¿La Argentina corre peligro de profundizar su atraso tecnológico?
Una de las consecuencias de las recurrentes crisis económicas de la Argentina, con sus crónicas devaluaciones y altos índices inflacionarios, es la gran dificultad para planificar la necesaria actualización de su infraestructura tecnológica, entre ellos el hardware, el software y las redes de comunicación.
Este atraso tecnológico, que no es parejo y que puede ser mayor o menor según la actividad e incluso la región geográfica, podría profundizarse en los próximos años si persiste la recesión y la inflación.
El consulto Alejandro Prince advirtió ante iProfesional que "la situación macro local afecta claramente la renovación de hardware y el parque envejece. No hay grandes migraciones ni proyectos, salvo alguna sede local de alguna multinacional, y sin embargo se experimenta tempranamente con IA (inteligencia artificial), IoT (Internet de las cosas), blockchain".
"La región tiene un ‘time lag’ en adopción institucional --no personas-- respecto del primer mundo, o industrializado de más o menos 5 años", evaluó Prince, quien aseguró que la Argentina "ha hecho avances en e-gov (gobierno electrónico) y conectividad a nivel nacional en el decenio, pero el ‘legacy’ es un peso alto".
Diego Taich, director general de Consultoría IT de PwC Argentina, describió ante iProfesional que "el panorama es variado ya que están las ‘fintech’, ‘startups’ nativas digitales y también aquellas empresas que emprendieron con fuerza el rumbo de digitalizar su negocio. En este tipo de organizaciones muchas veces nos encontramos con el uso de inteligencia artificial, tecnologías de automatización (ej.: RPA), big data y analíticas, y soluciones móviles, muchas veces apalancadas en el uso de la nube pública, con el beneficio extra que trae de modernización del hardware y/o el software como parte del servicio".
Pero si se analiza por industria, el cuadro es diferente. Según Taich, "las compañías tecnológicas, financieras y ‘telcos’ suelen ser las líderes en términos de realizar fuertes inversiones en hardware, software y redes. En otras, tradicionalmente se invirtió en base a la necesidad de recambio de la infraestructura por obsolescencia --y no tanto por ganar competitividad--, aunque la ola de ‘digitalización’ viene cambiando esta tendencia y obligando a estas empresas a abordar las nuevas tecnologías".
En el caso específico del sector de telecomunicaciones, y lo que refiere a la infraestructura de telecomunicaciones, José Otero, vicepresidente para América latina y el Caribe de 5G Américas, explicó ante iProfesional que la Argentina "tiene un buen desarrollo de los servicios 4G".
Según una infografía reciente que elaboró esta organización con datos de la consultora Carrier y Asociados, a fines de 2018 el 63% de las líneas móviles eran 4G en el país, y un 19% 3G, que son las dos tecnologías que permiten acceder a Internet mediante las redes celulares".
Para Otero, "es un buen desempeño si tomamos como marco lo que ocurre en la región: según cifras proporcionadas por Ovum a 5G Américas, en América latina la 4G LTE recién alcanzaba una participación del 46% en junio de 2019".
Este especialista advirtió que "la disponibilidad de redes de banda ancha móvil es un aspecto importante a considerar, ya que no estamos hablando de una tecnología que únicamente se emplea para el entretenimiento, sino que es ampliamente utilizada para la productividad, para trabajar y acceder a información y contenidos educativos también. La banda ancha móvil sin duda crea oportunidades de negocios y de empleo para empresas y personas".
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La TI rezagada
¿Cuáles son los segmentos (hardware, software y redes) de mayor atraso en el país? Taich indicó que "históricamente la conectividad suele ser un segmento rezagado. La modernización de las redes requiere de una importante inversión por parte de los ‘carriers’ y el Estado, y de proyectos grandes de infraestructura. Falta de acceso, mala calidad y el precio, son barreras para el desarrollo de las comunicaciones de datos y por ende para la realización de negocios".
Si bien la Argentina es uno de los países con mayor penetración en cuanto al uso de Internet, "un elevado porcentaje de la población no tiene acceso aún --se estima un 30%--, lo que no permite a los negocios en línea llegar a este segmento de potenciales clientes", advirtió el director de PwC.
Diferente es lo que ocurre con el hardware y software. "Hoy la oferta de nube pública --en todas sus modalidades: IaaS, PaaS, SaaS-- actuó como un atajo para acceder a las últimas tecnologías", dijo Taich.
Sin embargo, "el hecho de que los proveedores más utilizados tienen sus centros de datos fuera del país, hace que las suscripciones deban ser abonadas en dólares. Mantener un ‘opex’ en moneda extranjera se convirtió en un desafío y actúa a veces como barrera para la modernización tecnológica", dijo Taich, quien fue categórico al afirmar que "ninguno de los problemas de la Argentina son consecuencia de más o menos, peor o mejor tecnología sino de nuestros fracasos políticos y nuestra crónica y enferma macroeconomía. En todo caso eso ocasiona un mayor retraso en adopción o innovación".
Rubén Belluomo, gerente comercial para el Cono Sur de Infor, una empresa global de aplicaciones en la nube especializada por industria, afirmó ante iProfesional que en software "el atraso tecnológico no es tan grande, depende de cada empresa".
Para este ejecutivo, "las causas son en general tanto económicas como culturales y tienen que ver con el miedo al cambio. La mayoría sabe que necesita actualizarse, investiga y averigua la inversión necesaria, pero muchas veces demora en la decisión".
Javier Marbec, gerente comercial para el sur de América latina de Totvs, uno de los mayores desarrolladores de software de Brasil, apuntó que el país se encuentra "recién en el segundo paso del proceso de transformación digital, el de conectividad".
"La razón fundamental de este atraso (…) se basa en dos ejes fundamentales: Falta de inversión a nivel estructural en el país y de inversión a nivel empresarial y, por otro, una falta de información y conocimiento en las Pymes sobre la tecnología disponible", afirmó ante iProfesional Marbec.
Y en el caso de los segmentos de mercado (corporaciones, Estado, pymes, profesionales), ¿cuáles más afectados por este atraso? Para Diego Rivero, director regional de consultoría en Edison y ex director nacional de la Oficina Nacional de Innovación de Gestión, "los más afectados son las Pymes y los Estados subnacionales, en particular los municipios".
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Rivero señaló ante iProfesional que "el Estado Nacional ha realizado fuertísimas inversiones en los últimos años en hardware, software, desarrollos y conectividad, lideradas por la Secretaría de Gobierno de Modernización. Los trámites ‘online’, la fibra óptica, las soluciones como expediente electrónico, entre otras, tienen un estado del arte actualizado".
Sin embargo, remarcó que "a nivel organismos descentralizados, el atraso tecnológico es dispar. Tenemos una Dirección Nacional de Migraciones con reconocimiento facial y dactilar implementado en Ezeiza como se puede ver en Londres; y otros con muchísimo aun por desarrollar".
Taich coincidió con Rivero en que el sector público "invirtió en los últimos años para hacer una actualización tecnológica de las distintas entidades y avanzó en el concepto de ‘e-government’, digitalizando muchos trámites, con beneficios para el ciudadano: ahorro de tiempos, posibilidad de tramitar en forma remota y evitar errores, que se producían eventualmente por el tratamiento manual de los datos".
Con respecto a las organizaciones privadas cuya casa central se encuentra ubicada en países del primer mundo, el director de PwC señaló que "muchas veces reciben un ‘refresh’ tecnológico a partir de los despliegues globales o regionales que se deciden en la casa matriz".
En cambio, "las de capital privado puramente local, a veces se ven más condicionadas por los vaivenes económicos del país, y en muchos casos retrasan la actualización hasta que acomodan su rentabilidad y el equilibrio de sus cuentas".
Sin embargo, Taich aclaró que "los componentes más cercanos al ‘core business’ de las organizaciones son monitoreados de cerca en cuanto a su grado de obsolescencia, debido a que la aparición de fallas o mal funcionamiento por el paso de los años atenta directamente contra el negocio, seguridad y productividad".
En el caso de "algunas pymes, por no contar con un gran capital para destinar a este rubro, optan por suscribirse a soluciones en la nube y pagar por uso mensual, por ejemplo: paquetes de productividad y colaboración, correo electrónico, entre otros", describió Taich.
Impactos graves
¿Cuáles son los impactos de este atraso en las empresas, el Estado y los profesionales? "Son enormes", respondió Belluomo. Por ejemplo, "no actualizar su software llevará a las empresas a obtener una menor rentabilidad y productividad, y una menor competitividad interna y de exportación", afirmó.
Para Rivero, el principal impacto del atraso tecnológico "es la desvinculación con el consumidor. El no poder hablar con el consumidor. Hoy el cliente no entiende una demora, no entiende un error en un envío, no entiende cómo si puede sacar un vuelo desde su celular, no pueda gestionar todo online. Quienes no vieron esto o no invirtieron antes de las devaluaciones, hoy están en una peor situación: corriendo de atrás, pagando más, llegando tarde y sin innovación alguna".
El director de Edison advirtió que "el proceso de adopción tecnológica siempre debe ser veloz y requiere una gran dosis de valentía y toma de riesgos. El presupuesto de IT hace años que dejó de ser de ‘soporte’ y pasó a ser estratégico. Parece increíble que algunas compañías aun no lo hayan visto".
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En cuanto al impacto en la productividad, Rivero reparó que si se habla de "sustitución de trabajo humano por inteligencia artificial, RPA, robótica, ‘machine learning’, creo que estamos bastante lejos de otros países".
Esto se puede ver desde dos ópticas distintas. "No invertir en esto condiciona a un país a una política de mercados cerrados y protegidos, con todo lo que ello implica. Esto puede generar en automático una migración de los perfiles más requeridos hacia otras latitudes. Hoy la competencia por los desarrolladores ‘millennials’ ya dejó de ser entre países y es entre ciudades. En eso la Argentina está muy mal. Hay mucho por aprender. Ya no como traer talento de afuera sino como retener lo nuestro", afirmó el director de Edison.
En el caso de los móviles, Otero explicó que "un dispositivo con menor capacidad de procesamiento y conexión, almacenamiento y funciones multimedia puede significar el no acceso a determinadas aplicaciones o casos de uso, o un desempeño por debajo de lo esperado o lo posible".
Recuperación del terreno perdido
¿Cómo se puede recuperar este atraso? ¿Qué medidas se deberían adoptar? Las fuentes consultadas por iProfesional compartieron sus alternativas para avanzar por el terreno perdido.
Por ejemplo, Taich señaló que "los países más avanzados se dirigen hacía el aumento de los plazos de garantía, fomento del alquiler en lugar de compra, exigencia de piezas y componentes más duraderos y la reducción de los costes de reparación, además de la lucha contra la obsolescencia que les imponen un ritmo de recambio a los consumidores, a veces determinados por modas. El uso de la nube pública permite el acceso a infraestructura y software de última generación en un modelo de suscripción".
En ese sentido, el desarrollo de centros de datos locales que permiten a los clientes contratar servicios en moneda local "favorecería aún más la adopción de servicios de nube", dijo el director de PwC.
En cuanto a la conectividad, para Taich "una medida que tendría impacto favorable sería la ampliación del actual espectro de uso de 4G, así también como prepararnos rápidamente para la adopción de 5G en los próximos años. Medir y evaluar la calidad de las conexiones puede ayudar a mejorar la competitividad entre los proveedores, y por ende la inversión en infraestructura".
Otra vía para superar el atraso consiste en "establecer acciones de difusión y capacitación para incluir a partes de la población que aún hacen poco o nada de uso de internet, también significaría la inclusión de nuevos potenciales clientes para las empresas", según el vocero de PwC.
Otero recomendó por su lado la revisión de "las políticas impositivas a los terminales móviles, porque ha aumentado la conciencia de que no se trata únicamente de bienes de lujo o medios de entretenimiento, sino también herramientas de productividad e inclusión".
"El atraso no se recupera, pero sí se pueden saltar tecnologías", afirmó Rivero. Por ejemplo, "no necesito invertir en servidores si tengo AWS (Amazon Web Services) o Azure (la nube de Microsoft). No necesito hacer ‘process mapping’ si tengo Celonis Cloud para analizar todos mis procesos de negocio. No necesito desplegar una capacitación a usuarios finales si tengo todos los materiales de capacitación con demos desarrolladas en SAP Enable Now y procesos guiados paso a paso. Quienes tomen conciencia que quedaron atrasados en tecnología, para sobrevivir tendrán que apostar por las tecnologías que recién están viendo la luz".
Desde Totvs, Marbec recomendó "mecanismos de promoción y financiación para la incorporación de estas tecnologías que faciliten su adopción". También apuntó al plano del management y cultural de las empresas, quienes deben "entender que el rol del gerente de IT, CIO o responsable de sistemas debe ocupar una posición estratégica en la empresa y apoyar las decisiones de negocio desde el diseño de productos y servicios hasta el soporte tecnológico de las operaciones de la empresa".
"La velocidad de a evolución digital requiere una permanente formación y capacitación para poder mantener a las organizaciones vigentes en los nuevos mercados", concluyó.