Para Qualcomm, la Argentina necesita definir qué espectro tendrá 5G para pensar en sus impactos económicos
Revolución 5G. La tecnología que promete impactar de manera directa en los aparatos productivos de los países comienza a tener presencia definitiva en los países centrales: más de tres millones de usuarios en Corea del Sur, más de un millón en en China. En América latina se está en tiempo de definiciones. La Argentina viene rezagada en este proceso.
El retraso de la Argentina se debe a que aún no se ha avanzado en las definiciones de espectro, "el oxígeno de las redes celulares y más en 5G", dijo en diálogo telefónico con iProfesional desde San Pablo, Rafael Steinhauser, presidente de Qualcomm para América latina.
Para la máxima autoridad en la región de Qualcomm, la empresa que fabrica los procesadores para los smartphones y desarrolla las patentes para el equipamiento de redes móviles, ahora básicamente para 5G, la posibilidad de que los operadores móviles cuenten con espectro "permitirá dar acceso universal a todos los objetos y personas para que se conecten a la banda ancha y a la nube".
El ejecutivo sostuvo que una de las ventajas de que presentan las futuras redes es la "cohabitación con las bandas existentes de 3G y 4G, además de lanzar servicios".
Son los proveedores de equipamiento los principales interesados en el despliegue de estas redes, porque su objetivo es vender y ganar la mayor participación de mercado posible en estas infraestructuras que ya comienzan a ser más del presente que del futuro.
Y son los primeros, también, en comenzar a medir los impactos que estas redes tendrán en la economía. Un estudio de IHS Markit para Qualcomm determinó que hacia 2035 la disponibilidad de redes 5G provocará un impacto en la economía mundial superior a los u$s13.000 millones, equivalente al 5% de lo que se produce en el planeta.
Los sectores TIC, de manufacturas, agroindustriales, financieros, la salud, la minería y los servicios públicos se erigen como los que recibirán de manera más amplia los beneficios que habilitarán estas redes. El impacto sobre la economía será directo.
"Hay un vínculo estrecho entre la tecnología, la conectividad y la competitividad global, y nos vamos a quedar si no se toman decisiones más rápidamente", advirtió Steinhauser.
Esto no es más que definir sobre qué bandas se desplegará la tecnología 5G en la Argentina, decisión que el Gobierno saliente no tomó y sobre la que no se sabe cuánto tiempo más tardará en resolver la gestión entrante. Hoy sólo hay en marcha un proceso de consulta.
Lo que sucede en la región
¿Qué Brasil haya elegido ya las bandas de 2,3-2,6 y 3,5 llevará a la Argentina a tomar la misma decisión?
"Para la locación de espectro se están tomando en consideración los consejos de la CITEL que determina las bandas de 2.3-2,4 y 3.3-3.6 como las más importantes para estos despliegues. Habría que definir qué partes se asignan y qué canalización se elegirá para, luego, llamar a una licitación", respondió el presidente de Qualcomm de la región.
La de 3.5 es una banda que está en poder de los principales operadores del país y de otros más pequeños, que inclusive no participan todavía del negocio móvil, desde la década del 90, cuando el ex secretario de Comunicaciones, Germán Kammerath repartió espectro de manera gratuita como forma de impulsar el desarrollo de las redes.
Esas frecuencias, sin embargo, están asignadas a otros servicios, de modo que para que se destinen a 5G e impulsar así ese milagroso impacto económico del que se habla habrá que trabajar en las nuevas definiciones técnicas, además de poner prolijos cada uno de los casos.
"En la región hay avances –aseguró Steinhauser- Chile y Perú están muy avanzados, Brasil se encuentra en proceso de concurso público con bandas medias y altas. A la Argentina le falta bastante, apenas se encuentra en consulta pública. Hay que entrar en un proceso de definiciones porque, luego, viene la construcción de la red y, recién después, dar los servicios".
¿Entonces es posible aventurar fechas? Los pronósticos vienen siendo coincidentes desde hace un tiempo. Con suerte, en 2020 se estará cumpliendo alguno de los pasos iniciales. Y recién en 2021 se podrán activar las primeras redes comerciales. Estimaciones que podrían cambiar drásticamente una vez que se conozca cómo abordará el nuevo Gobierno al sector TIC.
"La analítica de datos hay que llevarla al sector industrial y de servicios"
"Argentina podría tener coincidencias con las bandas de Brasil. La CITEL (N. de la R.: La Comisión Interamericana de Telecomunicaciones, dependiente de la OEA) ya armonizó las bandas y tenemos a 30 paises que ya licitaron y otros que están en proceso", describió Steinhauser.
Suele escucharse entre los operadores de telecomunicaciones, que no encararán nuevos despliegues de 5G, básicamente, por dos razones: porque todavía queda mucho por hacer en 4G y porque aún no están definidos los modelos de negocios para la nueva tecnología.
El ejecutivo de Qualcomm sostuvo que esa postura "depende del operador. Muchas radiobases existentes pueden usarse para 5G. No hay que crear una red nueva. También depende de la densidad que quieran darle a esa infraestructura. En primera instancia es posible desplegar red 5G sin efectuar grandes inversiones y la capacidad de dar servicios es mucho mayor, además de tener un retorno mayor sobre el activo".
Fibra óptica, dame más
Los desembolsos en redes de telecomunicaciones, más allá de la tecnología en particular, son costosas. En tiempo y en dinero. Y, más allá de que el ejecutivo de Qualcomm señale que es posible encarar una nueva red sin realizar una nueva, también reconoce que sí se necesita mucha disponibilidad de "fibra óptica para absorber esa gran cantidad de datos y no hay tanta fibra óptica disponible, que sí requiere inversiones".
Las redes 5G son en su esencia tráfico de datos, datos necesarios para desarrollar la inteligencia artificial, el machine learning y los procesos de automatización que cada actor imagine en una cadena de valor.
¿Cómo se advierte esta creciente transferencia, tránsito y tráfico de datos? Muy simple. Las personas valoran disponer de grandes anchos de banda, porque eso les permite consumir streaming de TV o jugar videojuegos que, a partir de la realidad virtual o de la realidad aumentada, otorgarán experiencias cada vez más tentadoras a nivel de entretenimiento. Cualquiera de estas cosas exige grandes anchos de banda que, como dijo Steinhauser, exigen redes de fibra óptica.
Esto que ya es palpable en el mundo del entretenimiento se trasladará en parte, adaptada, reformulada, a cualquier otra actividad de la economía.
¿Cómo puede la Argentina superar su atraso tecnológico?
"Los de streaming o gaming son los ejemplos más primarios. Pero luego se sumarán otros casos, como la Internet de las cosas (IoT) que no es más que la masificación de la banda ancha para conectar objetos; el coche autónomo y una serie de usos donde la 5G es vital porque se trata de servicios que necesitan estar disponibles en tiempo real al 100%. Y como se trata de una tecnología confiable permite hacer muchas cosas", se entusiasmó el ejecutivo.
¿Entonces, Argentina, qué necesita para ponerse a tiro respecto, al menos de los países de la región?
Steinhauser insistió: "La decisión del Gobierno de ir en busca en la locación de espectro y la disponibilidad de smartphones. En el próximo Mobile World Congress 2020 de Barcelona todos los teléfonos serán 5G. Queramos o no queramos vamos hacia allí".
E insistió: "5G ocurrirá de verdad cuando se decida alocar espectro, se licite y los operadores vayan por él. Con suerte, en la Argentina, ocurrirá algo en 2021".
Volvamos al principio. Si hoy Corea del Sur tiene más de tres millones de usuarios en 5G, y China más de un millón de usuarios con la perspectiva de contar con 50 millones (sí, cincuenta) en los próximos meses y más de un millón de radiobases instaladas en unas 50 ciudades ¿cómo será esa foto en los países centrales cuando la Argentina recién dé sus primeros pasos?
Steinhauser confía, aún con estos datos, que una vez que se tome la decisión la adopción será rápida. Es posible creer esa afirmación. La Argentina fue el último país de América latina en licitar la tecnología 4G y en poco tiempo se convirtió en uno de los que más rápidamente desplegó la nueva infraestructura.
Había un mercado ávido por disponer de mejores redes para el consumo de datos. Ese crecimiento ha sido tan exponencial que, ya a finales de 2018, el 60% del parque de teléfonos móviles de la Argentina era de tecnología 4G/LTE, según datos de Carrier y Asociados.
El primer paso es el espectro. Para llegar a la máxima velocidad y al impacto real en la economía hace falta poner primera.