendimiento en una cadena de suministro que sea altamente confiable y eficiente.
En este sentido, los materiales como metal y cerámica en polvo tienen fuentes de suministro existentes que se pueden adaptar para este tipo de impresión y ampliarse a nuevos suministros y aleaciones incluyendo acero inoxidable, oro, plata, titanio, y otros polvos aditivos para manufactura.
De cara al nuevo año es evidente que el impulso y los medios están ahí para que la impresión 3D pase al siguiente nivel y finalmente haga que la transición de un prototipo de nicho sea una herramienta de producción seria. Pero hacer que eso suceda requerirá más que solo palabras.
Los líderes de negocios, loc centros académicos, y el mundo científico tendrán que honrar su promesa, empezar a pensar de manera diferente, estar dispuestos a tomar algunos riesgos, y aprovechar oportunidades a medida que surgen. Si eso sucede, pronto veremos la impresión 3D finalmente logrando su promesa.
(*) Gerente y director general de HP para América latina.